Baiona, Pontevedra (VIII-2020) © SVM |
ROSALÍA DE CASTRO: “EU BEN VIN ESTAR Ó
MOUCHO”, CANTARES GALLEGOS (1863)
(16)
Eu ben vin estar ó moucho
Enriba d' aquel penedo:
¡Non che teño medo moucho,
Moucho non che teño medo!
-I-
Un-ha noite, noite
negra, 1
Com' os pesares qu' eu
teño,
Noite filla das sombrisas
Alas que estenden os
medos;
Hora en que cantan os
galos, 5
Hora en que xemen os
ventos,
En qu' as meigas bailan,
bailan,
Xuntas có demo pirmeiro,
Arrincando verdes robres,
Portas e tellas
fendendo, 10
Todas de branco vestidas
Tendidolos brancos pelos
Contra quen os cans
oubean
Agoirando triste enterro;
Cando relumbrar se
miran 15
Antr' os toxales espesos,
Cal encendidas candeas
Ollos de lobo famento,
E os ramallaxes dos
montes
Antre sí murmuxan
quedos, 20
E as follas secas qu'
espallan
Os aires da noite
inquietos,
En remuiños se xuntan
Con longo estremecemento;
Indo camiño da Igrexa, 25
Soya cós meus pensamentos
Cabo da fonte da Virxe
Pretiño dó cimeterio,
Dempois de sentir un
sopro
Que me deixou sin
alento, 30
Eu ben vin estar ó moucho
Enriba d' aquel penedo.
-II-
Arrepuïñadas todas
As carnes se me puñeron
E os cabelos no
curuto 35
Fórons' erguendo
direitos:
Gotas de sudor corrian
Afio pó lo meu peito,
E trembaba como tremban
As auguas cando fay
vento, 40
Ná pia da fonte nova
Que sempre está
revertendo.
Aquel moucho ali fincado,
Cal si fose ó mesmo demo,
Fito á fito me
miraba 45
Có seus ollos rapiñeiros,
Que coidei que me
roubaban
Non mais que de lonxe
velos,
De lume me paresian
E que me queimaron
penso, 50
Penso qu' eran tizós
roxos
Da fogueira dos infernos
Que pó las niñas me
entraron
Hastr' ó corazon direitos
En el remorsos habia 55
D' amoriños pecadentos...
¡Ay! quen ten d' eses
amores
Non pod' achar bon
sosiego!
Chovia, si Dios ten
augua,
Ventaba en tódolos
ventos, 60
E ensarrapicada toda
A camiñar non m' atrevo
Qu' ó moucho fita que
fita
M' aspera na quel penedo.
Mais acordeime da
Virxe 65
Que sempre conmigo levo,
Resoll' un Ave-Maria
E cobrando novo alento,
Com' os páxaros do mare,
Nadando, paso ó
regueiro, 70
Corro á enriba dó valado,
Brinco en baixo dó
portelo,
E den' ali, berro
estonces
Con cantas forzas eu teño:
Non che teño medo moucho,
Moucho non che teño medo.
- ANÁLISIS
- Resumen
Este delicioso poema cuenta una historia y nos deja entrever el carácter y el estado de ánimo de su protagonista femenina. Una joven camina, en medio de la lluvia, de noche, por los campos, camino de la iglesia. De pronto, observa un búho en un peñascal y eso le provoca mucho miedo por su aspecto diablesco, mirándola fijamente con sus ojos blancos brillantes. Remueve sus sentimientos más profundos, como los amores furtivos que mantiene. Mojada y temerosa, echa a correr, salta el vallado que da acceso al recinto sagrado, reza un ave María y se encamina a la iglesia. Sintiéndose a salvo le grita al búho que no le tiene miedo.
- Tema
Podemos enunciar el tema del siguiente modo: superación del miedo ante al búho gracias al coraje y la fe. También se podría presentar afirmando que es la expresión del temor paralizante combatido con valentía y arrojo.
- Apartados temáticos o secciones de contenido
Los poemas de
Cantares gallegos poseen una
estructura fija y repetitiva: son glosas o variaciones personales a estribillos
o coplas populares gallegas. El caso que nos ocupa no es distinto: sobre una
estrofa popular que narra el encuentro de una persona con el búho, animal de
connotaciones siniestras, aquella se reivindica e increpa al ave proclamando
que no lo teme. Los apartados temáticos se pueden establecer del siguiente
modo:
-Cantar
popular: constituido por una cuarteta; es el motivo principal y se enuncia en
letra cursiva, para distinguirlo de la explicación en sí.
-Primera
glosa: marcada con –I-; el yo poético habla en primera persona. Se presenta a
él mismo y la situación: una noche lluviosa paseando por el campo se topa con
un búho, lo que le causa mucho temor; remueve sus sentimientos y temores
angustiosos, sin aparente solución. Se cierra con los dos primeros versos del
estribillo o cantar.
-Segunda
glosa: marcada con –II-; sobrepuesto el yo poético al susto inicial, corre
hacia la iglesia, reza bajo la lluvia, salta el vallado y, sintiéndose a salvo,
le grita al ave que no le tiene miedo.
-Cierre del poema: se basa en la repetición de los dos últimos versos del cantar popular. Se insiste, pues, en la idea del yo poético de que ya perdió todo temor al ave siniestra.
- Aspectos métricos, de la rima y de la
estrofa empleada
El cantar o copla popular inicial forma una cuarteta (cuatro versos octosílabos de rima consonante a, b, a, b). La glosa o explicación, en sus dos partes, se desarrollan en romance (serie de versos octosílabos con rima asonante en los pares, quedando los impares libres); la rima en é-o es la misma en ambos apartados de la glosa.
- Análisis estilístico
Como el poema
tiene una base popular, los recursos estilísticos son los propios de la poesía
folclórica, anónima, de transmisión oral y colectiva de Galicia. No repetimos
los ejemplos para no ser embarazosos; de cada recurso se aporta un ejemplo o
dos, si es el caso. Los recursos que sustentan la riquísima tejido poético son
los siguientes (muchos de ellos basados en el fenómeno de la repetición):
-Repetición
retórica de palabras o sintagmas: en el cantar, la palabra “moucho” se repite
cuatro veces; “medo”, dos veces. Luego se repite con frecuencia, por ejemplo en
el verso 1: “Un-ha noite, noite negra”, “fita que fita” (v. 73), etc. Aportan
expresividad e insisten en los campos semánticos fundamentales del poema.
-Anáfora:
especialmente significativa es la formada con la palabra “hora” (vv. 5-6); se
crea un efecto dramático muy potente sobre el momento aciago e infeliz en que
se desarrolla la acción.
-Hipérbaton y encabalgamiento, que suelen aparecer juntos, aportan variedad y sabor poético, como se puede apreciar en los versos 33-36:
Arrepuïñadas todas
As carnes se me puñeron
E os cabelos no
curuto
Fórons' erguendo
direitos.
-Paralelismo,
que provoca un efecto de viveza narrartiva, como en los versos 71 y 72: “Corro
á enriba dó valado, / Brinco en baixo dó portelo”.
-La
comparación o símil se usa con asiduidad para generar efectos plásticos e
imágenes de poder evocador: “Com' os páxaros do mare” (v. 69).
-La
derivación o políptoton, como en el caso anterior, también crea efectos de
plasticidad significativa muy interesantes: “Ventaba en tódolos ventos” (v.
60).
-Muy interesante resulta la personificación o prosopografía, con el objeto de aportar variedad, matiz y expresividad significativa. Un buen ejemplo lo hallamos en los versos 19-24; hemos subrayado los verbos y adjetivos que aportan un matiz prosopográfico de dramatismo y fuerza plástica:
E os ramallaxes dos montes
Antre sí murmuxan
quedos,
E as follas secas qu' espallan
Os aires da noite inquietos,
En remuiños se xuntan
Con longo estremecemento.
“Ramallaxes”, “follas”, “aires” conspiran, animados, para crear
una atmósfera temerosa y desapacible. Por otro lado, el “moucho” aparece
constantemente personificado, incluso más, identificado, a ojos del yo poético,
con el diablo; sus ojos echan fuego (“de lume me paresían” (v. 49).
-La metáfora
también juega un papel relevante en el poema. La más hermosa y de significación
expansiva en la que aparece en el verso 56: “D´amoriños pecadentos...”. La
suspensión amplifica e intensifica el misterio sobre esos amores prohibidos que
embargan a la muchacha. Otra palabra metafórica, misteriosa y enigmática es
“pesares” (v. 2), que siente en su alma el yo poético. Aporta un matiz de
misterio e intriga, lo que enriquece notablemente la significación del poema.
-El adjetivo
embellecedor, casi siempre epíteto por su significación redundante o
tautológica, aporta matices sensoriales de gran fuerza plástica. Véase, por
ejemplo, los versos 9 –16; hemos subrayado esos adjetivos intensificadores:
Arrincando verdes robres,
Portas e tellas
fendendo,
Todas de branco
vestidas
Tendidolos brancos
pelos
Contra quen os cans
oubean
Agoirando triste
enterro;
Cando relumbrar se
miran
Antr' os toxales espesos,
-La hipérbole
o exageración literaria aparece con bastante frecuencia, añadiendo
connotaciones de miedo, temor, angustia, ante el encuentro del yo poético con
el búho terrible. El yo poético siente un soplo que lo deja sin aliento (vv.
29-30), nada a toda prisa para pasar el reguero (v. 70), la mirada del búho es
tan feroz y penetrante que el yo poético piensa que lo quema por dentro (vv.
45-50), etc. Acaso la identificación del “moucho” con el diablo es la imagen
más impactante, visual y significativa del poema. El ave la miraba, desde el
peñascal, “cal si fose ó mismo demo” (v.44).
Este breve recorrido nos ha permitido comprobar la riqueza retórica del poema rosaliano. Tras una sencilla estructura poética de aparente simplicidad, se esconde una intensa elaboración que aporta belleza y significación al texto poético.
- Contextualización autorial y cultural
Rosalía de
Castro (Santiago de Compostela, 1837 - Padrón, La Coruña, 1875) es una de las
más altas poetas en lengua castellana y gallega (cuya reivindicación literaria
y socio-histórica es uno de los leit
motiv de su obra). De profundo espíritu romántico, imprimió en sus
poemarios el sello de la subjetividad frustrada, el ansia de otra cosa, acaso
solo entrevista en la naturaleza, que le aporte la felicidad que el día a día
le negaba.
Su vida
personal está llena de momentos trágicos indelebles. Su mismo nacimiento,
espurio para la época, la muerte prematura de dos de sus siete hijos y un vago
penar triste e íntimo contribuyeron a la expresión poética rosaliana un tanto
amarga, pesimista y melancólica. Es
un motivo de misterio y ha dado lugar a hipótesis variadas sobre la causa de la
amargura y desazón emocional de esta escritora tan original y brillante, así
como su decisión, en los años finales de su vida, de emplear solo el español
como lengua literaria.
Resulta
llamativo el papel que juega la naturaleza en la poesía romántica y que se
aprecia muy bien en los textos rosalianos. No es un adorno, sino un elemento
esencial de expresión lírica de los sentimientos. No es de extrañar que la
naturaleza, en sus aspectos más variados, aparezca como cómplice del sentir
literario. Parece que los distintos elementos naturales dialogan con los
protagonistas, en prosa o en verso, para sentir con ellos las más diversas
pasiones, casi siempre de frustración, desencanto y pesimismo existencial.
Junto con Bécquer, Rosalía lleva el Romanticismo español a cotas de pureza, originalidad y autenticidad no conocidas anteriormente. La contención expresiva, la transparencia de significado y un oído muy atento a la música de la poesía popular galaica dan como resultado una poesía intensa y bella, reconcentrada y profunda.
- Interpretación
El poema 16
de Cantares gallegos (“Eu ben vin
estar ó moucho”) es un ejemplo delicioso de la poesía de Rosalía de Castro:
fresca, auténtica, de significación intensa y expresión popular. Tras la glosa
de un cantar anónimo folclórico, Rosalía esconde y, al tiempo, presenta todo un
mundo emocional de un yo poético sugestivo y original: el miedo al búho de una
chica (queda claro en el verso 26: “soya cós meus pensamentos”) que pasea por
lugares apartados de noche. Su encuentro con el búho le da miedo, pero, a la
vez, aprovecha para confesarnos sus enigmáticos amores prohibidos, su devoción
a la Virgen y su determinación valiente de no sucumbir al miedo. Cuando se
siente a salvo, increpa al búho y le grita que no le tiene miedo, aunque su
actitud anterior más bien muestra lo contrario. Un cierto tono de humor
contenido, chispeante y paradójico se deja ver aquí y allá.
¿Qué hacía en ese lugar tan apartado a esa hora intempestiva? El yo poético no desea confesarlo, lo que aumenta la tensión poética y la intriga lectora. El poema combina a la perfección los aspectos narrativos y descriptivos de una historia, con los intimistas y subjetivos de un poema lírico. El delicado equilibrio entre lo externo y lo interno, la anécdota y los secretos del corazón es uno de los aspectos más admirables de este poema. Su frescura, espontaneidad e intensa belleza expresiva se manifiestan a cada paso. El lector se ve así recompensado con esta joya literaria paradójica en sí misma: un cantar popular contiene una historia intimista de un yo poético escurridizo y cautivador.
- Valoración
El poema 16
de Cantares gallegos es un hermoso
texto literario lleno de vida y expresividad. Un cantar popular sirve de
pretexto para contarnos una historia y presentarnos a una mujer intrépida y
miedosa, atrevida y milagrera, enamorada y preocupada, todo al mismo tiempo.
Ahí radica parte de la gracia y el misterio de este poema que bascula entre lo
narrativo y lo lírico, entre lo externo y lo interno.
La sencillez formal no anula ni oscurece en absoluto un altísimo grado de elaboración poética que tiende a la transparencia, la autenticidad y la armonía formal y de contenido.
- PROPUESTA DIDÁCTICA
(Estas actividades se pueden desarrollar y realizar de modo oral o escrito, en el aula o en casa, de modo individual o en grupo. Algunas de ellas, sobre todo las creativas, requieren material o herramientas complementarias, como las TIC).
2.1. Comprensión lectora
1) Resume el
poema (aproximadamente, 100 palabras).
2) Señala su
tema y sus apartados temáticos. Fíjate en qué persona están conjugados los
verbos para delimitar quién habla y de qué se habla.
3) Establece
la métrica, la rima y la forma estrófica utilizada.
4) Existen muchas imágenes que expresan el miedo del y poético al búho: señala las más expresivas e indica su sentido.
2.2. Interpretación y pensamiento analítico
1) ¿Por qué
la naturaleza parece que se alía con el búho, para desgracia de la muchacha?
2) ¿Qué
aspectos de su vida nos deja conocer el yo poético? ¿Qué podemos deducir sobre
su personalidad?
3) ¿Cómo
logra salvarse el yo poético de la “persecución” del ave? Razona sobre el grado
de verosimilitud de la historia.
4) Indica los rasgos de la poesía romántica perceptibles en este poema.
2.3. Fomento de la creatividad
1)
Documéntate sobre la poeta Rosalía de Castro y realiza una exposición en la
clase con ayuda de medios TIC, creando un póster, etc.
2) La
naturaleza despierta admiración y un intenso grado de comunicación por parte de
la poeta. Expresa las emociones que despierta en ti la contemplación de un
paisaje o un elemento natural (aves, fuente, etc.). Puedes hacerlo en papel,
por imagen –dibujo, fotografía--, con música, o todos los medios combinados a
la vez.
3) El búho y
la lechuza son aves de intensas y antiguas resonancias literarias. Documéntate
y realiza una exposición ante tus compañeros sobre la importancia litería de
estas aves.
4) Escribe un relato basado en un encuentro nocturno con un animal siniestro que te inspira gran temor. Inventa una historia bajo este pretexto, tratando de expresar las emociones que te sugiere.
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