Parque del Bernesga, León (X-2020) © SVM |
PEDRO SALINAS - “EL
POEMA”
Y ahora, aquí está frente a mí. 1
Tantas luchas que ha costado,
tantos afanes en vela,
tantos bordes de fracaso
junto a este esplendor sereno 5
ya son nada, se olvidaron.
Él queda, y en él, el mundo,
la rosa, la piedra, el pájaro,
aquéllos, los del principio,
de este final asombrados. 10
¡Tan claros que se veían,
y aún se podía aclararlos!
Están mejor; una luz
que el sol no sabe, unos rayos
los iluminan, sin noche, 15
para siempre revelados.
Las claridades de ahora
lucen más que las de mayo.
Si allí estaban, ahora aquí;
a más transparencia alzados. 20
¡Qué naturales parecen,
qué sencillo el gran milagro!
En esta luz del poema,
todo,
desde el más nocturno beso 25
al cenital esplendor,
todo está mucho más claro.
Pedro
Salinas, de Mucho más claro, Buenos
Aires, 1949
- ANÁLISIS
Pedro Salinas (Madrid, 1891 – Boston, Massachusetts, EEUU, 1951) es uno de los poetas más reconocidos de la ya de por sí Generación del 27. Profesor y literato, combinó en su vida la actividad docente, la investigadora y la creadora con excelentes resultados. La guerra civil española lo obligó a un exilio doloroso del que ya no regresó, pues su vida acabó antes que la del régimen franquista.
- Resumen
Este poema es una celebración del poema felizmente realizado. El yo poético expresa su satisfacción porque el resultado final del poema compuesto es luminoso, auténtico y significativo. En los cuatro primeros versos confiesa que el proceso de creación ha sido una ardua y laboriosa tarea no exenta de frustraciones (“lucha, afanes, bordes de fracaso”), pero todo eso se olvida ante el éxito final. ¿Y qué contiene el poema? El mundo entero, el hombre, su afán de belleza, su búsqueda de la felicidad y la necesidad de la alegría (“el mundo, la rosa, la piedra, el pájaro”). Todos ellos también están asombrados por el resultado esclarecedor final; cuando parecía que no se podía limar más, aún fue posible perfeccionar el poema. Las palabras y los objetos o emociones nombrados adquieren nueva vida y sentido gracias a su incorporación al poema, que ilumina incluso en condiciones adversas el mundo humano. El resultado final también parece sencillo y transparente, como un milagro; los desvelos previos quedan olvidados. Los últimos versos afirman rotundamente que “todo”, gracias a la belleza poética, resulta luminoso y bello en sí mismo, independientemente de la luz exterior que lo pueda iluminar, sea de día o de noche.
- Tema
El tema del poema se puede enunciar como la afirmación gozosa y jubilosa del triunfo del poema bien hecho. Las palabras perfectamente engarzadas iluminan los objetos y los sentimientos, es decir, el hombre y su entorno. El poema, difícil de realizar, muchas veces a punto de despeñarse, al fin emerge como una luz que aporta belleza y sentido al hombre y a los objetos.
- Apartados temáticos
El poema presenta tres
apartados temáticos claramente delimitados conforme se va modulando el
contenido. Los explicitamos:
-El primer apartado (vv.
1-6) presenta el asunto nuclear, la composición del poema perfecto. Esta
búsqueda no está exenta de momentos de frustración y desesperación ante las
dificultades creativas.
-El segundo apartado
(vv. 7-12) enuncia el triunfo del poema, que permanece. En él se recoge el
mundo referencial aludido, mundo, rosa piedra y pájaro; todo lo importante de
la vida del hombre, lo consistente y lo delicado, lo bello y lo ordinario,
tienen cabida en el poema. La exclamación que cierra esta sección expresa el
asombro por la luminosidad que aportan esos elementos cuando forman parte del
poema.
-El tercer apartado (vv.
13-22) expresa el efecto de luz, transparencia y diafanidad que ni siquiera hay
noche para ellos. La exclamación que cierra la sección, como en la anterior,
insiste en la naturalidad y sencillez con que aparecen los elementos iluminados
por la fuerza poética.
-El cuarto y último apartado (vv. 23-27) es una conclusión breve y comprimida del contenido anteriormente expuesto: “todo está mucho más claro”, desde los sentimientos a los objetos, desde el día a la noche.
- Métrica, rima y estrofa
La gran mayoría de los versos son octosílabos, excepto el 24, que es bisílabo. Se aprecia una rima regular identificable con el romance (riman en asonante –solo coinciden las vocales tras la última de estas con acento-- los versos pares, quedando los impares libres); la rima es en á-o. Existe una excepción; es la formada por los versos 22-24. Ahí se pierde la asonancia perfectamente mantenida y surge otra en ó-o. Además, el verso 24, solo bisílabo, está formado por la palabra “todo”; adquiere mucha relevancia significativa; está significando que nada del mundo escapa a la belleza luminosa del poema.
- Aspectos estilísticos
En un poema no
excesivamente extenso (27 versos octosílabos, excepto un bisílabo) se condensa
una considerable significación poética. Los recursos centrales del poema son la
metáfora, referida al efecto luminoso que crea la construcción del poema, y la
elipsis, con su correlato del circunloquio, empleada para elidir y, al tiempo,
potenciar el significado de la palabra “poema”. Sólo aparece una vez, en el
verso 23; sin embargo, el lector va intuyendo que todo gira en torno a ese
término porque el título (“El poema”) da pistas suficientes y claras en esa
dirección. La otra metáfora central es la “luz” (v. 13) --acompañado el vocablo
por una buena cantidad de sinónimos--, referida a la pureza y belleza creada y
transmitida por el poema.
En el primer verso se presenta
abruptamente un marco espacio temporal: ahora y aquí; también un sujeto y un
objeto: el yo poético y algo que, de momento, ignoramos, pero intuimos, el
papel con el poema. De este modo, el lector se ve inmerso en una situación
inesperada y sorprendente, pero muy atractiva: el yo poético lucha contra la
derrota en la composición de un poema. “Luchas”, “afanes” y “borde del fracaso”
son vocablos y expresiones que declaran llanamente el intenso esfuerzo
literario de ese yo poético. Pero todo acaba bien; los temores “ya son nada, se
olvidaron” (v. 6). Dos verbos en el mismo verso con significación sinónima
refuerzan la idea de que todo terminó bien. Y el resultado final se anuncia con
una bella metáfora sinestésica: “esplendor sereno” (v. 5); se refiere al poema,
que brilla con su belleza.
El poema permanece;
dentro de él se condensan “el mundo, la rosa, la piedra, el pájaro” (vv. 7-8).
Son cuatro metáforas metonímicas que aluden, sucesivamente, a la totalidad de
las cosas, a la belleza visual, a los rudos y auténticos elementos del mundo y
a la belleza cantora. A continuación, se personifican y se muestran
“asombrados” (v. 10) de que su final sea tan bello y perfecto. Esta
transformación se ve enfatizada con la antítesis establecida entre “principio”
y “final” (vv. 9 y 10). Como que todo adquiere vida consciente cuando
encuentran su lugar en el poema.
Los versos 11-12
contienen una exclamación retórica paradójica en sí misma: cuando todo parecía
que no podía ser más claro, aún se hace más, por el milagro de la poesía. De
nuevo dos metáforas creadas con “luz” y “rayos” (vv. 13 y 14), hiperbolizadas
al declarar que ni el sol puede competir, ni hay noche para ellos, dan idea de
la belleza luminosa y perenne que todos los elementos han adquirido dentro del
poema. El símil comparando la luz poética, que “luce más que la de mayo” (v.
18) insiste en la idea de bella claridad que emana del poema. “A más
transparencia alzados” (v. 20) es una metáfora personificada que insiste en la
pureza e introduce una nota de movimiento hasta ahora no vista; ha habido como
una elevación de esos componentes poemáticos, hacia la pureza y la
transcendencia.
Todo el artefacto creado
está dominado por la naturalidad y la sencillez, por lo que se puede equiparar
a un “milagro” (v. 22); es una metáfora entreverada de paradoja, dentro de una
exclamación retórica. El efecto de adensamiento del contenido es muy llamativo
y expresivo. Los cuatro últimos versos, de tono conclusivo, forman una sola
oración cuyo sujeto es “todo” (única palabra que forma el verso 23, repetida
otra vez en la posición inicial del último verso, el 27); lo que le ocurre es
que, gracias al milagro del poema, “está mucho más claro” (v. 27), esto es,
adquiere un sentido luminoso y transcendente del que carecía en su estado
natural. Ese “todo” incluye acciones y emociones humanas, expresadas en la
metonimia de “el más nocturno beso” (v. 25) y también situaciones naturales,
como el brillo del sol a mediodía, recogido en la de “cenital esplendor” (v.
26). Entre estos dos elementos se establece una antítesis muy llamativa,
aludiendo a la oscuridad y a la luz, justamente para declarar que la luz vence
a las tinieblas en la realidad del poema. Por cierto, la palabra “poema” se ve
ocultada hasta nada menos que el verso 23; hasta ahí, la suspensión de
significado ha ido creando una intriga muy inteligente que contribuyen a
espolear la atención lectora.
Como vemos, este texto posee una meditada y bella construcción que celebra la belleza luminosa del poema bien hecho. En este sentido, el texto funciona como una oda, pues se canta en tono optimista las cualidades del texto poético. Existe un cuádruple juego de yo poético / poema, fracaso / éxito, luz / obscuridad, normalidad / elevación. Al fin, la “luz del poema” (v. 23) triunfa con su naturalidad y sencillez y aporta belleza, sentido y esperanza a “todo”, pues “todo está mucho más claro” (v. 27). “Luz” (v. 13), metáfora de belleza, sentido y plenitud, es lo que desprende el poema; el yo poético lo celebra y nos invita a esa celebración. El juego metapoético es muy bello e intenso: reflexiona sobre lo que es un poema y lo hace reflexionando. Este texto es, sencillamente, asombroso por su originalidad, autenticidad y logro literario.
- Contextualización
Pedro Salinas es un
estupendo poeta, miembro de la Generación del 27. Como el resto de los
integrantes, pasó por una poesía inicial de tanteos, pronto bajo el magisterio
de Juan Ramón Jiménez. Desde la guerra civil, su poesía se torna más
reconcentrada, intensa, dolorida y dramática. La pérdida de sus raíces
culturales y la vivencia continuada y sin solución de continuidad en tierras y
ámbitos culturales muy distintos al español influyeron en su creación poética.
A Salinas se le ha
llamado el “poeta del amor” porque, en efecto, este suele ser un motivo
recurrente y principal en su poesía. Como no podía ser de otra manera, lo vive
y lo expresa poéticamente, digamos que al modo becqueriano: descubrimiento y
exaltación del amor pleno y dichoso; le sigue una etapa de dudas y miedos;
seguida por otra que certifica su fin definitivo, con las correspondientes
dosis de amargura. Este poema se inscribe en la fase de madurez creativa. Su
sentido metapoético se atempera con la expresión emocional por haber logrado
expresar “todo” con autenticidad, belleza y claridad. Si nos fijamos bien, el
poema resulta ser casi un manifiesto de su concepción poética: indagación
intensa e incansable para acceder a la totalidad y a la luz del conocimiento
poético. Logrado con esfuerzo, fracasos parciales y satisfacción final.
Salinas domina prodigiosamente la lengua española y las técnicas poéticas. Sus poemas poseen una original y rara plasticidad que aportan frescura, sorpresa lectora y una grata sensación de autenticidad expresiva. El poeta dice lo que siente, unido a un cuidadoso y comedido empleo de los procedimientos expresivos. En este texto reflexivo y metapoético expresa con enorme belleza y emoción contenida la satisfacción y el triunfo del poema sobre la normalidad cotidiana.
- Interpretación y valoración
“El poema” es un hermoso
artefacto literario que se centra en la comunicación alegre y casi exaltada
(las exclamaciones retóricas van en esa dirección) de la luz, metáfora de la
perfección que transmite el poema realizado. A través de elipsis y
circunloquios, el poeta comunica su hallazgo, el poema bien hecho: este ilumina
la vida, la existencia y el mundo entero.
Este texto poético es
casi una oda, es decir, una celebración del poema como un artefacto estético,
producto de la inteligencia literaria, la reflexión y la emoción, que brilla y
asombra con su sencillez perfecta, su naturalidad elaborada.
El poema transmite autenticidad, belleza y originalidad. El poeta celebra con emoción contenida y satisfacción completa la realización de un poema auténtico; lo hace con una expresión poética vibrante y fresca.
- PROPUESTA DIDÁCTICA
(Las siguientes actividades se pueden realizar de modo individual o en grupo; de manera oral o escrita; en clase o en casa; utilizando medios tradicionales o recursos TIC, según las circunstancias lo aconsejen).
2.1. Comprensión lectora
1)
Resume el poema (100 palabras, aproximadamente).
2)
Señala su tema principal y los secundarios.
3)
Delimita los apartados temáticos, atendiendo a las modulaciones de sentido.
4)
Analiza los aspectos métricos y de rima; deduce la estrofa empleada.
5)
¿Qué tono tiene el poema: positivo, optimista, esperanzado, o todo lo
contrario?
6)
Señala las imágenes más importantes que jalonan el poema, sobre todo referidas
a elementos naturales y cómo impactan en el poeta.
7) Localiza y explica una docena de recursos estilísticos y cómo crean significado.
2.2. Interpretación y pensamiento analítico
1)
¿Hay un momento en que el yo poético vio en peligro la escritura de su poema?
¿Dónde? ¿Por qué?
2)
Indica los componentes propios de un poema, a los que el poeta alude en los
versos 7-8.
3)
El poeta emplea “claros” y “aclararlos” (vv. 11 y 12). ¿Cómo se denomina ese
recurso estilístico? ¿Qué quiere expresar con ello?
4)
¿Por qué es un texto metapoético?
5)
¿En qué persona gramatical aparecen conjugados la mayoría de los verbos? ¿Es
importante la subjetividad del poeta en el conjunto de la significación del
poema?
6)
En el poema se evidencia la alegría por la composición del poema. Recopila los
procedimientos lingüísticos que emplea el poeta para manifestarla.
7) Explica el sentido del verso: “Y ahora, aquí está frente a mí” (v. 1). ¿A quién se refiere? ¿Qué emociones expresa el yo poético: positivas o negativas? ¿Por qué?
2.3. Fomento de la
creatividad
1)
Compón un poema o texto en prosa que exprese la satisfacción por haber
realizado una tarea o actividad, física o mental, tras un largo y arduo
esfuerzo.
2)
Imagina y transcribe una conversación o plática entre Pedro Salinas y el poema.
3)
Realiza una exposición sobre Pedro Salinas, su poesía y su tiempo, para ser
presentada ante la clase o la comunidad escolar, con ayuda de medios TIC o
pósteres, fotografías, pequeña exposición bibliográfica, etc.
4) Aporta o crea
imágenes o textos que muestren el estado de satisfacción por la obra bien
hecha, como Pedro Salinas ha realizado en su poema.
No hay comentarios:
Publicar un comentario