05/11/2020

Lope de Vega: "El castigo sin venganza" (tragedia); análisis y propuesta didáctica

 

León (XI-2020) © SVM


LOPE DE VEGA - El castigo sin venganza

  1. ANÁLISIS DE LA OBRA

1)    Resumen

El castigo sin venganza (1631) es uno de los dramas más perfectos de Lope de Vega. Para su composición, Lope tomó la esencia del argumento de fuentes literarias italianas que llegaron a España traducidas del francés. Recrea hechos que realmente ocurrieron en Ferrara, Italia, a mediados del siglo XV.

El núcleo del drama recae en la relación amorosa del joven conde Federico con Casandra, la joven y atractiva esposa de su padre, el Duque de Ferrara, un hombre ya metido en años y de vida sentimental disipada, típico coleccionista de mujeres con las que desahoga sus bajos instintos, con la ayuda de Batín, su criado, quien desempeña el papel de gracioso en esta tragedia: hace bromas, sugiere picardías y canta verdades más o menos veladamente.

Accidentalmente, Federico salva a Casandra, aún ignorante de quién es, en un trance peligroso al cruzar un río. Cuando ambos descubren que el Duque es padre de él y esposo de ella apenas pueden disimular su asombro y su incomodidad, pues se gustan, y mucho. El Duque abandona de mala gana la ciudad para acudir a sus deberes militares. En su ausencia, Federico y Casandra, entre malentendidos, juegos y pequeñas pruebas de amor, afianzan su relación y establecen un lazo emocional de algo más que meros familiares. Aurora, sobrina del Duque, es quien recibe las consecuencias negativas, pues está enamorada de Federico y éste, entre mentiras y ocultamientos, la ignora.

A la vuelta de la guerra, el Duque comienza a forjar algunas sospechas, aunque las reprime. Él mismo adopta un estilo de vida más tranquilo y acorde con su condición, al tiempo que favorece el noviazgo de su hijo con su sobrina Aurora. Pero la pasión de hijastro y madrastra va a más, hasta desbordarlos a ellos mismos. El Duque ya sólo se preocupa de castigar su deshonra pero ocultamente, sin que transcienda al público, pues entonces su descrédito sería irreparable. Por eso razona en impecable romance:

 

Éste ha de ser un castigo    

vuestro nomás, porque valga         

para que perdone el cielo  

el rigor por la templanza.

Seré padre y no marido,     

dando la justicia santa       

a un pecado sin vergüenza 

un castigo sin venganza.    

Esto disponen las leyes

del honor, y que no haya    

publicidad en mi afrenta    

con que se doble mi infamia.         

Quien en público castiga    

dos veces su honor infama,

pues, después que le ha perdido,   

por el mundo le dilata.       

La infame Casandra dejo    

de pies y manos atada,      

con un tafetán cubierta,

y, por no escuchar sus ansias,        

con una liga en la boca,     

porque, al decirle la causa,

para cuanto quise hacer     

me dio lugar, desmayada.  

Esto aun pudiera, ofendida,           

sufrir la piedad humana,    

pero dar la muerte a un hijo,         

¿qué corazón no desmaya?  

Sólo de pensarlo, ¡ay, triste!,         

tiembla el cuerpo, espira el alma, 

lloran los ojos, la sangre    

muere en las venas heladas,          

el pecho se desalienta,       

el entendimiento falta,      

la memoria está corrida     

y la voluntad turbada.        

Como arroyo que detiene   

el hielo de noche larga,     

del corazón a la boca

prende el dolor las palabras.          

¿Qué quieres, amor? ¿No ves          

que Dios a los hijos manda 

honrar los padres, y el Conde         

su mandamiento quebranta?

Déjame, amor, que castigue           

a quien las leyes sagradas  

contra su padre desprecia, 

pues tengo por cosa clara  

que si hoy me quita la honra,

la vida podrá mañana.       

Cincuenta mató Artajerjes 

con menos causa, y la espada        

de Dario, Torcato y Bruto   

ejecutó sin venganza         

las leyes de la justicia.       

Perdona, Amor, no deshagas          

el derecho del castigo        

cuando el Honor, en la sala

de la Razón presidiendo,

quiere sentenciar la causa.

El fiscal Verdad le ha puesto          

la acusación y está clara    

la culpa, que Ojos y Oídos  

juraron en la probanza.

Amor y Sangre, abogados,  

le defienden, mas no basta,           

que la Infamia y la Vergüenza        

son de la parte contraria.   

La Ley de Dios, cuando menos,

es quien la culpa relata;    

su Conciencia quien la escribe,       

¿pues para qué me acobardas?        

Él viene, ¡ay, cielos, favor!

 

 En una trampa artera, de nuevo entre mentiras y ocultamientos, logra que los enamorados se hagan mucho daño. Federico asesina a Casandra creyendo que es un noble de Ferrara que se ha rebelado contra su padre. El Marqués, prometido de Aurora, liquida a Federico: se consuma el castigo sin aparente venganza. El final es de una belleza estremecedora (respetamos la numeración de los versos para que se aprecie el conjunto):

 

FEDERICO  

¡Oh, padre!, ¿por qué me matan?   

DUQUE       

En el tribunal de Dios,        

traidor, te dirán la causa.  

Tú, Aurora, con este ejemplo,    3000

parte con Carlos a Mantua, 

que él te merece y yo gusto.          

AURORA    

Estoy, Señor, tan turbada   

que no sé lo que responda. 

BATÍN        

Di que sí, que no es sin causa          3005

todo lo que ves, Aurora.    

AURORA    

Señor, desde aquí a mañana          

te daré respuesta.

 

(Salga el MARQUÉS.)

 

MARQUÉS   

Ya

queda muerto el Conde.

DUQUE       

En tanta

desdicha aún quieren los ojos         3010

verle muerto con Casandra.           

 

(Descúbralos.)

 

MARQUÉS   

Vuelve a mirar el castigo    

de su culpa.

DUQUE       

Tente, aguarda

Marqués, porque para verle

llanto sobra y valor falta;    3015

pagó la maldad que hizo    

por heredarme.

BATÍN        

Aquí acaba,

senado, aquella tragedia    

del castigo sin venganza,   

que, siendo en Italia asombro,        3020

hoy es ejemplo en España.

 

2) Interpretación

Muchas preguntas asaltan al espectador-lector: ¿cuánto hay de hipocresía y cuánto de respeto al honor en el comportamiento del Duque? ¿Se permiten todas las trampas para preservar su imagen pública? El amor sincero, ¿siempre ha de perder y los amantes acabar de víctimas? Para el lector avisado quedan las respuestas. Asimismo,  la obra contiene unas interesantes reflexiones de Lope sobre el valor de la comedia, artefacto artístico que oscila, a ojos del espectador, entre el entretenimiento y la reflexión, la fascinación suspendida y la revisión de valores sociales barrocos.

 

  1. PROPUESTA DIDÁCTICA

 

CONTROL SOBRE EL CASTIGO SIN VENGANZA, DE LOPE DE VEGA (desarrollo oral o escrito, individual o en grupo; exige una lectura cuidadosa del texto completo; se puede realizar en clase dramatizadamente).

 

1)    Narra el primer encuentro entre Casandra y Federico.

2)    ¿Qué le aconseja Febo al Duque en  la primera escena para que sea más feliz?

3)    ¿Qué es y para qué sirve la comedia, según el Duque?

4)    En el primer encuentro entre el Duque y su sobrina, ¿qué le pide ésta? ¿Por qué?

5)    ¿Quién es el primero que se percata de lo que ocurre entre Federico y Casandra?

6)    ¿Cómo se porta el Duque con Casandra tras el matrimonio?  Ejemplifica

7)    “Tú me engañas,  yo me abraso” (v.1521), dice Federico. ¿A quién? Explica su sentido.

8)    ¿Qué le regala a Aurora el Marqués? ¿Con qué intención? ¿Qué consecuencias tendrá?

9)    “Letras, ¿decís esto o no?” (v. 2493). ¿Quién dice esto? ¿Por qué? ¿Consecuencias?

10) ¿Cómo acaba la pieza? Valora el final (100 palabras)

 


No hay comentarios: