Pajares, León (I-2021) © SVM |
FRANCISCO DE QUEVEDO: A un
hombre de gran nariz
Érase un hombre a una nariz pegado, 1
Érase una nariz superlativa,
Érase una alquitara medio viva,
Érase un peje espada mal barbado;
Era un reloj de sol mal encarado. 5
Érase un elefante boca arriba,
Érase una nariz sayón y escriba,
Un Ovidio Nasón mal narigado.
Érase el espolón de una galera,
Érase una pirámide de Egito, 10
Los doce tribus de narices era;
Érase un naricísimo infinito,
Frisón archinariz, caratulera,
Sabañón garrafal morado y frito.
1.
ANÁLISIS
1)
Resumen
Francisco
de Quevedo (Madrid, 1580 – Villanueva de los Infantes, Ciudad Real, 1645) es el
máximo ejemplo del conceptismo barroco español. Este poema es un ejemplo de
ello en sus múltiples facetas, formales o del plano de la expresión, y de
significación o del plano del contenido. En otras palabras, nos sirve muy bien
para entender la mentalidad y los presupuestos estéticos barrocos.
El
poema es de naturaleza satírica y burlesca. El yo lírico caricaturiza e induce
a la risa, por ridiculización, al hacer la prosopografía de un hombre narigudo.
La operación mental que realiza es la de crear metáforas hiperbólicas referidas
al tamaño de la nariz de ese individuo. En cada verso aparece una metáfora
(excepto en el 12, sin ninguna; pero en el 13 aparecen dos), de modo que son
catorce en total, las que ridiculizan a ese hombre que al yo poético le
despierta animadversión; acaso no es real, solo es imaginario; es decir,
estamos ante un tipo social, un prototipo de cierta grupo de personas que
poseen un apéndice nasal generoso.
Todas
las metáforas implican una exageración evidente, muchas veces increíble.
Podemos afirmar que cada metáfora es acompañada de su hipérbole. El conjunto
crea una prosopografía grotesca, deforme y ridícula; es justo la imagen y la
reacción que el yo lírico, que escribe con saña, desea transmitir.
2)
Tema
El
tema del poema se puede enunciar así: descripción física, exagerada y
ridiculizadora, de una persona con una gran nariz. O dicho de otro modo: sátira
cruel contra un hombre narigudo.
3)
Apartados temáticos
En
contra de lo habitual en un soneto, en este no podemos distinguir apartados
temáticos. Todo es conjunto gira en torno a la presentación sucesiva de
metáforas hiperbolizantes sobre la nariz del personaje descrito. Todo el poema
conforma una única sección de contenido.
4) Análisis
métrico y de la rima
Quevedo
ha elegido el soneto como forma estrófica (ABBA, ABBA, CDC, DCD). Lógicamente,
los versos son endecasílabos, la rima consonante y las estrofas se distribuyen
en dos cuartetos y dos tercetos; estos tienen una rima encadenada; el segundo
verso de la primera estrofa coincide en rima con la del primero y tercero de la
segunda.
5) Comentario estilístico
La anáfora creada por la repetición de
“Érase” diez veces nos da idea de la exageración incluso en el empleo de los
recursos retóricos. El entendimiento de las metáforas es lineal y sencillo. Hoy
los problemas de comprensión proceden del empleo de términos que son arcaico.
En la primera estrofa las cuatro imágenes
son de intelección directa. La “alquitara medio viva” (v. 3). La alquitara es
lo mismo que el alambique; posee un conducto que se va estrechando, en forma de
uve invertida, por donde se destila una sustancia. “Peje” es lo mismo que
“pez”.
En la segunda estrofa aparecen algunos
términos poco usados. “Sayón”, entre otros significados, posee el de “Verdugo
que ejecutaba las penas a que eran condenados los reos” (DLE). “Escriba” se refiere a “Entre los hebreos, doctor e
intérprete de la ley” (DLE). El yo
lírico adjetiva al narigudo de verdugo y de judío; ambos aspectos estaban muy
mal vistos en la sociedad barroca española. Ovidio Nasón fue un importante
poeta latino, autor de las Metamorfosis;
su apellido significa “de nariz grande”.
En la tercera estrofa, primer cuarteto,
la primera imagen es la del “espolón” de una galera”; aquel es la “Pieza de
hierro aguda, afilada y saliente en la proa de las antiguas galeras y de
algunos modernos acorazados, para embestir y echar a pique el buque enemigo” (DLE); la imagen es evidente y no
necesita mayor aclaración. La siguiente imagen, “Érase una pirámide de Egipto”
(v. 10), se refiere a que el el narigudo, boca arriba, se parece a una pirámide
egipcia. “Las doce tribus de narices era” (v. 11) es una referencia bíblica. Su
nariz equivale a la de todos los miembros de las doce tribus de Israel a las
que se les repartió la Tierra Prometida tras el éxodo de Egipto; es decir, son
todos los miembros de ese pueblo.
En el último terceto se juega con un
superlativo, “naricísimo”; acompañado del adjetivo “infinito” (v. 12) el efecto
que provoca es de una ridiculización risible. “Frisón” (v. 13) significa algo
grande y corpulento dentro de su género; el adjetivo “caratulera” se refiere a
que se asemeja a una carátula o máscara, donde los rasgos del rostro pueden
estar exagerados. El “sabañón” (v. 14) es la “Hinchazón o ulceración de la
piel, principalmente de las manos, los pies y las orejas, que es causada por
frío excesivo y produce ardor y picazón” (DLE).
Es aquí donde aparece la única nota de color, pues el sabaón es “morado y
frito”; su color resulta repugnante. Vemos que se acumula una imagen tras otra
para fijar bien la idea de una nariz descomunal.
Ya hemos comentado el efecto acumulativo
de los recursos de repetición. En la misma dirección apuntan los superlativos
(“naricísimo” y “archinariz”) y algunas bimembraciones adjetivales (“morado y
frito”, v. 14). Nótese que el sujeto solo aparece en la primera oración, en el
primer verso. En todos los demás, únicamente aparece el verbo copulativo con su
atributo. Las elipsis concentran la acción extraordinariamente.
El soneto es un ejercicio festivo y
humorístico de ridiculización de un tipo de cara. ¿Se refiere a alguien en
concreto? No lo sabemos; pero eso no rebaja el efecto de risa que produce en el
lector, pues la hipérbole sistemática, hasta lo imposible, crea un efecto
humorístico irresistible.
6) Contextualización
Francisco
de Quevedo y Villegas (Madrid, 1570 - Villanueva de los Infantes, Ciudad Real,
1645) es uno de los más grandes escritores de la literatura española y
universal. Su versatilidad es asombrosa, junto con enorme capacidad expresiva
sobre temas y formas muy distintas entre sí. Es el ejemplo más firme de la
literatura conceptista barroca: expresión reconcentrada, anfibología o doble
sentido en los enunciados,densidad significativa, juegos verbales y mentales
que exigen un notable esfuerzo del lector para descubrir el ingenio del
escritor, etc.
La
producción poética es de gran envergadura y calidad. Se calcula que compuso
sobre 875 poemas, bajo el molde de casi todos los subgéneros de su época:
poesía satírico-burlesca, amorosa, moral e inmoral, religiosos (donde se
incluyen sus célebres Salmos) y
fúnebres. Se incluyen poemas metafísicos
y filosóficos de carácter neoestoico. En vida circularon de forma manuscrita
muchos poemas. En forma impresa se recogieron póstumamente en dos obras: El Parnaso español (1648, al cuidado de
sus amigo José Antonio González de Salas) y Las
Tres Musas Últimas Castellanas (1670, al cuidado de su sobrino Pedro
Alderete).
Sus
obras en prosa también son muy abundantes. Según su contenido, se clasifican en
varios grupos. Primero, veremos las obras literarias.
Entre las obras
satírico-morales, sobresale Sueños y
discursos, donde critica oficios, personajes y tipos sociales de su época;
su estilo es mordaz, casi cínico, satírico y un punto escéptico. Toma el modelo
del escritor griego Luciano de Samósata.
Escribió dos
«fantasías morales», el Discurso de todos
los diablos y de La hora de todos.
Ambas son también sátiras lucianescas de característico tono tragicómico;
alcanza gran elegancia y virtuosismo. La diosa Fortuna da a cada uno lo que
merece; el desbarajuste es tal que es mejor volver al desorden previo. Su novela picaresca Historia de la vida del Buscón llamado don Pablos; ejemplo de
vagamundos y espejo de tacaños, apareció impresa en Zaragoza en 1626.
Alcanzó fama en su época por su estilo expresionista y su homor negro,
esperpéntico y corrosivo; la hipérbolización, cosificación y animalización de
los inmorales personajes es el procedimiento continuo de degradación de la
realidad.
Premática y aranceles, hechas por el fiel de las putas, Consejos para
guardar la mosca y gastar la prosa, Premática
del tiempo, Capitulaciones
matrimoniales y Capitulaciones de la
vida de la Corte son sátiras burlescas de los géneros
burocráticos-administrativos habituales en las secretarías del gobierno.
En Cartas del caballero de la Tenaza
(1625), en forma epistolar, cuenta las argucias y pretextos de un hidalgo
tacaño que evita que su enamorada le extraiga dinero.
El Libro de todas las cosas y otras muchas más.
Compuesto por el docto y experimentado en todas materias. El único maestro
malsabidillo. Dirigido a la curiosidad de los entremetidos, a la turbamulta de
los habladores, y a la sonsaca de las viejecitas.
Otro
título chocante es Gracias y desgracias
del ojo del culo. Se trata de una obra breve en el que describe
detalladamente, con humor negro, corrosivo y escatológico, las vicisitudes
alegres y tristes relacionadas con el ano y sus aledaños.
Quevedo
también escribió teatro. No existe un catálogo definitivo de sus obras,
pero destacan Cómo ha de ser el privado y un conjunto de entremeses, como La
polilla de Madrid, El marido pantasma,
El marión, El caballero de la Tenaza, El
niño y Peralvillo de Madrid, La
ropavejera y Los refranes del viejo
celoso.
Entre las obras no literarias, algunas son de naturaleza
política. Destaca España defendida… Argumenta
a favor de la calidad y virtudes de las letras españolas y de su cultura
humanista, además de la historia hispana, ya por entonces atacada a través de
la “leyenda negra”. En Política de Dios,
gobierno de Cristo defiende un gobierno regido por los principios
cristianos. Defiende la aparición del Apóstol y su patronazgo de España en Memorial por el patronato de Santiago.
Su defensa, agresiva y fuerte, de la política económica del valido Conde-Duque
de Olivares en El chitón de las
tarabillas (1630) es tan mordaz que se retiró al poco de publicarse. Su
antijudaísmo lo vertió por escrito en Execración
contra los judíos (1633); ahí desliza críticas al Conde-Duque, lo que luego
pagaría con su encarcelamiento en San Marcos de León. Critica la revuelta
catalana de 1640 en La rebelión de
Barcelona ni es por el güevo ni es por el fuero. La Vida de Marco Bruto, recrea la vida del hijo y homicida de Julio
César.
También compuso obras de contenido religioso y de consejos
de una vida cristiana. Son sus obras ascéticas, como Vida de Santo Tomás de Villanueva, Providencia de Dios (es un tratado contra los ateos, compuesto bajo
el principio de un cristianismo estoico), Vida
de San Pablo y La constancia y
paciencia del santo Job.
Entre las obras filosóficas sobresale por su densidad, su
estilo limpio y su estoicismo un tanto escéptico La cuna y la sepultura para el conocimiento propio y desengaño de las
cosas ajenas.
Escribió varios volúmenes de crítica literaria, dirigidos a
vituperar el estilo culterano y al propio Luis de Góngora, por quien sentía
mucha antipatía. El título más célebre es La
aguja de navegar cultos con la receta para hacer Soledades en un día. La culta latiniparla es un libro
burlesco y satírico, con “consejos” para dominar el estilo gongorino.
Asimismo,
dejó un jugoso epistolario y muchas traducciones del latín (Propercio y Séneca,
a quienes admiraba) y del griego (criticadas por flojas).
7) Interpretación y
valoración
El
poema “A un hombre narigudo” es todo un alarde de dominio de la lengua y de
posesión de un ingenio superior. Se trata de un ejercicio literario de agudeza
satírica y burlesca aplicado a un tipo de rostro, el del narigudo.
La
composición es un ejemplo práctico de la hipérbole acumulativa hasta límites
insospechados, dentro de un contexto literario. El pobre narigudo sale muy
malparado del dibujo que realiza el yo lírico, pues este se aplica con saña y
muy mala fe. Desea ridiculizar hasta destruir la imagen humana del satirizado.
Ciertamente, lo logra.
2. PROPUESTA DIDÁCTICA
2.1. Comprensión lectora
1)
Resume el poema.
2)
Expresa su tema y sus apartados temáticos.
3)
Estudia la medida de los versos y la rima, indica las estrofas y la composición
estrófica empleada por Quevedo.
4)
Explica los recursos estilísticos más interesantes que nos permitan comprender
el poema. Es interesante enumerar el número de metáforas aplicadas al narigudo.
2.2. Interpretación y
pensamiento analítico
1)
Indica los rasgos propios de la literatura barroca conceptista visibles en el
poema.
2)
¿Por qué es imposible tener una nariz más grande que la de este narigudo?
3)
¿Qué aspectos de la vida del siglo XVII utiliza Quevedo que hoy no forman parte
de nuestra cultura cotidiana?
4) La
visión del narigudo que se desprende, ¿es amable o cruel? Aporta razones.
5) ¿Cuál
es la imagen más exagerada de las quince que emplea el yo lírico?
6)
¿Por qué suprime tantas palabras y partes de la oración en sus metáforas?
2.3. Fomento de la
creatividad
1)
Explica o recrea en un texto creativo, en prosa o en verso, el contenido del
poema. Se trata de describir, a base de repeticiones de estructuras sintácticas
y de imágenes hiperbólicas, realizadas a través de metáforas, un tipo físico
especialmente risible.
2)
Imagina una entrevista de tu clase con Francisco de Quevedo. ¿Qué preguntas
harías?
3)
Redacta un diálogo teatral más o menos fiel al contenido del poema. Tendrá dos
personajes, el yo lírico y alguien con un pensamiento contrario, si es que es
posible en este paradójico poema.
4)
Prepara una exposición o presentación ante la clase o la comunidad educativa,
con un cartel, o con medios TIC, sobre Francisco de Quevedo y su tiempo
barroco.
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