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Antiguo convento de San Francisco, Ourense (XII-2020) © SVM |
Miguel Delibes - “La mortaja” (1970)
La Mortaja
Resumen. El Senderines es un niño de corta edad, huérfano de madre. Vive con su padre, Trino, apócope de Trinidad, en una casucha humilde, en algún pueblo castellano. Trino es fuerte y muy grande. Tiene una relación floja con su hijo porque lo considera pusilánime y poco arrojado. Trabaja en la central hidroeléctrica, en el control de las máquinas, junto con Goyo, casado con Ovi, y Conrado. Su padre muere súbitamente, al caer la noche, en la cama. El niño se queda solo ante el cadáver de su padre, aterrorizado, en plena noche. El padre está desnudo; trata de vestirlo, pero no puede; es muy pesado. Va a casa de Goyo y le pide ayuda; se la niega porque justamente esa tarde Trino le ha dado dos bofetadas por una disputa de cartas donde eran compañeros; jura no mirarlo jamás a la cara, por eso no va a amortajarlo. A Ovi, la mujer, le dan miedo los muertos. Va a la central y se lo dice a Conrado, pero está de servicio y no lo puede abandonar; cuando acabe, a las seis, irá. Coloca una luciérnaga que captura en el campo en una cajita en la mesilla de noche, al lado de su padre. Entonces oye unos golpes lejanos y comprende que el Pernales, un borrachín que llega todos los años a romper piedras para trillos, a la orilla del río, ya está allí. Lo llama y le pide ayuda. Ha de darle el traje de su padre, los zapatos, una camisa, el despertador y la radio; es una verdadera extorsión. El Pernales le enseña a escupir por el colmillo. El niño cae dormido. Lo despierta Conrado, a las seis. Este va a avisar al pueblo; el niño sigue al lado de su padre.
Análisis. Narrador en tercera persona, pero ve por el niño. Lenguaje rural, popular y casi infantil. Naturaleza espléndida de noche, que el niño explora y descubre. El cuento guarda una profunda lección moral. Para poder amortajar a Trino el niño ha de despojarse de los bienes materiales de su padre, pues el Pernales exige un tributo por su ayuda, bastante relativa. Los supuestos amigos lo dejan tirado. El contraste entre la vida que sigue su curso, como si nada hubiera pasado, y la angustiosa situación de Senderines es violento y significativo. El cuento transmite dolor, angustia y una crítica a la hipocresía y cobardía de las personas. Este cuento recuerda muchísimo El camino y Las ratas.
El amor propio de Juanito Osuna
Resumen. Monodiálogo de un adulto, Paquito, en su casa amplia y rural, tras un día de caza; es rico y tiene dehesas. Le habla a alguien nuevo en ese lugar, que ha asistido un día a unas batidas de caza, pero al día siguiente se va. El monologuista invoca a su mujer Julia, de vez en cuando, para aclarar algo, para expresarle su sorpresa, etc. También responde a las preguntas del invitado, pero este nunca habla en estilo directo, ni indirecto. Juanito Osuna es un hombre casado, con ocho hijos, muy rico, tiene dehesas. Le apasiona la caza. Tiene pique con el monologuista sobre quién cobra más perdices. Ese día ha ganado: caza 47, contra 23 de Paquito. Lo pregona a voces por el casino y por la ciudad, pues está orgulloso de ganar. Paquito hace sus cuentas y al final gana él por una. El monologuista está muy orgulloso de sus propias cualidades, como cuenta en una ocasión Yebes, un cazador y cronista que publica en ABC; lo mienta a él, que quedó muy cerca del famoso cazador Teba; no mienta a Juanito Osuna, lo que es un gran orgullo para el hablante, Paquito, que se considera igual o mejor cazador que el otro. Será por algo, dice él. Paquito considera a Juanito Osuna una gran amigo, un tipo estupendo, bebe mucho, pero no pierde nunca el tino. Cogería un avión en París para ir a Madrid por ayudar a un amigo. Siempre pone la coletilla que está “completamente loco” porque tiene excesivo amor propio, aunque es un tipo estupendo.
Análisis. Estilísticamente, el cuento está logradísimo; es un prodigio de escritura. El ritmo es maravilloso; capta con total autenticidad la esencia del personaje monologuista. El cuento es una crítica tremenda a los terratenientes extremeños por su vida superficial y errática, sin atender a los problemas de sus empleados, que viven como esclavos. Son frívolos y fanáticos de la caza, pero con la cabeza hueca; privilegiados sin conciencia humanista de ningún tipo. El monodiálogo es magnífico por su expresividad, intensidad y significación. Monólogo o “uniparlamento”, según la etiqueta de G. Sobjeano. Tiene mucha sátira hacia un grupo social poderoso, cuya ocupación principal es divertirse en la caza; las condiciones miserables de sus empleados no les preocupa. Anuncia claramente Los santos inocentes.
El patio de vecindad
Resumen. Don Hernando es un profesor de instituto jubilado, tímido y de pocos amigos. Vive solo, en Valladolid. Es radioaficionado. Contacta y se habla todos los días con la cubana doña Jacobita, que es de León, pero lleva muchos años en La Habana. Para que su sobrina Florita no anduviera con el aparato le pone un paño con una calavera y la inscripción “No tocar. Peligro de muerte”. A la niña le da miedo. Luego Hernando le enseña a usarlo y, cuando va a verlo, habla con doña Jacobita. Pero un día, esta no contesta. Otro radioaficionado informa que ha muerto. Don Hernando queda abatido. El patio de vecindad es el físico, de su casa; pero radiofónicamente es el mundo entero, donde conversa con doña Jacobita. Al enterarse de la muerte de la que él considera una gran amiga, desconecta el aparato y le pone el paño con su inscripción, como si lo estuviera amortajando.
Análisis. El relato aparece en tercera persona, pero viendo por don Hernando. Es un texto inteligente y serio, además de paradójico; el protagonista encuentra por el mundo alguien con quien hablar todos los días de los asuntos triviales, cosa que no había logrado en toda su vida adulta. Posee un ritmo sostenido y significativo; los detalles, al final, cobran un sentido superior.
El sol
Resumen. Aguedita es una chica de pueblo que trabaja con sus amigas en el arreglo de la carretera (barre con un gran cepillo la grava del borde tras pasar la máquina) porque no hay otro trabajo, pues el mal tiempo ha acabado con las siembras. Se pone un pañuelo en la cara para que luzca blanca, sin tostarse, pues el moreno es signo de pobreza. El capataz, Carmelo, la marca estrechamente. Le gusta mucho, pero ella no quiere saber nada. Los coches aminoran su marcha por la zona de obras. Los ricos van con sus grandes y potentes coches a San Sebastián, a veranear. Dos mujeres de un coche le llaman “adefesio” y otra dice que somos moros, por la cara cubierta. Las tres del coche son burguesas ricas madrileñas; son Ague, Mari Fe y Car. En una fiesta, Aguedita baila por fin con Carmelo; este dice que no hay “carnes como la suyas” en todo el pueblo. A Ague le dicen sus amigas en una fiesta chic, party, en San Sebastián, que no hay bronceado como el suyo en toda la ciudad. Car le dice que en una chica solo le importa la “calidad de la carne”, y la suya es buenísima como la de “una segadora de Castilla”.
Análisis. El narrador se manifiesta en tercera persona. El cuento es paradójico aleccionador: lo que para unos es vergüenza, el moreno del sol abrasador, como Ague, para otros es distinción, como los ricos burgueses que veranean en San Sebastián, como Aguedita, que luce su piel tostada con mucho orgullo. Crítica social profunda; denuncia el egoísmo y la falta de compasión de los poderosos. La cosificación de la mujer y cierta brutalidad en las relaciones emocionales también hacen acto de presencia. El relato está muy logrado; su ritmo es magnífico; resulta envolvente e inmersivo. El sol es un castigo para unos y un regalo para otros, pero por las diferencias sociales exageradas, no porque luzca distinto.
La fe
Resumen. Áurea está en un hospital; la han de vaciar el útero por enfermedad, aunque esperan a que engorde algo. Su marido Pepe, barrendero de la ciudad (parece Valladolid, por los pasos de la procesión) va a verla todos los días. Es Viernes Santo y allí está el marido. Ella le dice que no debería haber ido. Le lleva un despertador, pero la enfermera le dice que se lo lleve de vuelta. Las dos compañeras de habitación son muy impertinentes. La mujer de junto a la ventana no para de protestar por el daño que le hace la sonda. La de la pared también protesta. La mujer quiere que le lleve una enagua el domingo, cuando vuelva a verla. Se preocupa por el hijo, todavía pequeño, por si se enfría en la procesión. Lo ha dejado con el Mauricio y lleva el abrigo del brazo. La de la ventana le pide a las tallas de la Virgen que le quiten el dolor por la sonda. Y al final, en efecto, no tiene dolores. Grita que es un milagro. La enfermera la calma, pero ella sigue proclamando que la Virgen ha hecho un milagro en ella. Pepe se va y le da un beso a su mujer. La de la pared protesta amargamente, escandalizada por ese detalle “obsceno”. Áurea le recuerda que le lleve la enagua azul, que está en la cómoda.
Análisis. Cuenta un narrador en tercera persona; ve a través del matrimonio; se fija en la gente humilde, que necesitan milagros para seguir adelante. Presenta la vida misma, con sus miserias, de la clase humilde. Los capta en su autenticidad cotidiana; su pobreza es evidente, pero aguantan con ilusión y mucha fe religiosa. El lenguaje del cuento es magnífico porque funciona de analogía del matrimonio. Sencillez (aunque muy elaborada), transparencia y propiedad. La lectura es intensa y connotativa.
El conejo
Resumen. Boni, el herrero del pueblo, le regala un conejo a dos hermanos, Juan y Adolfo, el pequeño, de una familia pudiente. Luis, otro hermano mayor, le hace una jaula de madera con una caja. Juan y Adolfo asisten a un entierro, sin entender del todo el rito. A los pocos días, el conejo enferma y muere por comer demasiada verdura. Una vez muerto, se orina, lo que asombra a Adolfo. Lo mata Luis, ya moribundo, con unos golpes secos con el canto de la mano en el cogote. El padre y la madre no hacen mucho caso a los hijos.
Análisis. Narrador en tercera persona, que ve a través de Adolfo, el niño pequeño. Descubre la alegría y el dolor con la muerte del conejo. La vida misma, con sus cosas buenas y malas, desde la óptica del niño, protagonista indiscutible. La vida rural y natural contrasta con la sofisticada de la ciudad. Los niños, por vía natural, se identifican con aquella, pero sus familias viven de otra manera. La muerte de un conejo es más sentida que la de una persona del pueblo, pues los niños no entienden el rito fúnebre.
La perra
Resumen. Dos hombres viejos y pobremente vestidos, de un pueblo castellano, salen a cazar una mañana y solo cobran una perdiz. Uno es “el de la cicatriz”; el otro es “el hombre bajo y mísero”, propietario de la perra Loy. El de la cicatriz le dice que su perra ya no es apta para cazar porque está vieja. El propietario la defiende y la excusa por sus muchos partos; pero sigue siendo buena en la caza. Se separan para regresar; de pronto, salta una liebre; el hombre bajo y mísero la ve, apunta y mata a la liebre y a la perra. Luego insinúa que fue un accidente; la perra había hecho una buena muestra. El hombre bajo y mísero tiene dos cachorros de la perra en casa; otros seis los había ahogado porque su padre (de las cachorros) era un pastor. El de la cicatriz dice que no ha visto nada (es decir, disimula) porque iba a lo suyo.
Análisis. El hombre bajo y mísero defiende a su perra porque la quiere. Al final la mata disimulando que fue un accidente y sosteniendo que olfateó la liebre y la mostró muy bien. Queda en el aire si el de la cicatriz sabe la verdad, parece que sí. El narrador aparece en tercera persona; ve por los cazadores rurales, míseros y duros. Tras la coraza de brutalidad, esconden cariño a los animales y respeto al mundo natural. Es un cuento muy logrado por su ritmo y su lenguaje, natural y sobrio.
Navidad sin ambiente
Resumen. Un conjunto de personas, tres matrimonios de mediana edad, familiares entre sí, se juntan para celebrar Nochebuena. Es la primera vez sin “ella”, acaso la madre de algunas de las mujeres que allí están. Se nos dan nombres, pero no sabemos nada de ellos. Hablan de coches, prenden la chimenea (lo hace Frutos), a unos les gusta la comida (lombarda, besugo, pavo), pero no a otros. Cati bendice la mesa de un modo raro. A Frutos no le parece Nochebuena. Cati se echa a llorar. Raúl la riñe.
Análisis. El narrador cuenta en tercera persona, muy objetivo, alejado, externo. Deja que los personajes hablen y muestren sus temores y esperanzas. El conjunto resulta algo surrealista porque todos disimulan sus sentimientos hasta que no pueden más.
Las visiones
Resumen. Monodiálogo de una mujer, de un pueblo castellano; se dirige a dos hombres de Bilbao que esperan a Mariano, el marido de ella. Como quedaron de nueve a diez, Mariano fue a dar de comer al ganado, donde el amo, por eso no está en ese momento. La mujer que habla está algo nerviosa. Su hija Asun hace “visiones”, que es contar historias graciosas con visajes y dramatizando, incluso con títeres. Pero la niña ahora no quiere, lo que irrita a la madre, que está por darle un “testarazo”, pero se contiene. Tiene otras hijas más pequeñas. Desaprueba que el alcalde haya impuesto luto en el pueblo, suprimiendo el baile, por la muerte de Kennedy; al final los deja bailar sin música, pero la mujer lo ve absurdo. Admite que su marido es muy trabajador y responsable. Le ha pedido que se vayan del pueblo, emigrar, para prosperar, pero él lo rechaza totalmente, pues sería indigno y absurdo. No tiene por qué salir de su pueblo. En 1963 se pone el salario mínimo en España: 60 pesetas diarias. La mujer dice que no le da ni para pan. El padre de su marido Mariano ya tenía un ramalazo de trastornado; Sátiro, el hermano, era un “inocente”. Piensa que todos ellos tienen una “reliquia” del abuelo. Los invita a pasar porque hace frío, pero no lo hacen. Al final, aparece el marido, para alivio de la esposa.
Análisis. Es un cuento maravilloso y logradísimo. Recuerda mucho a Cinco horas con Mario. La mujer habla del marido. En el fondo, lo alaba, aunque critica su cabezonería por no querer marchar del pueblo. Magnífico monodiálogo, fabuloso en su expresión y significación. El lector, realmente oye a la mujer como si estuviera escuchando. Uniparlamento o monólogo auditivo que provoca una enorme sensación de inmersión lectora. La autenticidad de los personajes, sobre todo de la mujer que habla, es asombrosa.
ACTIVIDADES DEL COMENTARIO DE TEXTO O EXÉGESIS TEXTUAL (para aplicar a un texto, a un cuento completo, a un grupo, o a los nueve que conforman el volumen). Estas actividades se pueden realizar indivualmente, o en grupo; en clase, o en casa; de modo oral, o escrito.
1) Resume el texto recogiendo su contenido esencial (100 palabras aprox., equivalentes a 10 líneas); 2) Indica los temas tratados en breves enunciados sintéticos; 3) Señala los apartados temáticos o secciones de contenido; 4) Localiza el lugar y tiempo en el que transcurre la acción (no en poesía lírica); 5) Analiza la figura del narrador (no en poesía lírica, donde aparece un sujeto lírico), ni en teatro; 6) Describe los personajes (no en poesía lírica); 7) Analiza la métrica, la rima y señala la estrofa empleada (solo en poesía o teatro en verso); 8) Analiza cómo los recursos estilísticos crean significado (doce, mínimo); 9) Contextualiza al autor y su obra según su entorno social, histórico, cultural y personal; 8) Interpreta y discierne la intención y sentido del poema; 9) Valora personalmente tu apreciación lectora; 10) Transforma el texto con un lenguaje y en un contexto actual manteniendo su esencia, o escribe un texto literario inspirado en el original (optativo).
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