Ribera del Bernesga, León (XI-2020) © SVM |
BENITO
PÉREZ GALDÓS: TRISTANA
- ANÁLISIS
1) Resumen
Pérez Galdós (Las Palmas de Gran Canaria,
1843 — Madrid, 1920) novela su España contemporánea con rigor, mirada
cervantina, gran talento literario y afanes regeneracionistas. Tristana (1892) forma parte del ciclo de
las novelas espirituales (las compuestas, aproximadamente, entre 1890 y 1905),
caracterizadas por una visión más contemplativa y mayor atención a los aspectos
religiosos y emocionales de sus personajes, prototipos de la España
decimonónica.
Como muchas de sus novelas, Madrid es el
espacio elegido para situar una acción un tanto escabrosa y triste: la
manipulación de un viejo don juan venido a menos sobre la niña Tristana,
huérfana de padres. Logra convertirla en su amante y embaucarla con ideas y
sueños absurdos. El tiempo es el contemporáneo al de la escritura: última
década del siglo XIX.
La muerte de Antonio y Josefina Reluz,
padres de la jovencita, aboca a ésta a acogerse a los cuidados y protección de
don Lope Garrido, amigo de sus padres. No tarda mucho en convertirla en su
amante y someterla a un régimen de confinamiento. Con la ayuda de Saturna
(personaje de lo más interesante, con un hijo en el hospicio por no tener
medios para sostenerlo; luchadora infatigable, nos recuerda a la Nina de Misericordia), la criada de la casa,
logra salir y comprender realmente de qué va el mundo de su alrededor. Tristana
desea liberarse del yugo de don Lope, pero ha de salvar su estrecho control
físico y, sobre todo, mental.
Todo se precipita cuando conoce a Horacio
Díaz, un joven mediterráneo que desea ser pintor. Se enamoran intensamente y se
prometen amor eterno. Don Lope ha de admitir que ha perdido la autoridad y la
estima sobre Tristana, que se entrega a su romance con frenesí. Piensa que la
vida, al fin le sonríe; los sueños de felicidad son posibles y esperanzadores.
Sueña con ser profesora, actriz, cantante…
Cuando Horacio ha de visitar a su familia
en Villajoyosa para solventar asuntos patrimoniales, la relación se debilita.
Al principio, casi imperceptiblemente. Al final, de manera amarga y aparatosa:
la joven ha de admitir que el pintor frustrado ya no la quiere. Cobarde como
es, se lo comunica por carta y se queda en su pueblo, donde se casará al modo
tradicional y convencional para vivir de sus rentas.
Tristana sufre una gravísima enfermedad en
una pierna; la trata el doctor Miquis, que ha de amputarle una pierna para
salvar su vida. Tristana se ve abocada a casarse con don Lope. ¿Comodidad,
derrota, pragmatismo? El narrador lo deja en una ambigua zona de claudicación,
atenuada por el fervor religioso que se apodera de Tristana y vista
complacientemente por su marido.
2) Interpretación
Galdós huye de planteamientos
apriorísticos y descarga sobre el lector la responsabilidad de extraer
conclusiones sobre el sentido del relato. La frase final es bien esclarecedora:
“¿Eran felices uno y otro?... Tal vez.". Parece legítimo deducir la
defensa de la dignidad y autonomía de la mujer frente al control cínico de
muchos hombres como uno de los temas principales del relato.
La obra posee una clara intención
reflexiva, pero al modo presentativo (técnica propia del realismo más templado
y depurado). El narrador no sermonea, sólo ofrece una vida y sus circunstancias
para que el lector conozca y valore el asunto. Renuncia a su omnisciencia total
para aumentar una cierta ambigüedad interpretativa. Lo cierto es que existen
elementos que pueden ser juzgados como un éxito o un fracaso en la vida de
Tristana. Su boda con un viejo en su día perverso y un tanto cínico no alientan
una interpretación muy optimista.
El relato, obra de madurez, ofrece un tono
casi melancólico, un sí es no es de tristeza y decepción, casi rayano en la
resignación existencial. La vida hay que tomarla como viene y vivirla sin entrar
en grandes disquisiciones que pueden ser destructivas. Saturna, la enérgica
criada, encarna muy bien esta actitud. Acaso Tristana no sea más que una alumna
en una posición social superior.
Por otro lado, Tristana intentó ser
independiente, feliz, buscando su destino, pero todo se le puso en contra. Las
traiciones pusilánimes de Horacio y el cinismo de don Lope enterraron sus
ilusiones. La ironía, el humor amargo y el sarcasmo del narrador presentando
los acontecimientos y sus protagonistas nos permiten atisbar a un narrador
comprometido con la liberación de la mujer, con el deseo del progreso y la
armonía social.
3) Comentario
estilístico
El estilo narrativo de Tristana es feliz: equilibrado, fluido, sereno, natural, con una construcción muy eficaz de diálogos caracterizadores y un dominio de la descripción realmente maestro garantizan una lectura complaciente e ilustrativa de una España doliente. La huella cervantina es evidente y nos muestran a un Galdós indagando sobre los mejores modos de construir una sociedad más justa y feliz.
- PROPUESTA DIDÁCTICA
(Las actividades que se
proponen pueden ser de desarrollo oral o escrito, individual o en grupo, en
clase o en casa).
2.1.
Cuestiones para una lectura
comprensiva de la novela
1) ¿Por qué Tristana acaba en manos de don
Lope?
2) Don Lope, ¿qué cree que ha sido hasta
el presente y explica su actitud ante la chica?
3) ¿Quién es la confidente de Tristana?
Explica dónde están sus hijos y por qué.
4) ¿Cómo reacciona don Lope cuando se
entera de que Tristana se enamora de otro?
5) Horacio, ¿es una persona consistente y
responsable ante Tristana? Razona
6) Explica la figura del médico en la
obra.
7) ¿A qué pueblo se retira Horacio y qué
hace al poco de llegar?
8) Explica las distintas profesiones que
quiso ejercer Tristana.
9) ¿Quién es don Reluz? Explica su
importancia en la obra
10) ¿Cómo acaba la obra? Interprétalo
2.2.
Cuestiones argumentativas e interpretativas. Se pueden desarrollar a través de
un ensayo.
a) La situación de la mujer en la España
de finales del siglo XIX. Explica, valora y compara.
b) La influencia del dinero en el destino de las personas: explica con ejemplos de la novela y valora su importancia.
2.2.
Comentario de texto
Se propone un extracto (principio
del capítulo V) de la obra para su análisis a través de las cuestiones que le
siguen:
“Y
entre las mil cosas que aprendió Tristana en aquellos días, sin que nadie se
las enseñara, aprendió también a disimular, a valerse de las ductilidades de la
palabra, a poner en el mecanismo de la vida esos muelles que la hacen flexible,
esos apagadores que ensordecen el ruido, esas desviaciones hábiles del
movimiento rectilíneo, casi siempre peligroso. Era que D. Lope, sin que ninguno
de los dos se diese cuenta de ello, habíala hecho su discípula, y algunas ideas
de las que con toda lozanía florecieron en la mente de la joven procedían del
semillero de su amante y por fatalidad maestro. Hallábase Tristana en esa edad
y sazón en que las ideas se pegan, en que ocurren los más graves contagios del
vocabulario personal, de las maneras y hasta del carácter.
La
señorita y la criada hacían muy buenas migas. Sin la compañía y los agasajos de
Saturna, la vida de Tristana habría sido intolerable. Charlaban trabajando, y
en los descansos charlaban más todavía. Refería la criada sucesos de su vida,
pintándole el mundo y los hombres con sincero realismo, sin ennegrecer ni
poetizar los cuadros; y la señorita, que apenas tenía pasado que contar,
lanzábase a los espacios del suponer y del presumir, armando castilletes de
vida futura, como los juegos constructivos de la infancia con cuatro tejuelos y
algunos montoncitos de tierra. Era la historia y la poesía asociadas en feliz
maridaje. Saturna enseñaba, la niña de D. Lope creaba, fundando sus atrevidos
ideales en los hechos de la otra.
«Mira, tú -decía Tristana a la que, más que
sirviente, era para ella una fiel amiga-, no todo lo que este hombre perverso
nos enseña es disparatado, y algo de lo que habla tiene mucho intríngulis...
Porque lo que es talento, no se puede negar que le sobra. ¿No te parece a ti
que lo que dice del matrimonio es la pura razón? Yo... te lo confieso, aunque
me riñas, creo como él que eso de encadenarse a otra persona por toda la vida
es invención del diablo... ¿No lo crees tú? Te reirás cuando te diga que no
quisiera casarme nunca, que me gustaría vivir siempre libre. Ya, ya sé lo que
estás pensando; que me curo en salud, porque después de lo que me ha pasado con
este hombre, y siendo pobre como soy, nadie querrá cargar conmigo. ¿No es eso,
mujer, no es eso?».
-¡Ay, no, señorita, no
pensaba tal cosa! -replicó la doméstica prontamente-. Siempre se encuentran
unos pantalones para todo, inclusive para casarse. Yo me casé una vez, y no me
pesó; pero no volveré por agua a la fuente de la Vicaría. Libertad, tiene razón
la señorita, libertad, aunque esta palabra no suena bien en boca de mujeres.
¿Sabe la señorita cómo llaman a las que sacan los pies del plato? Pues las
llaman, por buen nombre, libres. De consiguiente, si ha de haber un poco de
reputación, es preciso que haya dos pocos de esclavitud. Si tuviéramos oficios
y carreras las mujeres, como los tienen esos bergantes de hombres, anda con
Dios. Pero, fíjese, sólo tres carreras pueden seguir las que visten faldas: o
casarse, que carrera es, o el teatro... vamos, ser cómica, que es buen modo de
vivir, o... no quiero nombrar lo otro. Figúreselo.”
Cuestiones
de lectura comprensiva y análisis interpretativo
1)
Resumen del texto, señalando el tema predominante y los apartados
temáticos.
2)
Análisis de los personajes y de la figura del narrador.
3)
Concreción del lugar y el tiempo donde transcurre la acción.
4) Detección y comentario de cómo
se defiende a las mujeres en este pasaje.
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