Gloria Fuertes: "En los bosques de Penna. (U.S.A.)"; análisis y propuesta didáctica
GLORIA FUERTES - “EN LOS BOSQUES DE PENNA. (U.S.A.)”
Cuando un árbol gigante se suicida, 1
harto de estar ya seco y no dar pájaros,
sin esperar al hombre que le tale,
sin esperar al viento,
lanza su última música sin hojas 5
—sinfónica explosión donde hubo nidos—,
crujen todos sus huesos de madera,
caen dos gotas de savia todavía
cuando estalla su tallo por el aire,
ruedan sus toneladas por el monte, 10
lloran los lobos y los ciervos tiemblan,
van a su encuentro las ardillas todas,
presintiendo que es algo de belleza que muere.
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ANÁLISIS
1) Introducción
Gloria Fuertes (Madrid, 1917 - 1998) es una magnífica y original poeta del siglo XX español. Comparte rasgos e inquietudes con el movimiento denominado postismo; se ha insistido en su casticismo, o madrileñismo de alcance universal; su poesía para niños ha tenido muchos lectores, infantiles y adultos. Al lado de todas estas facetas, fácilmente comprobables en su poesía, brilla una actitud reflexiva, crítica, melancólica y moderadamente optimista. Como se ha escrito de ella en ocasiones, afronta su vida y su literatura desde postulados cervantinos.
Poeta tremendamente intuitiva, en sus poemas vislumbra conflictos, realidades y emociones velados por el ruido de la realidad. El poema que ahora comentamos está inspirado en los paisajes de Pennsylvania, que conoció en su estancia en EEUU (de 1961 a 1963 impartió clases en distintas universidades de este país). Se publicó por primera vez en el poemario Poeta de guardia (Madrid, editorial Ciencia Nueva, 1968). Para una persona habituada al paisaje urbano madrileño y al rural castellano, los frondosos e inmensos bosques de muchas regiones norteamericanas tuvo que ser un descubrimiento sorprendente, agradable, además de una sugerente fuente de inspiración.
2) Resumen
La mirada de Gloria Fuertes es muy original, potente, incisiva y profunda. No se queda con la visión inicial, sino que ahonda en aspectos más escondidos y, por tanto, más significativos. En la construcción del poema se observan varias procesos nocionales y literarios. Primero, la poeta procede a una selección visual: sólo se fija en un árbol; luego procede a una discriminación cualitativa: únicamente le interesa un árbol moribundo. A continuación, la poeta somete la materia poética a una elección propia del pensamiento: el árbol se suicida y los animales acuden a su funeral. En medio de esos dos hechos, la poeta concentra y expresa su contemplación a través de aspectos acústicos y visuales. Y así parece que va a finalizar el poema, pero el último verso (“presintiendo que es algo de belleza que se muere”) lo redirecciona hacia una reflexión más intimista, entre lo existencial y lo estético. Se está hablando de belleza transcendente, no de un mero fenómeno natural. Es aquí cuando el recuerdo de Machado y su poema “A un olmo seco” nos asalta indefectiblemente.
3) Comentario estilístico
La originalidad del texto es asombrosa: todo él forma una sola oración sintáctica; todos los versos finalizan con una pausa fijada por la coma, todos los verbos ocupan la posición inicial de cada verso --con tres excepciones: “talen”, “tiemblan” y “muere”--. Los campos semánticos se enlazan en una sutil relación de componentes naturales (que funciona como hiperónimo: animales –pájaros, lobos, ciervo y ardilla-- y partes del árbol –hojas, hueco, savia, tallo--). Aquí no aparece el hombre, ni se le necesita. Es la propia naturaleza salvaje la que se conduele por la pérdida de un componente o compañero.
El poema posee una poderosa musicalidad construida a base de un ritmo melódico repetido y cadencioso a lo largo de sus versos –la distribución acentual es muy marcada e inteligente-- predominantemente endecasílabos; una suave rima asonantada con predominio de vocales abiertas (a, e, o) y un uso repetido de recursos de repetición (paralelismo, quiasmo, repetición y anáfora, principalmente) contribuyen a la musicalidad del poema, que transmite contemplación nostálgica y premonitoria de la muerte.
Las imágenes resultan originales y potentes. Es especialmente bella la que ocupa el verso 5: “lanza su última música sin hojas”. El árbol no llora, no grita, no se lamenta: sólo canta en el momento de morir. La audaz sinestesia que redondea la imagen (“sin hojas”) imprime una nota dramática, triste, agónica a la contemplación de la muerte del árbol. El lector recibe un fuerte impacto emocional y comprende la tragedia natural que se consuma ante sus ojos.
El último verso, como ya antes se apuntó, cambia la escala de valores conceptuales del poema. Hasta ese momento, se mueve en un paradigma natural, seguramente panteísta, pero ahora se traslada a otro que es estético y trágico. En el sintagma “Belleza que muere” reside la clave interpretativa del poema: no es sólo un árbol que deja de existir, es que, además, hay algo bello que se va para siempre. Nosotros, lectores, podemos compartir el dolor de la poeta y de los animales (al fin y al cabo son los que “presienten” la muerte del elemento estético, el árbol) no sólo por el fallecimiento de un ser vegetal, al fin y al cabo uno entre miles, sino el fin de algo que era hermoso, que guardaba belleza en sí.
4) Interpretación y valoración
Este poema enlaza con cierta tradición romántica europea (recuérdese la “Oda al otoño” del gran J. Keats) en la que el espíritu de la naturaleza y el del poeta se comunican sutil y secretamente. Es aquí, tal vez, donde radica su extraordinaria fuerza literaria: en apenas trece versos, Gloria Fuertes expresa con plasticidad, sencillez y hondura el dolor por la muerte de un árbol. Sabremos su significado contemplando la reacción de las ardillas y los otros animales: ellos entienden muy bien que un ser hermoso muere. En ese sentido, todos perdemos algo con su muerte, todos sentimos un desgarro, una mutilación porque algo bello dejó de existir. Esto explica la melancolía y tristeza que transmite el poema. Una vez más, Gloria Fuertes construye un poema bellísimo y punzante en el que el equilibrio entre fondo y forma es asombroso, con el objetivo de deslizarnos una reflexión de gran alcance partiendo de un hecho aparentemente trivial. Su mirada honda y poética es un revulsivo contra la indiferencia hacia la naturaleza. Si no fuera demasiado fácil, podríamos decir que nuestra poeta es “ecologista” mucho antes de que se pusiera de moda este vocablo.
2. PROPUESTA DIDÁCTICA
2.1. Comprensión lectora
Un modo de que los alumnos accedan al mundo poético de Gloria Fuertes, sin caer en la disección sin emoción, es proponerles la realización de un comentario sobre los siguientes aspectos del poema:
1) Resumen, tema y estructura o apartados temáticos.
2) Descripción de los aspectos métricos y rítmicos y de rima más caracterizadores.
3) Reflexión sobre la sintaxis y el léxico elegidos, muy en contacto con la naturaleza.
4) Exposición sobre la significación de los recursos retóricos más visibles, sin necesidad de agotarlos.
5) Valoración de sus aspectos significativos y expresivos.
2.2. Interpretación y pensamiento analítico
Estas actividades se pueden realizar oral o por escrito, individual o en grupo. Se puede acompañar de elementos visuales proyectados, o musicales, pues el poema se presta a ellos maravillosamente.
a) El poema también puede ser el “leit motiv” de una actividad de Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP) sobre el ciclo vital de los árboles. ¿Silvicultura espontánea o planificada? Los aspectos ecológicos saltan a la vista y dan pie a una reflexión sobre la desaparición de bosques tropicales, sobre el consumo de papel, el respeto del hombre a la naturaleza, los sentimientos de los árboles y los animales, etc. ¿Es posible pasar este poema a un póster y expresar en dibujo todo lo que dice?
b) "Lloran los lobos y los ciervos tiemblan" (v. 11). He aquí un verso especialmente expresivo. ¿Por qué los animales reaccionan así? ¿Cuál es la causa de esa acción y sus consecuencias?
c) "Cuando un árbol gigante se suicida" (v. 1) indica que el árbol ha decidido acabar con su vida por motivos que explica después. ¿Cuáles son estos? ¿Qué quiere decir, en realidad?
El profesor y los alumnos pueden, con su iniciativa, imprimir a la actividad un sello propio y original que, seguro, obtendría resultados pedagógicos muy satisfactorios.
2.3. Fomento de la creatividad
1) Escribe un relato ficticio de un encuentro con un árbol que decide "suicidarse". Utiliza la narración, la descripción y el diálogo para matizar las acciones, pensamientos y emociones.
2) Fotografía algún árbol de tu entorno, captando bien su singularidad --con problemas por ruido o falta de agua, o suciedad en la tierra que lo rodea; acaso tenga nidos en sus ramas, etc.--, o toma la foto de internet, y desarrolla su vida en forma de autobiografía.
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