24/10/2020

G. A. Bécquer: Rima X ("Los invisibles átomos del aire"); análisis y propuesta didáctica

 Gustavo Adolfo Bécquer: Rima X (“Los invisibles átomos del aire”)

Salinas, Asturias (X-2020) © SVM
 

Rima X

 

Los invisibles átomos del aire                        1

en derredor palpitan y se inflaman;

el cielo se deshace en rayos de oro;

la tierra se estremece alborozada;

oigo flotando en olas de armonía                  5

rumor de besos y batir de alas; 

mis párpados se cierran... ¿Qué sucede? 

¡Es el amor que pasa!




  1. ANÁLISIS


Gustavo Adolfo Bécquer (Sevilla, 1836 – Madrid, 1870) es el más importante poeta del Romanticismo español. Bécquer encarna el espíritu romántico en la literatura española de una manera definitiva y clara. Se ha considerado un romántico tardío, pues, en efecto, cuando inicia y desarrolla su producción literaria, el Romanticismo ya estaba finalizando y el realismo se abría paso con fuerza en el panorama literario español.


Bécquer publicó separadamente sus poemas en distintos medios de comunicación, como periódicos y revistas. Cuando la muerte lo sorprendió, a los 34 años, no había logrado recogerlos todos en una edición única, aunque había iniciado esta tarea con su famoso manuscrito El libro de los gorriones. Fueron sus amigos quienes póstumamente agruparon la producción literaria del poeta hispalense en el ya famoso título de Rimas; la primera edición se remonta a 1871. Ahora nos vamos a ocupar de la rima X (“Los invisibles átomos del aire”). Pertenece al primer bloque de contenido, según la clásica división de su poemario en cuatro secciones (1.- metapoética o reflexiva sobre los fundamentos de la poesía; 2.- celebración del amor correspondido; 3.- expresión del fracaso amoroso; 4.- intuición y certeza de la muerte y la disolución final). Como apuntamos previamente, en la sección segunda, se encuadran los poemas que expresan la llegada, exaltación y vivencia feliz del amor. El sentimiento de pasión amorosa inunda la personalidad del yo poético; la vida adquiere una significación superior gracias al amor compartido.


1. Resumen

El poema aborda, desde una perspectiva subjetiva, la descripción del amor, qué es, en qué consiste. La presencia del amor estremece al mundo: primero, conmueve a las pequeñas partículas que flotan en el ambiente, “los invisibles átomos del aire”. El cielo y la tierra se llenan de una rara belleza armónica. El sujeto lírico oye algo casi inaudible, el eco de los besos (“rumor de besos”) y la felicidad que encarnan, expresada por el aleteo de unas alas invisibles. El sujeto lírico cierra los ojos para captar mejor su entorno. Se pregunta, entonces, por lo que está aconteciendo y lo entiende en un fogonazo de inteligencia: el amor pasa por allí.


2. Tema

El tema del poema es la expresión de la fuerza arrolladora e invisible del amor, que conmueve al mundo entero, hasta en sus más mínimos detalles, allí por donde pasa. El sujeto lírico lo ha captado y nos lo transmite en un tono confidencial y exaltatorio, al mismo tiempo.


3. Apartados temáticos

El poema se estructura en tres apartados temáticos; las modulaciones de contenido son distintas en cada una de ellas. Así, tenemos:

-Primera parte (vv. 1-4): posee un tono descriptivo. Se citan tres elementos naturales que se conmueven por algo incomprensible que está ocurriendo. De lo más pequeño (los átomos), hasta lo más grande (el cielo y la tierra) pasan por una leve conmoción positiva y feliz. -Segunda parte (vv. 5-8): posee una naturaleza subjetiva; el yo poético también capta algo, ya más definido, un sonido que recuerda a los besos y un aleteo armónico y dichoso. Se pregunta qué será, sin encontrar una respuesta inmediata. 

-Tercera parte (v. 8): a través de una exclamación, se desvela el misterio y todo adquiere un sentido pleno: el amor atraviesa el espacio y devuelve dicha y armonía a la realidad entera. En un ambiente de intimidad recogida, se aprecia un aire conclusivo y rotundo ante la presencia benéfica del amor.


4. Análisis métrico y de la rima

El poema está formado por una sola estrofa que consta de ocho versos endecasílabos, excepto el último, que es heptasílabo. cada una de ellas (para ajustar la medida de los versos es importante emplear las cuatro licencias poéticas: sinéresis, diéresis, sinalefa y palabra final del verso según sea aguda (+1 sílaba), llana o esdrújula (-1 sílaba). Se observa que riman en asonante (solo las vocales) los versos pares, quedando los impares libres. La rima, por tanto, corresponde a la del romance; como los versos son de arte mayor, se denomina romance heroico (aunque este emplea, normalmente, el dodecasílabo).


5. Comentario estilístico

Como ocurre en la buena poesía, la expresión es transparente y el contenido denso y sugestivo. Tres elementos naturales están personificados; son los átomos, el cielo y la tierra; los tres forman metonimias del mundo entero, de la realidad total conocida. La palabra “átomos” está acompañada del epíteto “invisibles” (v. 1), expresión que enfatiza que se está hablando de realidades apenas conocidas o perceptibles. La bimembración “palpitan y se inflaman” (v. 2), referidas ambas acciones verbales a los átomos, nos recuerda cómo se altera intensa y ávidamente esa parte de la realidad. 

En el tercer verso apreciamos una antítesis (la formada por “cielo” frente a “átomos”, elementos opuestos) seguida de una personificación y una metáfora. Los “rayos de oro” (v. 3) alude a la excelsitud y belleza indescriptible. El cuarto verso forma un perfecto paralelismo con el tercero, y de nuevo aparece la personificación y la metáfora en “alborozada”; la alegría inunda la faz de la tierra.

En el cuarto verso se introduce el sujeto lírico. Oye, algo, que hay que descubrir en el siguiente verso, pues el encabalgamiento y el hipérbaton dejan el completo directo para el final: “rumor de besos y batir de alas” (v. 6). El paralelismo sinestésico es muy bello e intensifica la percepción sensorial. Lo etéreo de la realidad que flota y apenas se percibe se expresa bellamente en la personificación metafórica “flotando en olas de armonía” (v. 5); indica el equilibrio y perfección del mundo entero en ese preciso instante. El sujeto lírico reacciona cerrando sus ojos, pues se ve como transportado en arrobamiento por esa nueva realidad apenas perceptible. La suspensión que sigue obligan al lector a establecer su hipótesis y alargan la intriga sobre la naturaleza ignota de esa realidad que ha irrumpido y ha modificado al mundo entero. La interrogación retórica añade más perplejidad.

El último verso da un sentido a todo el poema. Su misma medida (es heptasílabo) señala su singularidad. Todo el verso es un epifonema (frase exclamativa que ocupa el último verso y da sentido a todo el poema) magnífico. Esa realidad es el amor, en tránsito; no está parado, sino en movimiento. Al desplazarse, remueve los cimientos del mundo, levemente, pero inevitablemente. Es un verso metafórico en sí mismo: la sola presencia del amor trastorna el ritmo natural y conmueve a todo elemento contenido entre el cielo y la tierra. El sujeto lírico, atento a esa realidad, dotado de una sensibilidad especial, la capta y nos la transmite. Allá al fondo, nos está haciendo llegar el mensaje de que el amor es la fuerza más estremecedora de la realidad, así que lo hace deseable y temido al mismo tiempo.

Las percepciones sinestésicas dotan de un significado más intenso al propio poema. El amor apenas se percibe. Leves sensaciones auditivas y visuales lo hacen perceptible para quien posea la suficiente sensibilidad, como el yo poético.


6. Contextualización autorial

Gustavo Adolfo Bécquer (Sevilla, 1836 - Madrid, 1870) es, sin duda, el gran poeta romántico español. Lo más paradójico y llamativo es que inicia su producción poética cuando se apagaban los últimos rescoldos románticos. Se le ha llamado poeta “tardorromántico” (junto con la insigne Rosalía de Castro), y con mucha propiedad. En un momento en que el realismo, con su observación minuciosa de la realidad, sobre todo la sórdida, y el triunfo de los valores burgueses, Bécquer presenta una poesía subjetiva, lírica y vibrante. Acaso por eso pasó sin pena ni gloria entre sus contemporáneos. 

Se ha destacado como influencias destacadas en Bécquer la de la poesía popular tradicional andaluza y la romántica alemana (especialmente, la del poeta H. Heine). Ambos componentes son importantes y contribuyeron a la concentración expresiva, la relativa sencillez compositiva y el sesgo intimista y dramático de sus composiciones. Resumimos brevemente los rasgos de la poesía romántica, bien verificables en este poema (se pueden encontrar más explicitados, en este mismo blog, en otros análisis de otros poemas de Bécquer):

-Subjetividad: el yo prima por encima de toda otra consideración. La contemplación del mundo y sus circunstancias gira en torno a la persona del poeta, que se interesa sobre todo por expresar su individualidad, en general, en choque con el mundo. Se aprecia muy bien en el empleo de los verbos en primera persona.

-Intimismo: frente a la exterioridad y el grupo, al poeta le interesa su interioridad y el modo de encajar su persona en una sociedad, en general, hostil.

-Sentimentalidad: el mundo de las emociones es más interesante que el de las observaciones o de las acciones. El poeta se centra principalmente en escuchar, ordenar y transmitir poéticamente sus sentimientos.

-Empleo cómplice de la naturaleza: distintos elementos naturales sirven para expresar un estado de ánimo, sea el que fuere. Aquí, hemos visto cómo un ave, la golondrina, y una planta, la madreselva, sirven para expresar la amargura del abandono amoroso.

-Cierta rebeldía y exaltación de la libertad: en este poema apenas se manifiesta en cuanto al fondo. En la forma, podemos apreciar cómo Bécquer combina versos y rimas de distinto ámbito, rompiendo con los moldes clásicos, para crear poemas brillantes y vibrantes.

Su desgraciada vida personal, llena de sinsabores amorosos y golpes emocionales inesperados, explican una poesía cargada de emoción contenida y de una contemplación amarga de la existencia.

La faceta prosística de Bécquer no se debe olvidar. Sus Leyendas forman un conjunto de relatos cortos de impecable factura literaria. El manejo de la prosa castellana es feliz y acertadísimo. Misterio, intriga, pasiones, secretos inconfesables, etc. conforman unos cuentos de alta calidad.


7. Interpretación y valoración

El poema “Los invisibles átomos del aire” es un preclaro ejemplo de excelente poesía romántica: intimismo, subjetividad y sentimentalidad al servicio de la belleza poética en grado sublime. El yo poético percibe algo distinto, sutil pero poderoso: el paso del amor. Bécquer desea transmitir la fuerza del amor, que todo lo trastorna, pero de un modo sencillo y muy intimista. No es mirando hacia fuera, sino hacia dentro, como se percibe el amor.

Bécquer transmite sus anhelos y frustraciones (está deseando que el paso del amor le toque a él) a través de muy bellas imágenes naturales que se representan en la mente lectora con viveza y expresividad. Cielo y tierra se conmueven ante el paso del amor. Allá al fondo, se percibe un cierto tono dialogal: el sujeto lírico se dirige a los lectores, para que estén atentos y perciban lo que él ya comprende: la intensidad del amor.

Como ya hemos visto en otros poemas comentados de nuestro sublime Bécquer, la aparente sencillez compositiva esconde un cuidado e intenso trabajo de elaboración literaria. El poeta levanta una arquitectura verbal en la que vemos las vigas maestras, pero, al mismo, tiempo, percibimos el resto de los elementos ornamentales y el edificio completo, auténtica perla literaria. La poesía de Bécquer no ha perdido nada de actualidad, a pesar del siglo y medio transcurrido desde su escritura porque posee tres raras y, por ello, preciosas cualidades, propias de la buena literatura: la autenticidad, la transparencia y la belleza formal.


2. PROPUESTA DIDÁCTICA

(Estas actividades se pueden realizar de modo oral o escrito, de forma individual o en grupo, en la clase o en casa, de modo tradicional o con ayuda de los medios TIC).


2.1. Comprensión lectora

1) Resume el contenido del poema, señala el tema y los apartados temáticos.

2) Explica dónde apreciamos la subjetividad del poema, propio de la poesía romántica. Una reflexión sobre el verso cinco te puede ayudar mucho.

3) El poema, ¿es optimista o pesimista en su intento por describir la fuerza del amor? Aporta razones que sustenten tu opinión.

4) ¿Qué tres elementos naturales reaccionan al paso del amor? 

5) El poeta, ¿llega a hablar a alguien? ¿Dónde se percibe? 

6) Señala el efecto en el significado del poema de algunos recursos retóricos especialmente significativos y referidos a la repetición (paralelismos y bimembraciones, por ejemplo).


2.2. Interpretación y pensamiento analítico

1) En el poema aparecen algunas antítesis, como lo pequeño y lo grande. Localiza su expresión e interpreta su sentido.

2) El poeta, ¿se siente un ser superior, propio del arte romántico, que entiende y siente el mundo y la vida de otra manera distinta a la del común de los mortales?

3) En el poema solo aparece una exclamación retórica. Identifícala, indica a quién se dirige y qué sentido tiene en la significación del poema.


2.3. Fomento de la creatividad

1) Busca una música y unas imágenes adecuadas (de paisaje, por ejemplo) para un recitado declamatorio de este poema, a modo de diaporama.

2)Transforma en relato o en texto teatral el contenido del poema, de forma libre.

3) Indaga sobre la vida de Bécquer y, en concreto, sus desafortunados amoríos con Julia Espín y establece hasta qué punto su vida está recogida en el poema.

4) Su hermano Valeriano era pintor: busca cuadros de él, o de otros pintores románticos, cuyos paisajes encajen con la naturaleza presentada en el poema. También aportaciones musicales de la época pueden ser interesantes.

5) Elabora un texto, literario o no, en el que se perciban los efectos de la percepción de una realidad abstracta.



No hay comentarios: