05/11/2020

Lope de Vega: "El caballero de Olmedo" (tragedia amorosa); análisis y propuesta didáctica

 

León (XI-2020) © SVM

LOPE DE VEGA: EL CABALLERO DE OLMEDO (TRAGEDIA AMOROSA); ANÁLISIS Y PROPUESTA DIDÁCTICA

  1. ANÁLISIS

1)    Resumen

El caballero de Olmedo (compuesta hacia 1620) es uno de los dramas más celebrados de Lope de Vega, y con razón. Su temática, la construcción de los personajes y una acertada mezcla de elementos populares, legendarios y folclóricos con otros de construcción teatral más propios del autor culto, consciente y poseedor de un gran talento literario justifican su prestigio, sobre todo desde el siglo XIX en adelante; parece ser que en vida del autor y después no gozó de la fama que hoy posee. La obra se estructura en tres actos y está escrita en verso, como siempre en Lope.

Don Alonso, caballero, esto es, persona honrada, con una imagen pública estimativa que denotaría riqueza y posición social, de Olmedo, visita Medina del Campo con motivo de su feria. Allí se enamora súbitamente de doña Inés; recurre a la mediación de una celestina, Fabia, quien logra que los jóvenes se intercambien cartas, a pesar de que ella está prometida con don Rodrigo, un caballero local de carácter violento y envidioso. Doña Inés le deja una cinta de seda, adorno de zapato, colgando de una ventana para que lo recoja don Alonso esa noche; pero quien se topa con él es su prometido, aunque no amado, lo que le genera cierta desazón.

Don Alonso y doña Inés platican por las noches, verja mediante, pues se sienten atraídos recíprocamente. Cuando son sorprendidos por don Pedro, padre de ella, a la muchacha se le ocurre proponerle a hacerse monja, cosa a lo que el padre accede. Buscando tutores, contratan entre argucias a Tello como profesor de latín y a Fabia, de moral. Unos días después, en el festejo de toros, don Alonso gana el aplauso del público con sus destrezas de picador; don Rodrigo, celoso, también lo intenta, pero lo ha de salvar don Alonso de la muerte ante el toro.

Tras los festejos, don Alonso regresa solo a Olmedo, entre malos augurios por un sueño que había tenido; una sombra lo asusta, un campesino que se dirige al campo canta una cancioncilla popular en la que se relata la muerte de “la gala de Medina, / la flor de Olmedo”. Tras falsas alarmas, se le interponen en el camino don Rodrigo y los suyos. Confiado por ser conocidos, don Alonso perece a manos de Mendo, el criado de su rival. Cuando llega Tello, sólo puede recoger sus restos mortales. Doña Inés le relata a su padre su verdadero estado sentimental; el padre accede a que se case con don Alonso. Pero pronto llegan las noticias de su muerte. El rey mismo, de visita en casa de don Pedro, manda ejecutar a don Rodrigo y su secuaz por el crimen cometido.

2)    Temas tratados e Interpretación

El contenido es bastante sangriento, pero la necesidad de hacer justicia imponía este tipo de final, por otro lado muy típico. Conviene destacar varios aspectos interpretativos:

-              En el estamento de la nobleza, el asunto de la honra es capital, mezclada con el amor y sus consecuencias. Todos defienden su imagen pública, su posición dentro de su estrato social, la opinión de los demás a su persona.

-              El amor como fuerza arrolladora, imprevisible y no siempre gobernable opera con fuerza en la obra. Don Alonso se pliega a su destino, doña Inés engaña a su novio y a su padre. Los criados y amigos participan de buena gana en este juego peligroso.

-              La alcahueta, Fabia, nos remite inmediatamente a La Celestina. Tal vez Lope quiso realizar un guiño al clásico de Fernando de Rojas, tal vez sólo utilizó un personaje popular, bien conocido por los espectadores, que le daba mucho juego dramático.

-              La mezcla de los elementos populares con los cultos. La cancioncilla que recreaba la muerte del caballero de Olmedo (al parecer, podría tener cierto sustento real en unos hechos ocurridos a mediados del S. XV).

-              La defensa que realiza Lope de los valores sociales e ideológicos más conservadores es evidente: el rey como figura casi divina, su administración personal de la justicia, la separación en grupos sociales estancos y poco porosos, etc.

 

3)    Rasgos compositivos

El caballero de Olmedo es un ejemplo perfecto de la puesta en práctica de las características de la “comedia nacional” tal y como Lope la fijó en Arte nuevo de hacer comedias: papeles cuasi fijos (caballero, dama, rival, criados, gracioso o “donarie”, etc.), polimetría feliz y asombrosamente eficaz, mezcla de lo cómico y lo trágico y, en fin, desarrollo de varias líneas argumentales secundarias que aporten variedad, interés e intriga. El lenguaje resulta transparente, eficaz, ecléctico, usado con una potente destreza para crear imágenes de una “claridad” insuperable.

El conjunto resulta una obra perfecta, ágil, amena, equilibrada entre la expresión y el contenido y llena de hallazgos teatrales. No busquemos en Lope insondables pensamientos filosóficos, sino personajes vivos que sienten como nosotros y una construcción poética y dramática sublime.

 

  1. PROPUESTA DIDÁCTICA 

(Todas las actividades pueden tener desarrollo oral o escrito y pueden realizarse individualmente o en grupo, salvo la lectura dramatizada, que se recomienda especialmente; se pueden hacer en clase o en casa).

2.1.        Actividades de comprensión

a)    Resume la obra  y destaca, desde tu óptica, el punto de inflexión del argumento, es decir, el momento en que el desenlace fatal se percibe por el lector como inevitable.

b)    Analiza los personajes y valora su actitud, entre la cabezonería, inconsciencia y la temeridad en bastantes casos.

2.2.        Actividades de interpretación

a)    Explica cómo operan y qué valor tienen en la obra el amor y la muerte; habrá que tener en cuenta cómo reaccionan los personajes ante estas fuerzas.

b)    Los estereotipos sociales y de personajes (ideas o imágenes compartidas por la sociedad e invariables) son muy importantes: analiza los tres más llamativos (por ejemplo: ante el amor nada se puede hacer para gobernarlo; lo que los demás piensan de uno es tan importante como la propia existencia; las alcahuetas son hechiceras malvadas; el donaire está para hacer gracias y facilitar las maniobras de sus amos; la muerte busca a sus víctimas inexorablemente).

c)    Los cantos líricos populares tienen su papel en el drama: recógelos y justifica su importancia.

d)    Doña Inés posee más armas –bien visibles en sus calculadas artimañas— de las que aparenta: justifica cómo se verifica en la obra.

 

2.3.       Actividades de Proyecto (ABP) y fomento de la cratividad

 

a)    Representar la obra, o una parte, introduciendo un narrador que abrevie el contenido, etc. es un proyecto de gran enjundia. Se puede filmar la representación y ofrecerla a la comunidad educativa.

b)    Se puede realizar un gran mural que explique el contenido de la obra a través de un mapa conceptual. En versión electrónica, una infografía sería idónea.

c)    Con ayuda de imagen y sonido, se puede realizar una lectura dramatizada de toda la pieza o partes seleccionadas.

d)    Se puede pasar a prosa y en lengua actual todo o una parte de la obra para tomar conciencia de las convenciones amorosas y sociales del Barroco.

e)    Se puede desarrollar un texto expositivo sobre uno o varios aspectos de la vida barroca: cómo hablaban, o vestían, o se divertían, o amaban, u odiaban, o administraban justicia, o cantaban, etc.

 

2.4.       Comentario de texto

ALONSO: ¡Qué de sombras finge el miedo!

¡Qué de engaños imagina!

Oye, escucha. ¿Dónde fue,

que apenas sus pasos siento?

¡Ah, labrador! Oye, aguarda.

"Aguarda," responde el eco.

¡Muerto yo! Pero es canción

que por algún hombre hicieron

de Olmedo, y los de Medina

en este camino han muerto.

A la mitad dél estoy.

¿Qué han de decir si me vuelvo?

Gente viene... No me pesa;

si allá van, iré con ellos.

 

(Salgan don RODRIGO y don FERNANDO y su

Gente.)

 

RODRIGO: ¿Quién va?

ALONSO: Un hombre. ¿No me ves?

FERNANDO: Deténgase.

ALONSO: Caballeros,

si acaso necesidad

los fuerza a pasos como éstos,

desde aquí a mi casa hay poco;

no habré menester dineros

que de día y en la calle

se los doy a cuantos veo

que me hacen honra en pedirlos.

RODRIGO: Quítase las armas luego.

ALONSO: ¿Para qué?

RODRIGO: Para rendillas.

ALONSO: ¿Saben quién soy?

FERNANDO: El de Olmedo,

el matador de los toros,

que viene arrogante y necio

a afrentar los de Medina,

el que deshonra a don Pedro

con alcahuetes infames.

ALONSO: Si fuérades a lo menos

nobles vosotros, allá,

pues tuvistes tanto tiempo,

me hablárades, y no agora,

que solo a mi casa vuelvo.

Allá en las rejas adonde

dejastes la capa huyendo,

fuera bien, y no en cuadrilla

a media noche, soberbios.

Pero confieso, villanos,

que la estimación os debo,

que aun siendo tantos, sois pocos.

Riñan

RODRIGO: Yo vengo a matar, no vengo

a desafíos; que entonces

te matara cuerpo a cuerpo.

A MENDO

Tírale.

(Disparen dentro.)

ALONSO: Traidores sois;

pero sin armas de fuego

no pudiérades matarme.

¡Jesús!

(Cae.)

FERNANDO: ¡Bien lo has hecho, Mendo!

 

Sobre este texto, se puede trabajar: un breve resumen, tema, análisis de los personajes, ubicación en el conjunto de la obra, justificación de su importancia, análisis métrico, análisis retórico, interpretación y valoración personal.


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