30/10/2020

José Hierro: "Las nubes"; análisis y propuesta didáctica

León (X-2020) © SVM
 

JOSÉ HIERRO - “LAS NUBES”

 

Las nubes                                          1

inútilmente interrogas.

Tus ojos miran al cielo.

Buscas detrás de las nubes,

huellas que se llevó el viento.           5

Buscas las manos calientes,

los rostros de los que fueron,

el círculo donde yerran

tocando sus instrumentos.

Nubes que eran ritmo, canto            10

sin final y sin comienzo,

campanas de espumas pálidas

volteando su secreto,

palmas de mármol, criaturas

girando al compás del tiempo,         15

imitándole la vida

su perpetuo movimiento.

Inútilmente interrogas

desde tus párpados ciegos.

¿Qué haces mirando a las nubes,      20

José Hierro?

 

                                    José Hierro, Cuanto sé de mí 1957-1959

 

  1. ANÁLISIS
  1. Resumen

José Hierro del Real (Madrid, 1922 - 2002) es uno de los más singulares y atractivos poetas de la Generación del 36 o de Posguerra. Estamos ante un escritor con trayectoria propia, un tanto ajeno a las corrientes literarias de la posguerra civil española, si bien su poesía desarraigada, con un tono social, existencial y testimonial, ocupa una parte importante de su producción.

El poema “Las nubes” es una bellísima composición llena de gracia y gravedad a partes iguales. El sujeto lírico se cuenta lo que hace un “tú”, que es el mismo individuo, desdoblado, como proyectado fuera de sí mismo. Esa imagen proyectada es el propio poeta, José Hierro, como se anuncia el final. Lo que hace es mirar e inquirir a las nubes con sus caprichosas figuras y formaciones, buscando respuestas a sus preocupaciones. La primera es entender su pasado, pero ya solo son “huellas que se llevó el viento” (v. 5). Inmediatamente pregunta por sus seres queridos ya difuntos, de los que siente el calor y su presencia amable, pero no halla nada. Las nubes eran (acaso las de su tiempo pasado, no las que ve ahora, en el acto poético) música deleitosa, figuras de criaturas vegetales y animales en movimiento armonioso y acompasado. Esa imagen sigue preguntando a las nubes, pero no halla respuestas. El yo poético le pregunta a esa imagen de sí mismo, identificada con el poeta, apelado por su nombre, José Hierro, por qué está mirando a las nubes tan incisivamente, si sabe que no hallará respuestas. Es un modo de afirmar que no inquiera más a las nubes, pues no hay respuestas, o acaso solo le sugiere que cese de una acción inútil.

2. Tema  

El tema del poema es la tensión irresoluble entre el deseo de soñar y buscar respuestas a los enigmas de la existencia y la dura realidad de que no hay respuestas, ni en la tierra ni en las nubes, por más que las escrutemos. Otro modo de enunciar el tema es: desdoblamiento del yo poético entre su parte soñadora y optimista, frente a la más realista y pesimista.

3. Apartados temáticos

El contenido del poema se modula en tres secciones temáticas. Así, encontramos:

-Primera parte  (vv. 1-9): el sujeto lírico narra lo que hace su desdoble o su imagen proyectada: buscar respuestas a sus preguntas e inquietudes, en concreto, el destino de los seres queridos que ya no están. Es un tiempo presente donde el sujeto es un “tú” identificable con la imagen del sujeto lírico.

-Segunda parte (vv. 10-17): en tiempo pasado, el sujeto lírico describe las nubes que hubo, pero ya no hay. Transmiten armonía, bienestar y belleza, a través de dos percepciones sensitivas: la música, a través del oído, y el movimiento, a través de la vista; las nubes ahí comunicaban mensajes inteligibles. 

-Tercera parte y (vv. 18-14): se vuelve al presente, el sujeto lírico le recuerda a su imagen proyectada que su esfuerzo es inútil porque sus párpados no puedes vier, están ciegos. Se cierra el poema con una interrogación retórica en la que descubrimos que esa imagen es la del poeta, José Hierro: el ente real, el literario y el imaginario se fusionan y son una misma persona.

4. Métrica y rima

El poema está compuesto por veintiún versos de medida variable; el más pequeño es trisílabo (v. 1); el más grande es eneasílabo (v. 20). Sin embargo, la gran mayoría son versos octosílabos. A partir del verso 3, se observa una rima asonante en los versos impares, quedando los pares libres. Es como un romance, al revés. El poema crea una extraña y original musicalidad al coincidir la rima en los versos impares, como si fuera en contrapunto.

5. Análisis estilístico

El poema presenta una extraordinaria originalidad expresiva. El objeto poético es la observación de las nubes por parte del yo poético. El primer verso solo posee un sustantivo: “nubes”; es un modo de indicar dónde radica el meollo temático. Crea un hipérbaton y encabalgamiento que descoyunta la sintaxis ordinaria; de este modo, el objeto observado, las nubes, pasan a un primer plano significativo. Interesa también reseñar que se elide el sujeto, que es un “tú” coincidente con la imagen que el yo poético proyecta de sí mismo, que es el poeta José Hierro, pero esto lo sabremos en el último verso. La actitud inquisitiva de esa persona que mira “detrás de las nubes” (v. 4) se manifiesta muy bien con los verbos interrogar, mirar y buscar. ¿Y qué busca? El verso 5 nos da la respuesta con una hermosa metáfora: “huellas que se llevó el viento”, es decir, vestigios de algo pasado, volátil en sí mismo, que ya no existe más. La repetición anafórica de “Buscas” (vv. 4 y 6) insiste en la idea de que la imagen del yo poético indaga activa y casi obsesivamente por encontrar algo. A partir de ese momento, en una densa enumeración metafórica, aparece ante nosotros qué son, o eran, esas huellas: “manos calientes” (v. 6), metonimia de personas queridas, pero ya ausentes, como aclara el verso 7 con otra metonimia: “rostros de los que fueron”. También inquiere por el lugar donde podrían hallarse y qué estarían haciendo, “el círculo donde yerran / tocando sus instrumentos” (vv. 8-9).

El verso 10 repite anafóricamente la palabra “Nubes”, refocalizando el asunto central del poema. Ahora estas se transforman en música eterna, acogedora y misteriosa. Cinco metáforas mezcladas con metonimias nos explican cómo es esa música: “ritmo” (v. 10), “canto” continuo (vv. 10-11), repiqueteo de “campanas de espumas pálidas” (v. 12), “palmas de mármol” (v. 14) y, finalmente, “criaturas / girando al compás del viento” (vv. 14-15). Todas las metáforas aluden a sonidos misteriosos y rítmicos, pero desconocidos o incomprensibles. Las sensaciones auditivas se mezclan con las de movimiento y cambio, expresado con “perpetuo movimiento” (v. 17).

De nuevo el yo poético se dirige a su imagen, y le describe su situación, repitiendo el verso 2, reforzando la idea de que los esfuerzos por conocer son estériles, pues nada halla. Pero el verso 19 nos da la clave de por qué no encuentra nada: esa imagen está ciega, no puede ver. Los dos últimos versos contienen una pregunta, casi retórica, pues los interlocutores y lectores conocen la respuesta. El yo poético nos desvela que la persona que mira es el propio poeta, José Hierro. Lo que encontrará también lo podemos prever: nada.

El conjunto del poema nos desvela un estado de inquietud espiritual y existencial del poeta. Busca respuestas en las nubes y más allá de ellas, pero no encuentra nada. El juego de desdoble es muy ingenioso y le permite al yo poético ironizar un tanto a costa de su imagen reflejada, que es la de su propio creador, el poeta de carne y hueso José Hierro.

6. Contextualización

José Hierro del Real (también conocido como Pepe Hierro) (Madrid, 1922 - 2002) es uno de los más relevantes poetas de la primera generación de posguerra. El hecho de pasar varios años en las cárceles franquistas marcó su poesía. Aunque participó en parte en las corrientes culturales del momento, como la poesía desarraigada, la poesía social y la coloquial-confesional de la Generación del Cincuenta, José Hierro, posee una mirada poderosa y propia sobre la vida y el hombre.

Su poesía es reflexiva, bastante analítica, centrada en el hombre y su existencia. Es lógico entender que el tiempo como elemento determinante de la vida humana sea un tema central que recorre sus poemarios. Se observa en muchos de sus poemas una reflexión aplicada al hombre concreto, al yo poético o a otro cualquiera. En este sentido, sus poemas indagan y explican las circunstancias del vivir, justamente en la España de posguerra (encarcelado por ideas políticas), o como emigrante en EEUU, o como hombre aturdido y maltratadoque busca el sentido de su vida en una sociedad absurda. En este sentido, el amor y la solidaridad son dos valores sobre los que pivota el sentido de la vida, también proyectado hacia la belleza y la verdad.

Sun poemarios más importantes son Cuanto sé de mí (1957), libro del que procede el poema que hemos comentado, Libro de las alucinaciones (1964) y el bellísimo Cuadernos de Nueva York (1998).

7. Interpretación y valoración

Este poema de José Hierro posee una enorme profundidad significativa. Su naturaleza es existencial. Nos presenta al poeta, a través de la imagen que crea el yo poético, indagando en las nubes sobre asuntos que le preocupan, sobre todo el destino de sus antepasados. No encuentra respuestas, solo un cúmulo de imágenes y sensaciones que no logra explicarse o dotarlas de un sentido coherente.

El poema muestra tonos trágicos, pues nos presenta al poeta ciego, terco en su búsqueda, pero incapaz de ver porque no puede. Los efectos de repetición de esa indagación infructuosa dotan al poema de un tono angustiado, pesimista y amargo. El mensaje subliminal es que nada hay que buscar, pues nada podemos hallar porque carecemos de los instrumentos necesarios. Debemos conformarnos con sensaciones más o menos coherentes y bellas, como la música y el movimiento. Lo demás solo es incertidumbre.

 

2. PROPUESTA DIDÁCTICA

(Las siguientes actividades se pueden realizar de modo individual o en grupo; de manera oral o escrita; en clase o en casa; utilizando medios tradicionales o recursos TIC, según las circunstancias lo aconsejen).

2.1. Comprensión lectora

1) Resume el poema (100 palabras, aproximadamente).

2) Señala su tema principal y los secundarios.

3) Delimita los apartados temáticos, atendiendo a las modulaciones de sentido.

4) Analiza los aspectos métricos y de rima; deduce la estrofa empleada.

5) ¿Qué tono tiene el poema: festivo, narrativo, ligero o denso?

6) Señala las imágenes más importantes que jalonan el poema. Presta atención a las paradojas y a los recursos de repetición.

7) Localiza y explica media docena de recursos estilísticos y cómo crean significado.

2.2. Interpretación y pensamiento analítico

1) Explica razonadamente a qué se refiere el poeta con el vocablo “nubes”.

2) ¿A quién le habla el yo poético? ¿Cómo sabemos quién es?

3) ¿Qué importancia poética poseen los efectos de repetición en el poema? Razona tu respuesta.

4) ¿Qué dos percepciones sensitivas predominan en el poema? 

5) Aparecen bastantes verbos conjugados en segunda persona del singular del presente de indicativo. ¿Quién realiza acciones en el poema?

6) ¿Cuál es el estado anímico del personaje que mira a las nubes? ¿Qué siente el yo poético por él?

2.3. Fomento de la creatividad

1) Elabora un poema o texto en prosa que tome un elemento natural, como las nubes, para expresar un estado de ánimo o un modo de vivir. Puedes imprimir un sentido real o imaginario, individual o colectivo. Puedes dotarlo de un sentido simbólico, como ha realizado José Hierro.

2) Imagina y transcribe una conversación o plática entre la clase y el poeta José Hierro a propósito de su poema y de su vida.

3) Realiza una exposición sobre José Hierro, su poesía y su tiempo, para ser presentada ante la clase o la comunidad escolar, con ayuda de medios TIC o pósteres, fotografías, pequeña exposición bibliográfica, etc.

4) Aporta o crea imágenes que sirvan de metáfora de una manera de entender la vida y afrontar la existencia, resaltando algún elemento fundamental, siguiendo el ejemplo de José Hierro.

 

 



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