Cementerio romano, Mérida (I-2019) © SVM |
José Martí - "La niña de Guatemala" (Poema
IX de "Versos sencillos")
Quiero, a la sombra de un ala, 1
Contar este cuento en flor:
La niña de Guatemala,
La que se murió de amor.
Eran de lirios los ramos, 5
Y las orlas de reseda
Y de jazmín: la enterramos
En una caja de seda.
... Ella dio al desmemoriado
Una almohadilla de olor: 10
El volvió, volvió casado:
Ella se murió de amor.
Iban cargándola en andas
Obispos y embajadores:
Detrás iba el pueblo en tandas, 15
Todo cargado de flores.
...Ella, por volverlo a ver,
Salió a verlo al mirador:
El volvió con su mujer:
Ella se murió de amor. 20
Como de bronce candente
Al beso de despedida
Era su frente ¡la frente
Que más he amado en la vida!
...Se entró de tarde en el río, 25
La sacó muerta el doctor:
Dicen que murió de frío:
Yo sé que murió de amor.
Allí, en la bóveda helada,
La pusieron en dos bancos; 30
Besé su mano afilada,
Besé sus zapatos blancos.
Callado, al oscurecer,
Me llamó el enterrador:
¡Nunca más he vuelto a ver 35
A la que murió de amor!
(De Versos
sencillos)
- ANÁLISIS
- Resumen
José Martí (La Habana, 1853 - Dos Ríos,
Cuba, 1895) es uno de los más estimables poetas del pre-modernismo
hispanoamericano. Poseedor de un rico mundo poético y de una asombrosa
facilidad verbal y expresiva, Martí nos dejó poemas inolvidables en los que
expresa sus sentimientos, pensamientos e inquietudes más íntimas desde una
perspectiva intimista, transparente e inquietante.
El poema que ahora analizamos, “La niña de
Guatemala”, cumple bastante estas características, como iremos explicando a lo
largo de este texto. El poema posee un marcado carácter narrativo y subjetivo.
El yo poético cuenta una historia, pero le afecta directamente, por lo que va
intercalando sus propios sentimientos a lo largo del texto.
2.
Tema
El tema del poema se puede enunciar así:
relato de una historia de amor trágico a causa de una traición.
3.
Apartados temáticos
El poema presenta una estructura realmente
original y distinta a lo habitual. De este modo encontramos:
-La primera estrofa es una introducción
del contenido, por parte del yo poético, que se dirige a un auditorio ficticio
(compuesto por nosotros, los lectores); advierte que el relato es triste y
desgraciado.
-A continuación, las estrofas pares (2, 4,
6 y 8,) describe su funeral: desde la salida del féretro a la iglesia hasta la
llegada al cementerio, a la que asiste el yo poético. Se despide de ella con un
frío beso, arrasado por el dolor.
-En las estrofas impares (3, 5, 7 y 9)
narra la historia de amor entre la joven de Guatemala, de la que no se
especifican datos concretos de ningún tipo, y el yo poético: se habían conocido
y se habían enamorado; él hubo de viajar y ella le entrega como recuerdo “una
almohadilla de olor”. Tras un tiempo, él regresa, pero casado con otra mujer.
Ella, contrariada, incapaz de superar la situación, se suicida dejándose ahogar
en un río. Cuando la sacaron, el médico solo pudo certificar su muerte.
4.
Aspectos métricos y de rima
Este poema está compuesto por treinta y
seis versos agrupados en doce estrofas. Los versos son octosílabos (ocho
sílabas; arte menor, por tanto; en muchas estrofas la palabra final es aguda,
por lo que el conteo silábico da siete, pero sumamos uno al utilizar la
correspondiente licencia poética). La rima consonante (coinciden vocales y
consonantes desde la última vocal tónica de la última palabra de cada verso)
queda establecida así: abab; rima el primero con el tercero, y el segundo con
el cuarto. Esta estrofa recibe el nombre de cuarteta, y se repite --la
estructura, no la rima-- en cada una de las estrofas. El conjunto conforma una
sucesión de cuartetas, estrofa especialmente apta para la expresión del
pensamiento y del sentimiento sintético y comprimido. Es una estrofa de larga
tradición castellana, dentro de la poesía italianizante; su cultivo ha sido muy
amplio desde el Renacimiento a nuestros días.
5.
Comentario estilístico
Este
poema posee un entramado de imágenes de primer orden, creadas a través, sobre
todo, de metáforas y símiles. Se abre el poema con un verbo en primera persona,
anunciando que es el yo poético quien interviene y dirige la narración. Con la
metáfora “a la sombra de un ala” (v. 1), da a entender que se halla bajo el
influjo de la muchacha fallecida. La siguiente metáfora, “cuento en flor” (v.
2), alude a que los acontecimientos pasaron hace poco, todavía están frescos y
el recuerdo pesa. Acaso se pueda referir también a la edad de la joven, pues
estaba en la flor de la vida. Para aumentar el misterio, Martí no concreta nada
de ella; la nombra como “la niña de Guatemala”. En el último verso de la
primera estrofa anticipa el final: “La que se murió de amor”. La intriga se
potencia y un halo de confusión triste rodea el relato.
En
la segunda estrofa cambian los tiempos verbales: se pasa del presente al
pasado, señal inequívoca de que comienza el relato de los acontecimientos. En
concreto, describe cómo era el féretro que contenía el cuerpo de la difunta:
caja de seda, ramos de lirio y orlas o adornos de reseda y jazmín. Indica su
alta posición social, pues todos los objetos son símbolos de riqueza y poder.
Aparece un verbo en primera persona del plural, “enterramos” (v. 7); aquí vemos
que el yo poético participa en el sepelio de la joven.
La
tercera estrofa retoma los acontecimientos desde más atrás, cuando se habían
conocido ambos. Comienza con una suspensión (creada a través de los puntos
suspensivos), dando a entender que el lector ha de suplir lo que falta, o que
el narrador prefiere omitir ciertos detalles, o que, simplemente, había pasado
mucho tiempo. A la despedida, ella le entregó un símbolo de su amor: una
“almohadilla de olor” (v.10), aunque ya sabemos, por el adjetivo “desmemoriado”
(v. 9) aplicado al hombre, que él pronto la olvidó. Los dos últimos versos, en
lo que se concentra mucho la acción, cuentan el este volvió casado y ella
murió; son cuatro verbos en pretérito perfecto simple en los que se condensan
los acontecimientos. La repetición de “volvió” (v. 11) aumenta la expresividad,
así como la antítesis creada con “Él” (v. 11) y “Ella” (v. 12), colocadas
intencionadamente al principio de los respectivos versos.
La
cuarta estrofa vuelve al desarrollo del funeral. Insiste en la gran cantidad de
flores, pero añade un detalle nuevo: en el funeral de la joven de Guatemala
asistieron “obispos y embajadores” (v. 14), lo que confirma que la fallecida
poseía un alto estatus social. Pero además era popular y conocida por la gente
común, pues detrás de las autoridades “iba el pueblo en tandas” (v. 15). Fue un
entierro multitudinario y solemne, podemos deducir.
La quinta estrofa nos retrotrae a los acontecimientos previos a la
muerte. Cuando su amado volvió, ella se asomó a un mirador para apreciarlo
mejor; sin embargo, cuando lo vio acompañado de su esposa, “Ella se murió de
amor” (v. 20). Aquí no se aporta información nueva, sino que repite y
profundiza algo en lo que ya sabíamos; el hecho de que ella se acerque a un
mirador para verlo a él señala su impaciencia por verlo cuanto antes. Observemos
otra vez el empleo de la suspensión al principio de la estrofa para crear un
estado de intriga lectora.
La sexta estrofa aporta novedades interesantes. Aquí descubrimos que el
amado asistió al funeral y la despidió con un beso en la frente. Pero fue un
beso agridulce, como expresa el símil “Como de bronce candente” (v. 21). Es un
beso apasionado, ardiente como un metal al rojo, pero, a la vez, frío y
lúgubre, pues ella está muerta. El verso 24 adquiere especial relevancia porque
nos permite comprobar que el yo poético es el amado, como se aprecia en el
verbo conjugado en primera persona, en la oración exclamativa “¡la frente / que
más he amado en la vida!” (vv. 23-24). La repetición retórica de “frente”,
junto con la metonimia que forma, refiriéndose a la persona entera de la joven,
aportan dramatismo lírico; lo mismo se puede decir de la exclamación retórica
que recoge esa oración.
La séptima estrofa comienza otra vez con la suspensión, aumentando la
densidad significativa. Relata sucintamente que la joven entró al río y se dejó
ahogar; nada se pudo hacer; la versión oficial es que murió de frío, pero el yo
poético sabe que murió de amor. Es una estrofa muy sintética porque con muy
pocas palabras comunica la muerte voluntaria de la joven y el estrecho grado de
intimidad que existía entre ellos. Estaban muy enamorados, podemos deducir.
La octava estrofa vuelve al funeral, como corresponde a las pares. Aquí,
los adjetivos epítetos, de naturaleza sensitiva, adquieren especial
significación. La bóveda de la iglesia donde la enterraron está “helada” (v.
29); la mano está “afilada” (v. 31); sus zapatos son “blancos” (v. 32). Los
tres adjetivos son metáforas de la muerte. La repetición retórica y anáfora
creadas con la reiteración de “Besé” (vv. 31 y 32) expresan con viveza la
pasión amorosa que el yo poético siente por la joven muerta. El contraste o
antítesis entre “mano” y “zapato”, que aluden a dos extremidades del cuerpo de
ella, también potencian el amor frustrado del yo poético por esa joven malhadada.
La novena y última estrofa es más misteriosa y ambigua en su
significación. El enterrador, único personaje concreto que aparece en el poema,
aparte los amantes, llama al yo poético , ¿para qué? No lo sabemos, tal vez
para ver a su amada por última vez, ya sepultada oficialmente esa misma tarde.
Los dos últimos versos forman un epifonema: resumen sintético en una oración
exclamativa. Expresan el dolor del yo poético por la muerte de la “niña de
Guatemala”. Ella murió de amor, como repite el último verso pero ¿qué
responsabilidad le cupo a él, con su actitud falsa y traicionera?
El poema presenta un perfecto equilibrio entre fondo y forma, entre
narración y expresión de los sentimientos. De forma sintética, se dosifica la
intriga y se cierra el poema muy bellamente haciéndonos saber que el yo poético
era el amado y que, al parecer, también estaba enamorado de ella. Poema de
factura romántica, se contienen los sentimientos bastante y se crea una
estructura zigzagueante muy bien trazada y desarrollada, para contarnos una
historia de amor trágica.
6. Contextualización
Como ya afirmamos, José Martí (La Habana,
1853 - Dos Ríos, Cuba, 1895) es uno de los poetas precursores del modernismo o,
simplemente, modernistas más interesantes de la poesía en lengua española en la
segunda mitad del siglo XIX. Sus poemas resultan subjetivos y sentimentales,
propios del tardorromanticismo, en la senda de Bécquer y Rosalía de Castro.
Observamos en la poesía de Martí una preponderancia del yo poético en el
contenido, el empleo de la naturaleza como un espejo del alma y la especial
predilección por marcar la singularidad poética son rasgos típicos de esta
poesía. Sin embargo, no se trata de una expresión torrentosa y verbalmente
exagerada, propia del primer romanticismo, sino de otra caracterizada por la
contención expresiva, la moderación verbal y cierta introspección existencial
que intenta ser trascendente. Martí también escribió poemas de tono más cívico,
es decir, aborda temas de contenido social o político. Recordemos, a este
propósito, que su posicionamiento en pro de la independencia de Cuba frente al
dominio español marcó su vida y su muerte temprana.
Además de poesía, Martí compuso una obra
dramática y varios textos en prosa (ensayos de actualidad referidos
principalmente a la independencia de Cuba y una novela), interesantes todos ellos,
pero eclipsados por la calidad de su poesía. Sus poemarios son Ismaelillo (1882), Versos libres (1882),
Versos sencillos (1891), Edad de oro (1878
- 1882) y Flores del destierro (1878
- 1895).
7.
Interpretación y valoración
Estamos ante un bello poema a medio camino
entre lo narrativo y lo lírico; se cuenta una historia y los sentimientos que
en torno a ella surgen. Esto ocurre porque el yo poético es coprotagonista de
la misma. La estructura compositiva es original y sorprendente, además de muy
eficaz a efectos estéticos, intercalar la parte narrativa con la lírica es un
modo sugestivo de introducir al lector en una experiencia lectora sugestiva.
El poema posee un visible tono romántico.
El yo poético domina la acción y la sentimentalidad y expresa con viveza sus
emociones, en este caso, trágicas y negativas. La niña de Guatemala es la otra
coprotagonista; no la oímos, pero la percibimos al fondo como viva y activa:
ama, se esperanza, se frustra y se suicida. Es una historia trágica y triste.
El yo poético elude toda responsabilidad, pero su relato nos permite apreciar
su irresponsabilidad y su inconsistencia ética. Ha provocado un grave daño a
otra persona por su traición, pero no hay atisbos de arrepentimiento en ningún
momento. En este sentido, es un poema estrictamente romántico, sin
autorreflexión ni ahondamiento por parte del yo poético, trasunto de Martí.
La “niña de Guatemala” parece que se
identifica con María García Granados y Saborío (Ciudad de Guatemala, 1860 -
1878), joven con la que, al parecer, Martí mantuvo un romance frustrado que
coincide, a grandes rasgos, con el relato del poema. He aquí un ejemplo de
transfiguración de la vida en literatura.
2.
PROPUESTA DIDÁCTICA
(Las
siguientes actividades se pueden realizar de modo individual o en grupo; de
manera oral o escrita; en clase o en casa; utilizando medios tradicionales o
recursos TIC, según las circunstancias lo aconsejen).
2.1. Comprensión lectora
1)
Resume el poema (100 palabras, aproximadamente).
2)
Señala su tema principal y los secundarios.
3)
Delimita los apartados temáticos, atendiendo a las modulaciones de sentido.
4)
Analiza los aspectos métricos y de rima; deduce la estrofa empleada.
5)
¿Qué tono tiene el poema: positivo, optimista, esperanzado, o todo lo
contrario?
6)
Señala las imágenes más importantes que jalonan el poema y cómo afectan al
contenido.
7)
Localiza y explica una docena de recursos estilísticos y cómo crean
significado.
2.2. Interpretación y
pensamiento analítico
1)
¿A quién se dirige el poeta?
2)
El poeta, ¿qué sentimientos muestra? ¿Y la “niña de Guatemala”?
3)
Localiza los dos polos de la dicotomía o antítesis que plantea el poema,
referido a los protagonistas y a los sentimientos. ¿Qué sensación aportan?
4) ¿Cómo
se aprecia en el texto la importancia de la fidelidad y el compromiso?
5)
Relaciona este poema con la biografía de José Martí ¿Qué importancia posee en
este sentido? ¿Qué podemos deducir de su vida amorosa y su consistencia ética?
6)
Observa y recoge las acciones que realiza “la niña de Guatemala”. ¿Pensó en la
mejor manera de afrontar su situación antes de actuar? ¿Su actitud, fue
racional o pasional?
2.3. Fomento de la
creatividad
1)
Elabora un poema o texto en prosa que cuente una historia de amor y exprese el
estado interior de una persona, real o imaginaria, en torno a esas vivencias.
Puedes imprimir un sentido intimista, como ha realizado José Martí.
2)
Imagina y transcribe una conversación o plática entre la clase y el poeta José
Martí a propósito de su poema y de su vida.
3)
Realiza una exposición sobre José Martí, su poesía y su tiempo, para ser
presentada ante la clase o la comunidad escolar, con ayuda de medios TIC o
pósteres, fotografías, pequeña exposición bibliográfica, etc.
4)
Aporta o crea imágenes que sirvan para expresar un estado sentimental o
existencial, sea referido al amor o al dolor por la muerte de un ser querido;
serán reflejo de un sentimiento
especialmente relevante para ti, siguiendo el ejemplo de José Martí.
5)
Puedes crear la misma historia desde la perspectiva de la chica traicionada,
insistiendo en sus sentimientos de frustración abandono.
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