05/11/2020

Félix María Samaniego: "Fábula de la cigarra y la hormiga"; análisis y propuesta didáctica

 

FÉLIX M. SAMANTIEGO: LA CIGARRA Y LA HORMIGA
"LA CIGARRA Y LA HORMIGA"
Cantando la cigarra                     1
pasó el verano entero,
sin hacer provisiones
allá para el invierno.
Los fríos la obligaron                5
a guardar el silencio
y acogerse al abrigo
de su estrecho aposento.
Vióse desproveída
del precioso sustento,            10
sin moscas, sin gusanos,
sin trigo y sin centeno.
Habitaba la hormiga
allí tabique en medio,
y con mil expresiones            15
de atención y respeto
le dijo: “Doña Hormiga,
pues que en vuestros graneros
sobran las provisiones
para vuestro alimento,        20
prestad alguna cosa
con que viva este invierno
esta triste cigarra que,
alegre en otro tiempo,
nunca conoció el daño,        25
nunca supo temerlo.
No dudéis en prestarme,
que fielmente prometo
pagaros con ganancias,
por el nombre que tengo.”   30
La codiciosa hormiga
respondió con denuedo,
ocultando a la espalda
las llaves del granero:
“¡Yo prestar lo que gano       35
con un trabajo inmenso!
Dime, pues, holgazana:
¿Que has hecho en el buen tiempo?”
“Yo -dijo la cigarra-,
a todo pasajero                       40
cantaba alegremente,
sin cesar ni un momento".
"¡Hola! ¿Con que cantabas
cuando yo andaba al remo?
¡Pues ahora que yo como,   45
baila, pese a tu cuerpo!"
 
1. ANÁLISIS
1. Resumen
Félix María Samaniego (Laguardia, Álava, 1745 - 1801) es un estupendo poeta y mejor fabulista. Su libro Fábulas (1781) ha alcanzado la categoría de clásico de la lengua castellana. A él hay que unir al canario Tomás de Iriarte. Sus relaciones personales y literarias no fueron todo lo cordiales que cabría esperar entre dos estimables poetas.
En esta fábula se presenta la historia de la hormiga, trabajadora y previsora, y la cigarra, holgazana y disfrutadora. En verano, aquella acopia alimentos para el invierno, en tanto que esta se dedica a cantar. Cuando llega el crudo invierno y no alimentos fuera, la cigarra le pide ayuda a la hormiga, solicitándole alimentos, aduciendo que no sabía que tras los buenos tiempos (verano), vendrías los malos (invierno). Le promete su devolución para el próximo verano. La hormiga rechaza tal solicitud y, en tono irónico sarcástico, le advierte que hay que trabajar si se quiere tener provisiones. Por la hormiga, la cigarra puede seguir bailando mientras ella come.
2. Tema
Hay que trabajar con previsión porque no todos los tiempos son de abundancia, por lo que conviene ser precavidos y anticiparse a los momentos de estrecheces.
3. Apartados temáticos
Se distinguen dos secciones de contenido muy claras:
-Primera parte (vv. 1-12): presentación de los personajes y narración de su vida diaria en verano. La hormiga trabaja y almacena provisiones; la cigarra canta y se despreocupa del futuro.
-Segunda parte (vv. 13-46 y final): diálogo entre ambos animales. En pleno invierno, la cigarra le pide, bajo lisonjas y promesas de devolución, algo de comida a la hormiga. Esta rechaza la petición porque considera a aquella holgazana e irresponsable.
4. Métrica y rima
Estamos ante una tirada de versos heptasílabos, con rima asonante en los versos pares (é-o), quedando los impares libres. Se trata, pues de un romancillo, muy próxima al romance, estrofa tradicional española de origen anónimo y transmisión colectiva. Ha tenido un extraordinario cultivo desde algún momento del siglo XV hasta hoy. Gran parte de la poesía tradicional, de transmisión oral y origen colectivo se ha transmitido a través de esta maravillosa fórmula métrica, sencilla, flexible, musical y adaptativa a todo tipo de contenido y de tono.
5. Comentario estilístico
La construcción literaria del poema descansa en la personificación o prosopopeya: dos animales, insectos, son revestidos de cualidades humanas: piensan, sienten y hablan como los hombres. Los personajes son prototípicos: la hormiga es previsora y trabajadora, además de codiciosa; la cigarra es irresponsable y holgazana, además de lisonjera.
En el poema aparecen varios recursos que aportan belleza verbal y expresividad. Por ejemplo, llama la atención la enumeración: "sin moscas, sin gusanos, / sin trigo y sin sustento" (vv. 11-12). Abundan las metáforas, como por ejemplo: "yo andaba al remo" (v. 44), significando que aplicaba al trabajo esforzada y continuamente. Una interrogación retórica afirma expresivamente: "¿Con que cantabas / cuando yo andaba al remo?" (vv. 43-44). La invocación o apóstrofe también aporta naturalidad: "Doña hormiga" (v. 17) y crea un ambiente coloquial. Existe también una adjetivación expresiva: "trabajo inmenso" (v. 36), "codiciosa hormiga" (v. 31), "trabajo inmenso" (v. 36), etc.
6. Contextualización autorial
La fábula es un subgénero poético de gran tradición literaria. El poeta griego Esopo (S. VI a. C.) es el primer escritor clásico de este tipo de poesía. Se caracteriza por la intervención de animales antropomorfizados, el relato lineal, claro efectivo y su carácter ejemplarizante. La carga moral de estos textos es un valor principal, de ahí que estuvieran de moda durante el Neoclasicismo --siglo XVIII--, período cultural preocupado por el cultivo de una literatura moralizante.
Las fábulas son como apólogos o "exemplos", relatos breves de tono aleccionador que se cultivaron en la Edad Media con mucho éxito (recordemos a don Juan Manuel y El conde Lucanor). Podemos apreciar que la literatura didáctica ha tenido un amplio cultivo desde los griegos hasta nuestros días, naturalmente con modificaciones en la forma y no tanto en el fondo.
 7. Interpretación y valoración
Esta fábula está magníficamente construida. Se presentan a los personajes e inmediatamente la acción avanza rápida y clara: la cigarra canta y no recoge frutos para el invierno; se mofa de la hormiga, ser laborioso que hace acopio de alimento en verano para no morir de hambre en invierno. Cuando llegan los fríos y la nieve, la cigarra le pide ayuda a la hormiga, su vecina. Esta se niega recordándole que su vagancia y despreocupación la ha llevado a ese estado de hambruna. La moraleja, aunque no está escrita de modo explícito, salta a la vista: hay que ser prevenidos para evitar males mayores.
La sencillez expresiva no oculta su cuidada elaboración, su tono moralizante y la intención didáctica del autor riojano.
2. PROPUESTA DIDÁCTICA
(Estas actividades se pueden realizar en clase, o en casa; pueden ser desarrolladas de modo oral o escrito. El empleo de los recursos TIC facilitan el acceso rápido a la información necesaria).
2.1. Comprensión lectora
a) Expresa las características del subgénero literario a que pertenece este poema.
b) Realiza un breve resumen y explica con tus propias palabras la moraleja.
c) Caracteriza a los "personajes" del poema. ¿Son prototípicos? ¿Por qué?
d) Cuenta las sílabas, observa la rima y escribe el nombre de la estrofa que forman.
e) Recuerda ahora el nombre de otras estrofas castellanas que conozcas.
f) ¿Donde se aprecia el sarcasmo en el poema?  Razona tu respuesta.
g) En el poema, señala una parte descriptiva, una narrativa, una dialogada, una expositiva, una argumentativa y una prescriptiva: identifícalas.
2.2. Interpretación y pensamiento analítico
a) ¿Por qué la cigarra no quiere trabajar? ¿Es una actitud justa?
b) ¿Qué significa aquí el invierno?
c) ¿Cómo apreciamos la actitud lisonjeadora de la cigarra y la avara de la hormiga?
2.3. Aspectos gramaticales
a) Localiza en el poema dos ejemplos de: sustantivo, adjetivo, determinativo, artículo, verbo, adverbio, preposición y conjunción.
b) Señala en el texto una oración simple y otra compuesta.
c) Busca en el texto parejas de palabras agudas, llanas y esdrújulas, una con tilde y otra sin tilde.
2.4. Fomento de la creatividad
a) Inventa una fábula y léela a tus compañeros. Cierta brevedad, coherencia y originalidad en la anécdota te ayudarán a que sea bonita  (150 palabras).
b) Resume en un pareado el sentido moral o la lección de la fábula anterior.
c) Transforma el poema anterior en prosa o en un diálogo dramático manteniendo la esencia del mismo.

 

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