San Marcos, León (VII-2020) ©SVM |
GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER -RIMA
LIII (“VOLVERÁN LAS OSCURAS GOLONDRINAS”)
Rima LIII
Volverán las oscuras golondrinas 1
en tu balcón sus nidos a colgar,
y otra vez con el ala a sus cristales
jugando llamarán.
Pero aquellas que el vuelo refrenaban 5
tu hermosura y mi dicha a contemplar,
aquellas que aprendieron nuestros nombres...
ésas... ¡no volverán!
Volverán las tupidas madreselvas
de tu jardín las tapias a escalar, 10
y otra vez a la tarde aún más hermosas
sus flores se abrirán.
Pero aquellas cuajadas de rocío
cuyas gotas mirábamos temblar
y caer como lágrimas del día... 15
ésas... ¡no volverán!
Volverán del amor en tus oídos
las palabras ardientes a sonar;
tu corazón de su profundo sueño
tal vez despertará.
20
Pero mudo y absorto y de rodillas,
como se adora a Dios ante su altar,
como yo te he querido..., desengáñate,
nadie así te amará.
- ANÁLISIS
Gustavo Adolfo Bécquer
(Sevilla, 1836 – Madrid, 1870) es el más importante poeta del Romanticismo
español. Bécquer encarna el espíritu romántico en la literatura española de una
manera definitiva y clara. Se ha considerado un romántico tardío, pues, en efecto,
cuando inicia y desarrolla su producción literaria, el Romanticismo ya estaba
finalizando y el realismo se abría paso con fuerza en el panorama literario
español.
Bécquer publicó
separadamente sus poemas en distintos medios de comunicación, como periódicos y
revistas. Cuando la muerte lo sorprendió no había logrado recogerlos todos en
una edición única, aunque había iniciado esta tarea con su famoso manuscrito El libro de los gorriones. Fueron sus
amigos quienes póstumamente recogieron la producción literaria del poeta
hispalense en el ya famoso título de Rimas;
la primera inicio se remonta a 1871.
Ahora nos vamos a ocupar de la rima 53 (“Volverán las oscuras golondrinas”). Pertenece a la tercera sección de contenido, según la clásica división de su poemario en cuatro secciones (1.- metapoética o reflexiva sobre los fundamentos de la poesía; 2.- celebración del amor correspondido; 3.- expresión del fracaso amoroso; 4.- intuición y certeza de la muerte y la disolución final). Como apuntamos previamente, en la sección tercera, se encuadran los poemas que expresa el fracaso amoroso, la decepción sentimental y una suave amargura qué llena de melancolía estos poemas.
- Resumen del contenido
El poeta se dirige a la mujer amada, que ya no le corresponde en sus sentimientos amorosos, para advertirle que nadie podrá amarla como él lo ha hecho. El contenido se estructura en tres estrofas exactamente iguales en cuanto a su disposición formal. En cada una de ellas se comienza con la expresión afirmativa de una realidad natural; pero inmediatamente en la segunda parte de la estrofa el contenido se ve matizado o directamente negado. En la primera estrofa explica el regreso de las golondrinas en primavera; sin embargo, aquellas golondrinas concretas, casi personalizadas, testigos de la dicha de los amantes, ésas no volverán; es un modo de expresar que no es posible repetir la felicidad pasada. En la segunda estrofa se recuerda que las madreselvas volverán a trepar por las paredes de la casa que los acogió; sin embargo, no podrán volver a contemplar juntos las flores de la madreselva cuajadas de gotas de rocío. Finalmente, en la tercera y última estrofa se apunta a que la dama volverá a escuchar palabras de amor conmovedoras; sin embargo, le advierte con notable contundencia dolorosa que nadie volverá a amarla como él lo ha hecho, pues ha adorado a su dama como si fuera una diosa. Como se puede apreciar, la significación va creciendo en intensidad y dramatismo.
- Tema
El poema expresa, podríamos decir que paradójicamente, la advertencia a la mujer amada sobre la certeza de su fracaso amoroso futuro. En otras palabras, el asunto principal del poema es la constatación de la derrota de una pasión amorosa irrepetible, aunque las apariencias indiquen lo contrario.
- Apartados temáticos
Este poema se estructura en
3 apartados temáticos, que se corresponden con las tres estrofas. En cada una
de ellas podemos apreciar dos bloques de contenido bien diferenciados. Los
cuatro primeros versos expresan afirmativamente una realidad y en el segundo
bloque, que coincide con los cuatro últimos versos, se matiza o se niega que
pueda repetirse la experiencia original. Este segundo bloque siempre comienza
con la conjunción “pero”, indicando de este modo que existe una contrariedad o
dificultad que impide que se realice la acción previamente presentada.
De este modo, tenemos:
- El primer apartado,
identificable con la primera estrofa (vv. 1-8), se aprecian las dos secciones
explicadas. El poeta expresa la certeza de que volverán las golondrinas al lugar
dónde los amantes encontrado; sin embargo, ya no serán las mismas.
-La segunda estrofa (vv.
9-18) forma el segundo apartado. El yo poético también transmite la certeza de
que en este caso la planta madreselva volverá a trepar por las tapias de la
casa que los acogían, y también a florecer; pero justamente aquellas flores que
vieron temblar por una gota de rocío, que ayudaron a establecer una relación de
complicidad con la pareja, ya no volverán aparecer el mismo modo
-La tercera y última estrofa (vv. 17-24) forman la tercera sección de contenido. El poeta admite que la dama escuchará palabras de amor, más o menos conmovedoras, pero no podrán expresar la pasión y la intensidad de amor que él sentía por ella antes de la ruptura.
- Análisis métrico y de la rima
Cada una de las estrofas
del poema está compuesta por 8 versos; son endecasílabos (11 sílabas), excepto
el cuarto y el octavo de cada estrofa, que son heptasílabos (7 heptasílabos).
Esta combinación versal de arte mayor y menos es típica de Bécquer y se repite
en muchos de sus poemas.
En cuanto a la rima, observamos que los versos pares (2, 4, 6, etc.) riman en asonante (en á), en tanto que los versos impares (1, 3, 5, etc.) quedan libres. Esta rima romanceada también es típica de la poesía becqueriana. La combinación crea una original musicalidad y aporta un ritmo y una cadencia suaves, melodiosos y agradables.
- Acercamiento estilístico
La aparente sencillez del
poema encierra una sutil y hermosa elaboración en torno a la metáfora y a los
recursos de repetición (aliteración, anáfora, paralelismo, bimembración y el
ritmo que proporciona la distribución acentual). Veamos los casos más
llamativos:
El poema se abre con un
encabalgamiento e hipérbaton que ocupa los dos primeros versos. Dentro de él
descubrimos un epíteto (“oscuras”, atribuido a “golondrinas”) y una metáfora,
pues las golondrinas se refieren a los momentos de felicidad compartida. La significación
de “jugando llamarán” incide en el campo semántico de esa metáfora (vv. 3-4).
Notemos que el significado se crea en torno al ave de la golondrina, que ayuda
a crear una imagen fresca y cercana para el lector.
Esta significación se ve
contrastada, en antítesis introducida por la conjunción adversativa “pero” (v.
5). Las golondrinas se personifican inmediatamente, pues “refrenan” su vuelo al
contemplar la “hermosura” de ella y la “dicha” de él (vv. 5-8). La repetición
de “aquellas” (vv. 5 y 7), en dos sintagmas que forman un paralelismo muy
llamativo, que a su vez forman una anáfora, advierten que algo negativo sucede.
También contribuyen a esa sensación negativa las dos suspensiones (creada con
los puntos suspensivos) y la exclamación retórica “¡no volverán” (v. 8); este
verso se repite exactamente igual en el v. 16, enfatizando la idea de que
aquello se acabó y no se repetirá.
La segunda estrofa está
construida en forma paralelística respecto de la primera (y lo mismo volveremos
a comprobar en la tercera). Ahora el elemento natural es “las tupidas
madreselvas” (v. 9). También la planta se personifica, pues “trepa” por los
muros hasta alcanzar las ventanas de la casa. El foco de la significación se
centra en su flor, como antes habían sido las alas de la golondrina. De nuevo
el paralelismo de “aquellas”, la doble suspensión. Se ve intensificada la
significación alusiva a belleza, naturalidad y frescura con el símil “como
lágrimas del día” (v. 15), referida a las gotas de agua del rocío que conserva la
flor.
La tercera estrofa presenta
la misma estructura formal, pero el contenido varía notablemente. Ahora, el
“amor” (v. 17) ocupa una posición principal, reforzada esta idea con la
metáfora y sinestesia que encierra la expresión “palabras ardientes” (v. 18).
Otra metáfora del mismo campo de significación, “corazón” (v. 19), contribuyen
a focalizar el asunto nuclear del poema: la pérdida del amor y su
irrepetibilidad. Los últimos cuatro versos continúan con la estructura
sintáctica previa y bien conocida, con la conjunción “pero” abriendo todo el
enunciado. Sin embargo, un polisíndeton que encierra tres metáforas, (“mudo y
absorto y de rodillas”, v. 21), ofrece una imagen ya completamente centrada en
el yo poético: confiesa su amor hacia ella en términos divinos o religiosos.
Esta expresión del amor humano como si fuera divino
la aclara muy bien el símil “como se adora a Dios ante su altar” (v. 22). El
poeta revela sus sentimientos apasionados hacia la dama utilizando el verbo en
primera persona, aunque en un tiempo pasado, “como yo te he querido...” (v.
23). Y se dirige a la antigua amada con un imperativo lleno de amargura,
“desengáñate” (v. 23). Aquí descubrimos que ha sido ella quien lo ha
abandonado, lo que ha provocado las cuitas del yo poético. La sinonima
establecida con los verbos “querer” y “amar” (vv. 23 y 24) insisten en la idea
del amor intenso y firme que él ha sentido por ella. En estos momentos el poema
adquiere un tono dialógico, pues aparenta una conversación entre ambos, próxima
a la confesión desesperada y llena de reproches de él.
Es ahora cuando
comprendemos que las golondrinas, las madreselvas y las palabras (los tres
sustantivos que abren las tres estrofas) son metáforas del amor irrepetible,
por intenso y auténtico, que el yo poético le ha profesado a su dama. Ahora
adquiere pleno sentido el verso final: “nadie así te amará”; ella, pues, habrá
de sufrir la frustración de no encontrar un amor semejante al del yo poético.
Un elemento muy
interesante en la creación de la significación del poema es el empleo de los
tiempos verbales. Vemos que el futuro simple es el tiempo más empleado. Alterna
con el pretérito imperfecto en los versos descriptivos de cada poema, para
pintar el cuadro idílico cuando ambos se amaban en el jardín de la casa donde
todo contribuía a crear una atmósfera de complicidad y felicidad.
Este análisis nos ha permitido desvelar una cuidadosa estructura poemática sustentada en el uso de recursos de repetición de palabras y sintagmas, junto con la de versos (vv. 8 y 16). El poema pinta un cuadro amatorio hermoso e intenso, pero es como el contraste para expresar la amargura de la constatación de un amor perdido, junto con el consiguiente abandono, por parte del yo poético. Este se erige casi en adivino, al pronosticar a la dama futuros fracasos amorosos, pues su amor es irrepetible y superior.
- Contextualización autorial
Bécquer es, sin
duda, el gran poeta romántico español. Lo más paradójico y llamativo es que
inicia su producción poética cuando se apagaban los últimos rescoldos
románticos. Se le ha llamado poeta “tardorromántico” (junto con la insigne
Rosalía de Castro), y con mucha propiedad. En un momento en que el realismo,
con su observación minuciosa de la realidad, sobre todo la sórdida, y el
triunfo de los valores burgueses, Bécquer presenta una poesía subjetiva, lírica
y vibrante. Acaso por eso pasó sin pena ni gloria entre sus contemporáneos. Se
ha destacado como influencias destacadas en Bécquer la de la poesía popular
tradicional andaluza y la romántica alemana (especialmente, la del poeta H.
Heine). Ambos componentes son importantes y contribuyeron a la concentración
expresiva, la relativa sencillez compositiva y el sesgo intimista y dramático
de sus composiciones. Resumimos brevemente los rasgos de la poesía romántica,
bien verificables en este poema (se pueden encontrar más explicitados, en este
mismo blog, en otros análisis de otros poemas de Bécquer):
-Subjetividad:
el yo prima por encima de toda otra consideración. La contemplación del mundo y
sus circunstancias gira en torno a la persona del poeta, que se interesa sobre
todo por expresar su individualidad, en general, en choque con el mundo. Se
aprecia muy bien en el empleo de los verbos en primera persona.
-Intimismo:
frente a la exterioridad y el grupo, al poeta le interesa su interioridad y el
modo de encajar su persona en una sociedad, en general, hostil.
-Sentimentalidad:
el mundo de las emociones es más interesante que el de las observaciones o de
las acciones. El poeta se centra principalmente en escuchar, ordenar y
transmitir poéticamente sus sentimientos.
-Empleo
cómplice de la naturaleza: distintos elementos naturales sirven para expresar
un estado de ánimo, sea el que fuere. Aquí, hemos visto cómo un ave, la
golondrina, y una planta, la madreselva, sirven para expresar la amargura del
abandono amoroso.
-Cierta rebeldía y exaltación de la libertad: en este poema apenas se manifiesta en cuanto al fondo. En la forma, podemos apreciar cómo Bécquer combina versos y rimas de distinto ámbito, rompiendo con los moldes clásicos, para crear poemas brillantes y vibrantes.
- Interpretación y valoración
El poema
“Volverán las oscuras golondrinas” es un preclaro ejemplo de excelente poesía
romántica: intimismo, subjetividad y sentimentalidad al servicio de la belleza
poética en grado sublime. El yo poético muestra su amargura por el fracaso
sentimental, y lo hace a través de muy bellas imágenes naturales que se
representan en la mente lectora con viveza y expresividad.
La aparente
sencillez compositiva esconde un cuidado e intenso trabajo de elaboración
literaria. El poeta levanta una arquitectura verbal en la que vemos las vigas
maestras, pero, al mismo, tiempo, percibimos el resto de los elementos
ornamentales y el edificio completo, auténtica perla literaria.
La poesía de
Bécquer no ha perdido nada de actualidad, a pesar del siglo y medio
transcurrido desde su escritura porque posee tres raras y, por ello, preciosas
cualidades, propias de la buena literatura: la autenticidad, la transparencia y
la belleza formal.
PROPUESTA DIDÁCTICA
(Estas
actividades se pueden realizar de modo oral o escrito, de forma individual o en
grupo, en la clase o en casa, de modo tradicional o con ayuda de los medios
TIC).
2.1. Comprensión lectora
1)
Resume el contenido del poema, señala el tema y los apartados temáticos.
2)
Explica la causa de la afirmación tan contundente del yo poético dirigido a la
dama: “nadie te amará”.
3)
El poema, ¿es optimista o pesimista en el tratamiento del asunto amoroso?
Aporta razones.
4)
¿Cómo y por qué el poema posee un tono de diálogo, como conversacional? Para
ello, has de Localizar las marcas gramaticales donde vemos al “yo” y al “tú”.
5) Señala el efecto en el significado del poema de algunos recursos retóricos especialmente significativos y referidos a la repetición.
2.2. Interpretación y pensamiento
analítico
1)
Localiza los dos elementos naturales que participaban, de algún modo, en la
dicha amorosa del poeta y su amada. Fíjate en los adjetivos que acompañan a
esos sustantivos para delimitar el tono risueño o sombrío en cada sección de
cada estrofa.
2)
El poeta, ¿se mueve por el rencor, el despecho, la amargura, o todo a la vez,
cuando advierte a la dama que nadie la amará como él lo ha hecho?
3) ¿Qué sentido tiene la expresión “tu corazón de su profundo sueño / tal vez despertará” (vv. 19-20)? Interpreta las dos metáforas que están dentro de ella.
2.3. Fomento de la creatividad
1)
Buscar una música y unas imágenes adecuadas (de paisaje, por ejemplo) para un
recitado declamatorio, a modo de diaporama.
2)Transformar
en relato o en texto teatral el contenido del poema, de forma libre.
3)
Indagar sobre la vida de Bécquer y, en concreto, sus desafortunados amoríos con
Julia Espín y establecer hasta qué punto su vida está recogida en el poema.
4)
Su hermano Valeriano era pintor: buscar cuadros de él, o de otros pintores
románticos, cuyos paisajes encajen con la naturaleza presentada en el poema.
No hay comentarios:
Publicar un comentario