01/11/2020

Rosalía de Castro: "Eu ben vin estar o moucho"; análisis y propuesta didáctica

 

Baiona, Pontevedra (VIII-2020) © SVM


ROSALÍA DE CASTRO: “EU BEN VIN ESTAR Ó MOUCHO”, CANTARES GALLEGOS (1863)

(16)    

 Eu ben vin estar ó moucho
 Enriba d' aquel penedo:
 ¡Non che teño medo moucho,
 Moucho non che teño medo!


                     -I-

 Un-ha noite, noite negra,     1
 Com' os pesares qu' eu teño,
 Noite filla das sombrisas
 Alas que estenden os medos;
 Hora en que cantan os galos,      5
 Hora en que xemen os ventos,
 En qu' as meigas bailan, bailan,
 Xuntas có demo pirmeiro,
 Arrincando verdes robres,
 Portas e tellas fendendo,            10
 Todas de branco vestidas
 Tendidolos brancos pelos
 Contra quen os cans oubean
 Agoirando triste enterro;
 Cando relumbrar se miran          15
 Antr' os toxales espesos,
 Cal encendidas candeas
 Ollos de lobo famento,
 E os ramallaxes dos montes
 Antre sí murmuxan quedos,         20
 E as follas secas qu' espallan
 Os aires da noite inquietos,
 En remuiños se xuntan
 Con longo estremecemento;
 Indo camiño da Igrexa,                25    
 Soya cós meus pensamentos
 Cabo da fonte da Virxe
 Pretiño dó cimeterio,
 Dempois de sentir un sopro
 Que me deixou sin alento,            30
 Eu ben vin estar ó moucho
 Enriba d' aquel penedo.


                     -II-

 Arrepuïñadas todas
 As carnes se me puñeron
 E os cabelos no curuto                  35
 Fórons' erguendo direitos:
 Gotas de sudor corrian
 Afio pó lo meu peito,
 E trembaba como tremban
 As auguas cando fay vento,           40
 Ná pia da fonte nova
 Que sempre está revertendo.
 Aquel moucho ali fincado,
 Cal si fose ó mesmo demo,
 Fito á fito me miraba                     45       
 Có seus ollos rapiñeiros,
 Que coidei que me roubaban
 Non mais que de lonxe velos,
 De lume me paresian
 E que me queimaron penso,           50
 Penso qu' eran tizós roxos
 Da fogueira dos infernos
 Que pó las niñas me entraron
 Hastr' ó corazon direitos
 En el remorsos habia                     55
 D' amoriños pecadentos...
 ¡Ay! quen ten d' eses amores
 Non pod' achar bon sosiego!

 Chovia, si Dios ten augua,
 Ventaba en tódolos ventos,            60     
 E ensarrapicada toda
 A camiñar non m' atrevo
 Qu' ó moucho fita que fita
 M' aspera na quel penedo.
 Mais acordeime da Virxe                65
 Que sempre conmigo levo,
 Resoll' un Ave-Maria
 E cobrando novo alento,
 Com' os páxaros do mare,
 Nadando, paso ó regueiro,             70            
 Corro á enriba dó valado,
 Brinco en baixo dó portelo,
 E den' ali, berro estonces
 Con cantas forzas eu teño:

Non che teño medo moucho,
 Moucho non che teño medo.

 

  1. ANÁLISIS
  1. Resumen

Este delicioso poema cuenta una historia y nos deja entrever el carácter y el estado de ánimo de su protagonista femenina. Una joven camina, en medio de la lluvia, de noche, por los campos, camino de la iglesia. De pronto, observa un búho en un peñascal y eso le provoca mucho miedo por su aspecto diablesco, mirándola fijamente con sus ojos blancos brillantes. Remueve sus sentimientos más profundos, como los amores furtivos que mantiene. Mojada y temerosa, echa a correr, salta el vallado que da acceso al recinto sagrado, reza un ave María y se encamina a la iglesia. Sintiéndose a salvo le grita al búho que no le tiene miedo.

  1. Tema

Podemos enunciar el tema del siguiente modo: superación del miedo ante al búho gracias al coraje y la fe. También se podría presentar afirmando que es la expresión del temor paralizante combatido con valentía y arrojo.

  1. Apartados temáticos o secciones de contenido

Los poemas de Cantares gallegos poseen una estructura fija y repetitiva: son glosas o variaciones personales a estribillos o coplas populares gallegas. El caso que nos ocupa no es distinto: sobre una estrofa popular que narra el encuentro de una persona con el búho, animal de connotaciones siniestras, aquella se reivindica e increpa al ave proclamando que no lo teme. Los apartados temáticos se pueden establecer del siguiente modo:

-Cantar popular: constituido por una cuarteta; es el motivo principal y se enuncia en letra cursiva, para distinguirlo de la explicación en sí.

-Primera glosa: marcada con –I-; el yo poético habla en primera persona. Se presenta a él mismo y la situación: una noche lluviosa paseando por el campo se topa con un búho, lo que le causa mucho temor; remueve sus sentimientos y temores angustiosos, sin aparente solución. Se cierra con los dos primeros versos del estribillo o cantar.

-Segunda glosa: marcada con –II-; sobrepuesto el yo poético al susto inicial, corre hacia la iglesia, reza bajo la lluvia, salta el vallado y, sintiéndose a salvo, le grita al ave que no le tiene miedo.

-Cierre del poema: se basa en la repetición de los dos últimos versos del cantar popular. Se insiste, pues, en la idea del yo poético de que ya perdió todo temor al ave siniestra.

  1. Aspectos métricos, de la rima y de la estrofa empleada

El cantar o copla popular inicial forma una cuarteta (cuatro versos octosílabos de rima consonante a, b, a, b). La glosa o explicación, en sus dos partes, se desarrollan en romance (serie de versos octosílabos con rima asonante en los pares, quedando los impares libres); la rima en é-o es la misma en ambos apartados de la glosa.

  1. Análisis estilístico

Como el poema tiene una base popular, los recursos estilísticos son los propios de la poesía folclórica, anónima, de transmisión oral y colectiva de Galicia. No repetimos los ejemplos para no ser embarazosos; de cada recurso se aporta un ejemplo o dos, si es el caso. Los recursos que sustentan la riquísima tejido poético son los siguientes (muchos de ellos basados en el fenómeno de la repetición):

-Repetición retórica de palabras o sintagmas: en el cantar, la palabra “moucho” se repite cuatro veces; “medo”, dos veces. Luego se repite con frecuencia, por ejemplo en el verso 1: “Un-ha noite, noite negra”, “fita que fita” (v. 73), etc. Aportan expresividad e insisten en los campos semánticos fundamentales del poema.

-Anáfora: especialmente significativa es la formada con la palabra “hora” (vv. 5-6); se crea un efecto dramático muy potente sobre el momento aciago e infeliz en que se desarrolla la acción.

-Hipérbaton y encabalgamiento, que suelen aparecer juntos, aportan variedad y sabor poético, como se puede apreciar en los versos 33-36:

Arrepuïñadas todas
 As carnes se me puñeron
 E os cabelos no curuto                 
 Fórons' erguendo direitos.

-Paralelismo, que provoca un efecto de viveza narrartiva, como en los versos 71 y 72: “Corro á enriba dó valado, / Brinco en baixo dó portelo”.

-La comparación o símil se usa con asiduidad para generar efectos plásticos e imágenes de poder evocador: “Com' os páxaros do mare” (v. 69).

-La derivación o políptoton, como en el caso anterior, también crea efectos de plasticidad significativa muy interesantes: “Ventaba en tódolos ventos” (v. 60).

-Muy interesante resulta la personificación o prosopografía, con el objeto de aportar variedad, matiz y expresividad significativa. Un buen ejemplo lo hallamos en los versos 19-24; hemos subrayado los verbos y adjetivos que aportan un matiz prosopográfico de dramatismo y fuerza plástica:

E os ramallaxes dos montes
 Antre sí murmuxan quedos,        
 E as follas secas qu' espallan
 Os aires da noite inquietos,
 En remuiños se xuntan
 Con longo estremecemento.

Ramallaxes”, “follas”, “aires” conspiran, animados, para crear una atmósfera temerosa y desapacible. Por otro lado, el “moucho” aparece constantemente personificado, incluso más, identificado, a ojos del yo poético, con el diablo; sus ojos echan fuego (“de lume me paresían” (v. 49).

-La metáfora también juega un papel relevante en el poema. La más hermosa y de significación expansiva en la que aparece en el verso 56: “D´amoriños pecadentos...”. La suspensión amplifica e intensifica el misterio sobre esos amores prohibidos que embargan a la muchacha. Otra palabra metafórica, misteriosa y enigmática es “pesares” (v. 2), que siente en su alma el yo poético. Aporta un matiz de misterio e intriga, lo que enriquece notablemente la significación del poema.

-El adjetivo embellecedor, casi siempre epíteto por su significación redundante o tautológica, aporta matices sensoriales de gran fuerza plástica. Véase, por ejemplo, los versos 9 –16; hemos subrayado esos adjetivos intensificadores:

Arrincando verdes robres,
 Portas e tellas fendendo,           
 Todas de branco vestidas
 Tendidolos brancos pelos
 Contra quen os cans oubean
 Agoirando triste enterro;
 Cando relumbrar se miran         
 Antr' os toxales espesos,

-La hipérbole o exageración literaria aparece con bastante frecuencia, añadiendo connotaciones de miedo, temor, angustia, ante el encuentro del yo poético con el búho terrible. El yo poético siente un soplo que lo deja sin aliento (vv. 29-30), nada a toda prisa para pasar el reguero (v. 70), la mirada del búho es tan feroz y penetrante que el yo poético piensa que lo quema por dentro (vv. 45-50), etc. Acaso la identificación del “moucho” con el diablo es la imagen más impactante, visual y significativa del poema. El ave la miraba, desde el peñascal, “cal si fose ó mismo demo” (v.44).

Este breve recorrido nos ha permitido comprobar la riqueza retórica del poema rosaliano. Tras una sencilla estructura poética de aparente simplicidad, se esconde una intensa elaboración que aporta belleza y significación al texto poético.

  1. Contextualización autorial y cultural

Rosalía de Castro (Santiago de Compostela, 1837 - Padrón, La Coruña, 1875) es una de las más altas poetas en lengua castellana y gallega (cuya reivindicación literaria y socio-histórica es uno de los leit motiv de su obra). De profundo espíritu romántico, imprimió en sus poemarios el sello de la subjetividad frustrada, el ansia de otra cosa, acaso solo entrevista en la naturaleza, que le aporte la felicidad que el día a día le negaba.

Su vida personal está llena de momentos trágicos indelebles. Su mismo nacimiento, espurio para la época, la muerte prematura de dos de sus siete hijos y un vago penar triste e íntimo contribuyeron a la expresión poética rosaliana un tanto amarga, pesimista y melancólica. Es un motivo de misterio y ha dado lugar a hipótesis variadas sobre la causa de la amargura y desazón emocional de esta escritora tan original y brillante, así como su decisión, en los años finales de su vida, de emplear solo el español como lengua literaria.

Resulta llamativo el papel que juega la naturaleza en la poesía romántica y que se aprecia muy bien en los textos rosalianos. No es un adorno, sino un elemento esencial de expresión lírica de los sentimientos. No es de extrañar que la naturaleza, en sus aspectos más variados, aparezca como cómplice del sentir literario. Parece que los distintos elementos naturales dialogan con los protagonistas, en prosa o en verso, para sentir con ellos las más diversas pasiones, casi siempre de frustración, desencanto y pesimismo existencial.

Junto con Bécquer, Rosalía lleva el Romanticismo español a cotas de pureza, originalidad y autenticidad no conocidas anteriormente. La contención expresiva, la transparencia de significado y un oído muy atento a la música de la poesía popular galaica dan como resultado una poesía intensa y bella, reconcentrada y profunda.

  1. Interpretación

El poema 16 de Cantares gallegos (“Eu ben vin estar ó moucho”) es un ejemplo delicioso de la poesía de Rosalía de Castro: fresca, auténtica, de significación intensa y expresión popular. Tras la glosa de un cantar anónimo folclórico, Rosalía esconde y, al tiempo, presenta todo un mundo emocional de un yo poético sugestivo y original: el miedo al búho de una chica (queda claro en el verso 26: “soya cós meus pensamentos”) que pasea por lugares apartados de noche. Su encuentro con el búho le da miedo, pero, a la vez, aprovecha para confesarnos sus enigmáticos amores prohibidos, su devoción a la Virgen y su determinación valiente de no sucumbir al miedo. Cuando se siente a salvo, increpa al búho y le grita que no le tiene miedo, aunque su actitud anterior más bien muestra lo contrario. Un cierto tono de humor contenido, chispeante y paradójico se deja ver aquí y allá.

¿Qué hacía en ese lugar tan apartado a esa hora intempestiva? El yo poético no desea confesarlo, lo que aumenta la tensión poética y la intriga lectora. El poema combina a la perfección los aspectos narrativos y descriptivos de una historia, con los intimistas y subjetivos de un poema lírico. El delicado equilibrio entre lo externo y lo interno, la anécdota y los secretos del corazón es uno de los aspectos más admirables de este poema. Su frescura, espontaneidad e intensa belleza expresiva se manifiestan a cada paso. El lector se ve así recompensado con esta joya literaria paradójica en sí misma: un cantar popular contiene una historia intimista de un yo poético escurridizo y cautivador.

  1. Valoración

El poema 16 de Cantares gallegos es un hermoso texto literario lleno de vida y expresividad. Un cantar popular sirve de pretexto para contarnos una historia y presentarnos a una mujer intrépida y miedosa, atrevida y milagrera, enamorada y preocupada, todo al mismo tiempo. Ahí radica parte de la gracia y el misterio de este poema que bascula entre lo narrativo y lo lírico, entre lo externo y lo interno.

La sencillez formal no anula ni oscurece en absoluto un altísimo grado de elaboración poética que tiende a la transparencia, la autenticidad y la armonía formal y de contenido.

 

  1. PROPUESTA DIDÁCTICA

(Estas actividades se pueden desarrollar y realizar de modo oral o escrito, en el aula o en casa, de modo individual o en grupo. Algunas de ellas, sobre todo las creativas, requieren material o herramientas complementarias, como las TIC).

2.1. Comprensión lectora

1) Resume el poema (aproximadamente, 100 palabras).

2) Señala su tema y sus apartados temáticos. Fíjate en qué persona están conjugados los verbos para delimitar quién habla y de qué se habla.

3) Establece la métrica, la rima y la forma estrófica utilizada.

4) Existen muchas imágenes que expresan el miedo del y poético al búho: señala las más expresivas e indica su sentido.

2.2. Interpretación y pensamiento analítico

1) ¿Por qué la naturaleza parece que se alía con el búho, para desgracia de la muchacha?

2) ¿Qué aspectos de su vida nos deja conocer el yo poético? ¿Qué podemos deducir sobre su personalidad?

3) ¿Cómo logra salvarse el yo poético de la “persecución” del ave? Razona sobre el grado de verosimilitud de la historia.

4) Indica los rasgos de la poesía romántica perceptibles en este poema.

2.3. Fomento de la creatividad

1) Documéntate sobre la poeta Rosalía de Castro y realiza una exposición en la clase con ayuda de medios TIC, creando un póster, etc.

2) La naturaleza despierta admiración y un intenso grado de comunicación por parte de la poeta. Expresa las emociones que despierta en ti la contemplación de un paisaje o un elemento natural (aves, fuente, etc.). Puedes hacerlo en papel, por imagen –dibujo, fotografía--, con música, o todos los medios combinados a la vez.

3) El búho y la lechuza son aves de intensas y antiguas resonancias literarias. Documéntate y realiza una exposición ante tus compañeros sobre la importancia litería de estas aves.

4) Escribe un relato basado en un encuentro nocturno con un animal siniestro que te inspira gran temor. Inventa una historia bajo este pretexto, tratando de expresar las emociones que te sugiere.

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