27/10/2020

Juan Ruiz de Alarcón: "La verdad sospechosa"; análisis y propuesta didáctica

 

Sabarís, Pontevedra (VIII-2020) © SVM


RUIZ DE ALARCÓN – La verdad sospechosa (h. 1620)


RUIZ DE ALARCÓN – La verdad sospechosa (h. 1620)


  1. ANÁLISIS

  1. Resumen


Acto I

García es heredero de Beltrán, hombre rico que perdió a su hijo primogénito. Beltrán llega a la corte desde Salamanca. El licenciado, su tutor, le advierte a Beltrán que es un hombre joven, educado y correcto, pero con tendencia a mentir. Sale a la calle el primer día; se encuentra con una dama, que resulta ser Jacinta. Le dice que viene del Perú, que es muy rico y que puede comprar lo que quiera, que él lo pagará. Doña Lucrecia, muy bella, calla. Llega don Juan y don Félix, amigos de García en Salamanca, de estudiantes. García le dice que la noche previa dio una gran fiesta en honor de una dama, a orillas del Manzanares; la dama deja entrever que es Jacinta; le dice a los amigos que lleva un mes en Madrid de incógnito; todo es mentira, pero lo hace porque queda bien. 

Tristán, su criado, le advierte que es un juego peligroso, pero García dice no temer. Don Juan está enamorado de Jacinta y la requiere de amores, pero la cosa está en proceso. Beltrán trata con Sancho, tío de Jacinta, para casar cuanto antes a García y a Jacinta, sin saber nada de los embustes. Queda en pasar esa tarde a caballo por delante de la casa de Jacinta, para que lo conozca. Esta le confiesa a su amiga Isabel que el “indiano” le gusta. Don Juan visita a Jacinta y le afea la “fiesta”, traicionándole a él. No quiere escuchar razones; está rabioso de celos.


Acto II

Jacinta conviene con Lucrecia mandarle una carta para verse a media noche por el balcón con García. Don Juan reta a duelo a García por haberle quitado a Jacinta. Se ven y García le dice que la fiesta en el Manzanares fue con una casada, no con Jacinta. El padre le dice a García que ha concertado su casamiento con Jacinta y que sabe sus embustes porque Tristán se las ha contado todas, pero el hijo no quiere casarse con Jacinta porque ahora se ha antojado de Lucrecia. 

Le cuenta una gran mentira: que está casado en secreto con Sancha, una mujer noble de Salamanca, aunque pobre; el padre los pilla juntos; a él lo delata un reloj, luego una pistola se dispara y, al fin, para no morir, se casa allí mismo. El padre, Beltrán, lo cree. Acude a deshacer el compromiso de matrimonio de García con Jacinta. A media noche aparece García en el balcón; piensa que habla con Lucrecia, pero con Jacinta, haciéndose pasar por la otra. Lucrecia, presente, se empieza a enamorar de García porque este jura y perjura que la ama. Jacinta le deshace sus mentiras y García queda como fantasioso y parlero.


Acto III

Lucrecia recibe un aviso de García declarándole su amor. Camino, la criada, le dice de vuelta que lo rompió, pero que va a la novena de la iglesia de la Magdalena. Beltrán manda a García a recoger a su esposa a Salamanca, pero García le dice que no puede viajar porque está embarazada; el padre lo cree. En la iglesia de la Magdalena se ven Jacinta, que hace de Lucrecia, esta, que está a su lado embozada, García y Tristán. De nuevo “Lucrecia” le afea sus mentiras y él insiste en su amor por ella. Lucrecia, al lado, casi está por creerlo y quererlo. Tristán le pregunta a García qué pasa con don Juan. García le dice que lo ha dejado por muerto. A tal tiempo aparece Beltrán, que sabe que la boda de Salamanca es mentira, pues se lo ha contado don Juan, que ha ganado así una encomienda de la Cruz de Calatrava.


JACINTA: Hacedle vos que lo crea,

que yo la haré que se ablanda.

GARCÍA: ¿Por qué no creerá que muero,

pues he visto su beldad?

JACINTA: Porque si os digo verdad            2620

no os tiene por verdadero.

GARCÍA: (Ésta es verdad, vive Dios!)

JACINTA: Hacedle vos que lo crea.

¿Qué importa que verdad sea,

si el que la dice sois vos?                        2625 

Que la boca mentirosa

incurre en tan torpe mengua,

que, solamente en su lengua

es la verdad sospechosa.

GARCÍA: Señora...                                  2630

JACINTA: Basta; mirad

que dais nota.

GARCÍA: Yo obedezco.


Sancho, el padre, le concede a don Juan la mano de Jacinta. Don Juan de Luna, padre de Lucrecia, es testigo. Llega Beltrán y García. Este le pide la mano de Lucrecia a Juan de Luna y se la concede. Salen Jacinta y Lucrecia; aquella le da la mano a don Juan de Sosa y quedan prometidos. García cree que Jacinta es Lucrecia, pero ahí conoce la verdad. Le obligan a darle la mano a Lucrecia.

El final es trepidante y sorprendente:


A don JUAN de Sosa

JACINTA: Vuestra soy.                       3090

GARCÍA: Perdí mi gloria.

BELTRÁN: (Vive Dios, si no recibes

a Lucrecia por esposa,

que te he de quitar la vida!

JUAN de L: La mano os he dado agora

por Lucrecia, y me la disteis;                     3095

si vuestra inconstancia loca

os ha mudado tan presto,

yo lavaré mi deshonra

con sangre de vuestras venas.

TRISTÁN: Tú tienes la culpa toda;               3100  

que si al principio dijeras

la verdad, ésta es la hora

que de Jacinta gozabas.

Ya no hay remedio, perdona,

y da la mano a Lucrecia,                             3105  

que también es buena moza.

GARCÍA: La mano doy, pues es fuerza.

TRISTÁN: Y aquí verás cuán dañosa

es la mentira; y verá

el senado que, en la boca                          3110  

del que mentir acostumbra,

es la verdad sospechosa.


  1. Temas de la comedia

Se plantean los siguientes temas:

  • La mentira se acaba por descubrir y acarrea severos y justos perjuicios a los mentirosos, por su doble juego.

  • El castigo a los mentirosos está bien merecido por los daños que han provocado en los demás injustamente.

  • Las personas deshonradas y viles recurren a la mentira para obtener provecho, por lo que debemos estar precavidos de sus artimañas.


  1. Apartados temáticos

Siguiendo el modelo lopesco de la comedia nacional española, esta pieza se divide en tres actos. Responden a la disposición de presentación del conflicto, los personajes y el marco espacio-temporal (coincide con la primera mitad del primer acto); el nudo o desarrollo del meollo dramático, formado por lances, encuentros y casualidades varias (ocupa la segunda mitad del primer acto, todo el segundo y la primera mitad del tercero; y, finalmente, el desenlace o resolución del clímax dramático, concentrado en las escenas finales de la comedia.

Es una repartición del contenido clásica y repetida, pero efectiva a efectos literarios y de entendimiento para un público oyente con pocas comodidades.


  1. Lugar y tiempo de la acción dramática

La acción dramática se desarrolla en “la corte”, es decir, Madrid. Es una pieza urbana; la acción se distribuye en espacios abiertos (la calle) y cerrados (una iglesia y las casas de los nobles). 

El tiempo es contemporáneo al de la composición, es decir, principios del siglo XVII. La duración de la acción, en sentido estricto, es de aproximadamente una semana. Se aluden a hechos pasados, meses o acasos años antes, en la ciudad de Salamanca.


  1. Personajes

Todos los personajes cumplen con el papel al que se ven obligados por su posición social y su importancia teatral. En el grupo de los nobles, contamos, en primer lugar, con don García, galán atractivo, de muy buena posición social y de buena planta; las mujeres lo admiran. Es un mentiroso compulsivo; miente para quedar bien, para engrandecer su imagen, para dárselas de importante y, finalmente, para enamorar a las damas; al final, recibe un duro castigo por ello, perdiendo el amor de dos mujeres. Su mente turbia se aprecia cuando engaña por dos veces a su padre. Al proponer hacer lo mismo con las chicas, le sale todo al revés, para alivio de los espectadores; es un modo de que impere la justicia poética.

Don Juan es otro galán, noble y más o menos adinerado, pero desafortunado. Está enamorado de Jacinta, pero el noviazgo avanza lentamente, lo que acepta con paciencia; la irrupción de don García en la relación lo desesperan y lo fuerzan a reaccionar con un duelo a muerte, del que sale vivo de milagro. Al fin, Jacinta sabe apreciar su lealtad y le concede su mano.

Beltrán, el padre de don García, es un noble respetable; mayor y con su vida ya hecha, vela por la reputación de su casa. Echa de menos a su primogénito muerto, pero no duda en apoyar a su segundo hijo, aunque tiene pocas cualidades morales. En la misma línea están Sancho, padre de Jacinta, y Juan de Luna, padre de Lucrecia; miran por el buen nombre de sus familias y la salud financiera de sus casas.

Doña Jacinta es una dama inteligente; posee bastante protagonismo. Tiene una buena posición social, de la que es consciente, así que cuida de su honra; es astuta y precavida en su vida social con repercusiones sobre su honra. Ha de jugar con los requerimientos de varios hombres que la demandan

Doña Lucrecia, dama, es amiga de Jacinta. También emplea las mismas armas que su prima, aunque no está tan presionada por el ambiente social. Su papel se eclipsa al final y, aunque enamorada de don García, quien impone el matrimonio es su padre.

En el grupo de los criados, sobresale Tristán, el empleado de don García. Es leído, inteligente y práctico; habla con mucha soltura y aconseja razonablemente a su señor; utiliza el humor, la ironía y la sátira para quejarse de los usos sociales de su época, lo cual es comprensible. Ruiz de Alarcón lo utiliza para expresar una visión crítica de la sociedad.

Isabel, la criada de doña Lucrecia, cumple convencionalmente su papel, lo mismo que Camino y el letrado que, al principio, habla con Beltrán sobre la educación universitaria salmantina de su hijo. 


  1. Comentario estilístico

Esta comedia es deliciosa por su alto grado de elaboración. La construcción dramática (trama, desarrollo, tema y ritmo) es perfecta. La acción avanza con un ritmo sostenido; la intriga está muy dosificada; el grado de “enredo” es el justo para que el espectador pueda crear en su imaginación. La acción se desarrolla en las calles de Madrid, en una calle comercial; este espacio abierto se complementa con la iglesia de la Magdalena. 

El lenguaje es vivo, expresivo y adecuado. Todos los personajes mantienen el decoro poético, es decir, actúan y hablan como se espera de su condición socio-económica. Con todo, Tristán, por ejemplo, siendo un criado, se expresa con mucha propiedad, ironía y humor. La repetición de la expresión “la verdad sospechosa” crea un efecto metafórico importante cuando se cierra el acto II. El humor está bastante presente en la obra, casi todo de lenguaje, más que de acciones. Se mantiene dentro de las pautas del comedimiento.

El manejo del verso es maestro, en la pluma de Ruiz de Alarcón. La polimetría es acertada y consecuente con las lecciones de Lope de Vega. Romances, sonetos, décimas, redondillas, pareados, etc. se suceden con fluidez, gracia y acierto.

He aquí un ejemplo de la viveza y ritmo de la comedia, extraído del acto II, en el que las dos damas analizan su situación sentimental respecto del mentiroso don García:


(Vanse los dos. Salen ISABEL y JACINTA) 

ISABEL: La pluma tomó al momento 

Lucrecia, en ejecución                        1310

de tu agudo pensamiento, 

y esta noche en su balcón, 

para tratar cierto intento, 

le escribió que aguardaría, 

para que puedas en él                        1315 

platicar con don García. 

Camino llevó el papel; 

persona de quien se fía. 

JACINTA: Mucho Lucrecia me obliga. 

ISABEL: Muestra en cualquier ocasión  1320

ser tu verdadera amiga. 

JACINTA: ¿Es tarde? 

ISABEL: Las cinco son. 

JACINTA: Aun durmiendo me fatiga 

la memoria de don Juan, 

que esta siesta le he soñado              1325

celoso de otro galán. 

(Miran adentro las dos.) 

ISABEL: ¡Ay, señora! Don Beltrán 

y el perulero a su lado. 

JACINTA: ¿Qué dices? 

ISABEL: Digo que aquél 

que hoy te habló en la Platería          1330     

viene a caballo con él. 

Mírale. 

JACINTA: ¡Por vida mía 

que dices verdad, que es él! 

¿Hay tal? ¿Cómo el embustero 

se nos fingió perulero,                      1335   

si es hijo de don Beltrán? 

ISABEL: Los que intentan siempre dan 

gran presunción al dinero, 

y con ese medio, hallar 

entrada en tu pecho quiso,               1340   

que debió de imaginar 

que aquí le ha de aprovechar 

más ser Midas que Narciso. 

JACINTA: En decir que ha que me vio 

un año, también mintió,                    1345 

porque don Beltrán me dijo 

que ayer a Madrid su hijo 

de Salamanca llegó. 

ISABEL: Si bien lo miras, señora, 

todo verdad puede ser,                   1350

que entonces te pudo ver, 

irse de Madrid, y agora, 

de Salamanca volver. 

Y cuando no, ¿qué te admira 

que, quien a obligar aspira               1355 

prendas de tanto valor, 

para acreditar su amor, 

se valga de una mentira? 

Demás que tengo por llano, 

si no miente mi sospecha,                1360

que no lo encarece en vano; 

que hablarte hoy su padre, es flecha 

que ha salido de su mano. 

No ha sido, señora mía, 

acaso que el mismo día                     1365

que él te vio y mostró quererte, 

venga su padre a ofrecerte 

por esposo a don García. 

JACINTA: Dices bien; mas imagino 

que el término que pasó                  1370  

desde que el hijo me habló 

hasta que su padre vino, 

fue muy breve. 

ISABEL: Él conoció 

quién eres; encontraría 

su padre en la Platería;                  1375

hablóle, y él, que no ignora 

tus calidades y adora 

justamente a don García, 

vino a tratarlo al momento. 

JACINTA: Al fin, como fuere, sea.     1380

De sus partes me contento, 

quiere el padre, él me desea; 

da por hecho el casamiento.


  1. Contextualización

Juan Ruiz de Alarcón (Taxco o Méjico, entre 1572 y 1581 – Madrid, 1639) es uno de los más importantes dramaturgos españoles del Barroco. En la línea de Tirso de Molina y de Calderón de la Barca, opta por un teatro más denso, con personajes profundos y temas sociales, filosóficos, etc. 

Las obras más conocidas de Ruiz de Alarcón, pero no las únicas (publicó veinte títulos en dos volúmenes distintos), son Las paredes oyen Los favores del mundo, Quien mal anda mal acaba y la celebérrima La verdad sospechosa (hacia 1620; es objeto de análisis en este trabajo). Emplea la sátira con frecuencia y defiende valores éticos de primer orden, en detrimento de la aceptación del inmovilista sistema social de la época. También aborda asuntos históricos españoles con un toque personal. Sus protagonistas muestran honestidad, perseverancia y apego a la verdad. La construcción de sus dramas es muy elaborada, el manejo de la versificación resulta feliz y el ritmo dramático está muy logrado, pues la intriga fluye entre ambigüedades muy medidas.


  1. Interpretación y valoración

La verdad sospechosa es una comedia muy agradable de leer porque transciende el mero entretenimiento para plantear una seria reflexión al lector. Sin desviarse del contenido amoroso, de sus idas y venidas, entre personajes nobles, Ruiz de Alarcón presenta la cuestión de cómo las mentiras pueden llegar a ser compulsivas en algunos individuos, independientemente de su cuna; provocan daños importantes y no es fácil defenderse ante ellas, como bien sabe don Juan. Por eso hace que el destino, o la justicia poética, castigue duramente a los malsines y a los manipuladores por beneficio propio. Los enredadores de opinión y mentirosos no merecen ni el respeto, ni los favores de los demás, insiste Ruiz de Alarcón.

Casi podemos repetir la interpretación que ya realizamos en este mismo blog de Las paredes oyen. Se manifiesta aquí cómo Ruiz de Alarcón le concede gran importancia a la vida ética de las personas, independientemente de su patrimonio y nacimiento. La fortuna es variable y la perseverancia esperanzada es una herramienta fundamental, sobre todo para las personas no tan favorecidas por la fortuna, la sangre o el nacimiento. El papel de la mujer en la sociedad barroca también es un asunto abordado por nuestro dramaturgo. No esquiva las dificultades de las mujeres para llevar una vida normal; también tienen deseos y aspiraciones, que pueden coincidir, o no, con los de los hombres. De aquí nace un conflicto muy interesante a efectos dramáticos, pues alimenta la tensión y la intriga. Los hombres hablan, luchan, van y vienen, pero ellas son las que, finalmente, deciden quién y qué tipo de galardón merecen.

Ruiz de Alarcón muestra una gran penetración psicológica cuando crea sus personajes. Los dota de sustancia humana y traspasan el mero papel de arquetipo social reconocible. Y esto ocurre tanto entre los nobles (don Juan y don García), como entre los criados (Tristán). 

El humor está presente en los versos del drama. A veces, bordea el humor negro; es un modo de relativizar y ridiculizar las acciones humanas; queremos dotarlas de una gravedad que no merecen, solo movidos por la fatuidad, el qué dirán, o el egoísmo corrosivo.


  1. PROPUESTA DIDÁCTICA

(Estas actividades se pueden realizar en el aula o en casa, como tarea; de modo individual o en grupo; el empleo de recursos TIC es aconsejable para buscar información relevante).


  1. Comprensión lectora

  1. Resume el contenido de la obra.

  2. Analiza los cinco personajes principales y sus relaciones de amistad.

  3. Indica el lugar y el tiempo en el que se desenvuelven la acción dramática.

  4. Señala los motivos de los personajes para actuar como lo hacen.

  5. Respecto del final, ¿quiénes acaban felices y quiénes frustrados?


  1. Interpretación y pensamiento analítico

  1. ¿Era fácil manejar los asuntos sentimentales en la sociedad barroca?

  2. ¿Cómo apreciamos en el texto la importancia de la perseverancia en las cuestiones sentimentales?

  3. El éxito social, ¿depende del atractivo físico y del éxito en actividades mundanas?

  4. ¿Cuenta mucho la riqueza para ser tenido por una persona reputada?

  5. ¿Cómo podemos comprender que “la verdad es sospechosa” en boca de algunos personajes?

  6. ¿Quiénes son los personajes más profundos de esta comedia?

  7. ¿De qué manera se puede apreciar la crítica a comportamientos sociales inapropiados?


  1. Fomento de la creatividad

  1. Escribe un relato o un poema sobre el tema de esta comedia, los estragos de la mentira, adaptado a nuestra época.

  2. Imagina un encuentro de Ruiz de Alarcón con la clase. ¿Qué preguntas le harías?

  3. Realiza una exposición ante la clase o para otro ámbito sobre Ruiz de Alarcón, su vida y su obra. En ella se podrá apreciar los temas y el modo de componer sus obras, etc.

  4. Representad la obra o un fragmento de ella en la que se aprecie el ingenio dramático de Ruiz de Alarcón y las dotes teatrales de los alumnos.

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