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JORGE GUILLÉN: “LAS DOCE EN EL RELOJ”
Dije: Todo ya
pleno. 1
Un álamo vibró.
Las hojas plateadas
Sonaron con amor.
Los verdes eran grises,
5
El amor era sol.
Entonces, mediodía,
Un pájaro sumió
Su cantar en el viento
Con tal adoración
10
Que se sintió cantada
Bajo el viento la flor
Crecida entre las mieses,
Más altas. Era yo,
Centro en aquel instante
15
De tanto alrededor,
Quien lo veía todo
Completo para un dios.
Dije: Todo, completo.
¡Las doce en el reloj!
20
- ANÁLISIS
Jorge Guillén (Valladolid, 1893 - Málaga, 1984) es uno de los más destacados poetas de la Generación del 27. Profesor de literatura, crítico y poeta, nos dejó hermosos poemarios recogidos bajo el título de Aire nuestro; en ellos se integra Cántico, Clamor y Homenaje, los títulos más importantes de su producción. Pasa por ser uno de los más directos discípulos de la “poesía pura” defendida por Juan Ramón Jiménez, centrada en la esencialidad y la depuración de la expresión poética.
- Resumen
El poema “Las doce en el reloj” procede de Cántico, primer volumen de su producción poética. Recoge poemas de tono optimista, sereno y conciliadoramente alegres respecto de la existencia del hombre en comunión con la naturaleza y el universo, desde una perspectiva existencial y espiritual. El poema presenta la contemplación ensimismada del yo poético del mediodía. En medio del campo, el individuo se empapa de elementos naturales que provocan un éxtasis contemplativo, una fusión sensitiva y una dicha de plenitud. Los elementos que contempla son: un álamo con sus hojas bicolores, el sol en el centro del cielo, el canto de un pájaro, el viento y una flor crecida entre cultivos de cereales. Apreciamos que las percepciones sensitivas afectan a todos los sentidos excepto al del olfato. Los colores agradables y cálidos y los sonidos musicales aportan armonía y serenidad. A la contemplación del paisaje le sigue una consciencia feliz y plena de sí mismo. La sensación de completación lo llena todo; el yo poético se siente pleno, gracias a estar integrado en un conjunto superior, que se puede identificar con el mundo, el universo o la existencia.
- Tema
El tema del poema se puede enunciar así: la integración contemplativa del hombre en la naturaleza aporta plenitud al yo poético. Dicho de otro modo: el mundo es armonioso y esta certeza sentida genera una fusión y dicha del yo poético con aquel.
- Apartados temáticos
El poema se
presenta muy compacto en su significación; todo el sentido está como
comprimido, muy apretado, sin cesiones a la digresión. No obstante, se pueden
distinguir tres apartados temáticos:
-El primer
apartado (vv. 1-6) se centran en torno al álamo y al sol. Son los dos primeros
elementos contemplados por el yo poético. Evidentemente, le provocan felicidad
y sosiego.
-El segundo
apartado (v. 1.ª parte del verso 14, hasta el punto y seguido) giran en torno
al canto de un pájaro, que se extiende por el campo, y la flor, que se ve
afectada por ese campo. Las sensaciones previas van in crescendo.
-El tercer
apartado (segunda oración del v. 14-20) presenta un giro de introspección, como
al principio. El yo poético se siente dentro y en el centro de esa naturaleza
perfecta y equilibrada. Esa sensación, o certeza, de que todo está bien como
está, le insuflan felicidad y sentido: la plenitud de que todo es como debe
ser.
La repetición paralelística de los versos 1 y 19 dotan al poema de una estructura circular y cerrada. Todo queda dentro porque es perfecto y sublime. Es como si se congelara el tiempo dentro del poema.
- Aspectos métricos y de rima
El poema está compuesto por veinte versos heptasílabos. Los versos pares riman en asonante (ó) y los impares quedan libres. Estamos, pues, ante la estructura poética del romancillo. Obsérvese que la significación aparece extraordinariamente comprimida, pues el espacio para expresarse es mínimo. El efecto de intensificación del significado es inevitable y característico de este poema.
- Comentario estilístico
El poema
presenta una oscilación entre el yo poético, que percibe y siente, y la
naturaleza, para acabar en una fusión entre ambos elementos. La primera palabra
del poema, “Dije” (v. 1) presenta al yo poético en un acto de habla que
manifiesta su sensación de plenitud. A continuación, se enuncian concisa y
hasta lacónicamente acciones naturales, cuyas oraciones ocupan uno (v.2, 5 y 6)
o dos versos (vv. 3-4). Las personificaciones actúan insuflando vida
inteligente: el álamo vibra y las hojas plateadas suenan “con amor” (v.4).
En el verso
5, “los verdes eras grises”, observamos dos metonimias y una paradoja. Ambos
recursos sirven para expresar la admiración por los dos colores de las hojas de
los álamos, que, movidas por el viento, se confunden en una amalgama de
colores. La repetición de la palabra “amor (vv. 4 y 6) insiste en la idea del
equilibrio feliz de la naturaleza entera, que comparte un sentimiento
fraternal. El yo poético anuncia en el verso 7 el momento del día en el que se
halla: “mediodía”. Comienza acto seguido la consignación de que un pájaro
canta, con tal “adoración” (v. 10) que conmueve una flor que crece escondida
entre las mieses. Es un modo de expresar la comunión profunda que existe en la
naturaleza, en ese preciso instante. El verso 14 introduce con el pronombre
personal “yo” al sujeto poético; ocupa el centro de ese momento y ese lugar de
armonía, equilibrio y plenitud, expresado a través de la original y sugestiva
metáfora “de tanto alrededor” (v. 16). El vocablo “completo” (repetido en los
versos 18 y 19, al principio y al final de cada uno de ellos, en un quiasmo
perfecto y muy expresivo) transmite la idea de totalidad, como ya vimos con
“pleno” en el verso 1.
En el verso
19 se repite el verbo en primera persona “dije”; el yo poético se reafirma en
su sensación de centralidad y completación con dos palabras unidas por una
coma: “Todo” y “completo”. La elipsis provocada por la supresión del verbo
adensa enormemente el significado del verso y fusiona en una unidad única la
totalidad y la completación. La rima interna que se crea (o) contribuye a crear esa sensación. Se cierra el poema con un
epifonema (un enunciado exclamativo que resume el contenido del texto) formado
por una frase sin verbo que ocupa el último verso nominaliza y esencializa todo
el contenido intensamente. La imagen de que el reloj marca las doce en punto es
símbolo en sí mismo de la plenitud amorosa, perfecta y armónica que comparte el
yo poético con la naturaleza.
Llama la
atención la ausencia de adjetivos calificativos. Esto provoca un inmediato
efecto de adensamiento del significado; ante la ausencia de adjetivos como
exornos (suplidos por una preposición más sustantivo, como en el verso 4:
“sonaron con amor”), la condensación del sentido es máxima. Teniendo en cuenta
la brevedad de los versos y del poema, podemos comprender la intensificación
significativa a que está sometido el poema.
Los verbos en tiempo pasado nos indican que el poeta está recordando una experiencia, es decir, está reviviendo para él mismo y para el lector un momento de plenitud y dicha, bajo el signo de la armonía y el amor. La estructura circular del poema, bien visible en la repetición paralelística de los versos 1 y 19, inciden en la recreación de un momento único y perfecto. La nominalización aporta también una densificación significativa intensa y permanente. Es indudable que imprime al poema cierta gravedad expresiva, incluso solemnidad declamativa.
- Contextualización
Jorge Guillén
es uno de los más interesantes poetas de la Generación del 27. Su poesía, en la
línea de Juan Ramón Jiménez, maestro de todos los poetas del grupo citado, se
inscribe en la línea de depuración expresiva, de esencialización de la
expresión y de rigor expresivo, podando elementos accesorios y ornamentales.
Se aprecia en
la poesía de Guillén de esta etapa de antes de la guerra civil española,
recogida en Cántico, un tono
optimista, de confianza y reconciliación del hombre con su entorno. La
sensación de plenitud y de perfección suele repetirse en sus poemas. Esto
contribuye a una creación poética limpia de adherencias sentimentales u
ornamentales que adornan, pero no aportan.
Las
estructuras estróficas elegidas por Guillén suelen ser cortas (décimas, por
ejemplo), por lo que exigen una alta densidad de significación. En fin, estamos
ante un poeta que expresa la dicha de la existencia, la armonía del hombre con
la naturaleza y el amor como una fuerza que todo lo abraza.
Tras la guerra civil y el exilio, Guillén pasó por un período de poesía sombría, con tonos de denuncia y de desaliento existencial. Se recoge esta poesía amarga y dolorida en los poemas de Clamor.
- Interpretación y valoración
Jorge Guillén
elabora una poesía esencialista, muy sobria en la expresión y reconcentrada en
el contenido. “Las doce en el reloj” es un hermoso poema en el que se canta la
felicidad de la existencia, la corriente de amor que recorre el mundo, la
armonía sutil que ordena y da sentido a todos los elementos naturales. El
poeta, en el centro, percibe y siente esa existencia de manera plena. Su poema
nos trasporta a un estado espiritual del poeta embargado por la dicha de vivir
en un mundo coherente y bello.
La extremada
desnudez expresiva, bien perceptible en los enunciados breves, la elipsis como
recurso recurrente y la escasez de adjetivos imprimen al poema un tono
reconcentrado, con la significación comprimida. No se puede decir más con tan
pocas palabras.
- PROPUESTA DIDÁCTICA
(Las siguientes actividades se pueden realizar de modo individual o en grupo; de manera oral o escrita; en clase o en casa; utilizando medios tradicionales o recursos TIC, según las circunstancias lo aconsejen).
2.1. Comprensión lectora
1) Resume el poema (100 palabras, aproximadamente).
2) Señala su tema principal y los secundarios.
3) Delimita los apartados temáticos, atendiendo a las
modulaciones de sentido.
4) Analiza los aspectos métricos y de rima; deduce la estrofa
empleada.
5) ¿Qué tono tiene el poema: positivo, optimista, esperanzado,
o todo lo contrario?
6) Señala las imágenes más importantes que jalonan el poema,
sobre todo referidas a elementos naturales y cómo impactan en el poeta.
7) Localiza y explica una docena de recursos estilísticos y cómo crean significado.
2.2. Interpretación y pensamiento analítico
1) ¿Dónde y en qué momento se halla el poeta en su poema?
2) Indica los tipos de emoción que expresa el yo poético.
3) ¿Qué importancia poética posee la naturaleza en el poema?
4) ¿Cómo se aprecia en el texto el valor del amor?
5) ¿Aparece el pronombre “yo” en el algún momento? (Busca en el
verso 14). ¿En qué lugar está situado? ¿Es importante la subjetividad del poeta
en el conjunto de la significación del poema?
6) En el poema se evidencia cómo actúan algunos de los cinco
sentidos en la captación de la perfección del momento: explícalos.
7) Explica el sentido del último verso “¡las doce en el reloj!” (v. 20).
- 2.3.
Fomento de la creatividad
1) Compón un poema o texto en prosa que exprese la admiración
por elemento geográfico.
2) Imagina y transcribe una conversación o plática entre los
elementos naturales y Jorge Guillén.
3) Realiza una exposición sobre Jorge Guillén, su poesía y su
tiempo, para ser presentada ante la clase o la comunidad escolar, con ayuda de
medios TIC o pósteres, fotografías, pequeña exposición bibliográfica, etc.
4) Aporta o crea imágenes de paisajes
idóneos para contemplarlos y “fusionarse” con ellos, siguiendo el ejemplo de
Jorge Guillén.
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