05/11/2020

Lope de Vega: "Las pajas del pesebre" (villancico); análisis y propuesta didáctica

 

León (XI-2020) © SVM


LOPE DE VEGA - “LAS PAJAS DEL PESEBRE”  (VILLANCICO)

 

Las pajas del pesebre,                   1

niño de Belén,

hoy son flores y rosas,

mañana serán hiel.

 

Lloráis entre las pajas                   5

de frío que tenéis,

hermoso Niño mío,

y de calor también.

 

Dormid, Cordero santo,

mi vida, no lloréis,                      10

que si os escucha el lobo,

vendrá por vos, mi bien.

 

Dormid entre las pajas,

que aunque frías las veis,

hoy son flores y rosas,                  15

mañana serán hiel.

 

Las que para abrigaros

tan blandas hoy se ven

serán mañana espinas

en corona cruel.                          20

 

Mas no quiero deciros,

aunque vos lo sabéis,

palabras de pesar

en días de placer.

 

Que aunque tan grandes deudas    25

en paja cobréis,

hoy son flores y rosas,

mañana serán hiel.

 

Dejad el tierno llanto,

divino Emanuel,                           30

que perlas entre pajas

se pierden sin por qué.

 

No piense vuestra madre

que ya Jerusalén

previene sus dolores                     35

y llore con José.

 

Que aunque pajas no sean

corona para Rey,

hoy son flores y rosas,

mañana serán hiel.                       40

 

  1. ANÁLISIS

1)    Introducción

Nuestro prolífico y siempre genial escritor barroco Lope de Vega (Madrid, 1562 – 1635) nos dejó obras de singular belleza y extremada perfección. Supo utilizar moldes  propios de la poesía italianizante (soneto y otras muchas estrofas) y otros genuinamente españoles, heredados de la poesía popular, tradicional, oral y, en ocasiones, asociados al canto.

El villancico es una composición creada para ser cantada, con la concurrencia de un solista y un coro. El estribillo correspondería a este último. Otra característica importante es el arte menor, preferentemente el verso hexasílabo y la rima asonantada. Lope, tradicionalmente innovador, podríamos decir, ha utilizado versos heptasílabos en los impares y hexasílabos los pares. La rima en e en los pares nos recuerda el romancillo y otras formas populares, con las que también comparte el tema emocional y el tono lírico, sentido e intimista. Las estrofas, de cuatro versos de arte menor, recuerdan las cuartetas. El estribillo, que se presenta en los dos últimos versos de la primera estrofa (“hoy son flores y rosas, / mañana serán hiel”) se repite cada tres estrofas, de modo que aparece en la primera, cuarta, séptima y décima. La simetría y paralelismo imprime una musicalidad cadenciosa y suave muy agradable al recitado y al canto.

2)    Resumen

El contenido es netamente religioso, centrado en el nacimiento de Jesús en Belén, aunque no se citan ni el uno ni el otro, en un sutil juego de elusiones que obligan al lector a reconstruir en su mente el suceso recreado en el poema. El niño llora por el frío, pero el yo poético lo consuela, casi como si fuera una nana, para calmarlo. Sin embargo, el razonamiento de ese yo poético es bastante trágico y casi siniestro (serán mañana espinas, / en corona cruel”). Los días felices del bebé se convertirán en amargos cuando llegue, de adulto, el fin de sus días. De este modo, la composición se balancea entre una felicidad presente, la del nacimiento, y un dolor futuro que el yo poético le recuerda y nos recuerda a nosotros, lectores. Por eso la antítesis es la figura central del poema, visible doblemente, por ejemplo, en la metáfora “flores y rosas” de “hoy” frente a la “hiel” de “mañana”, imagen central del estribillo.

3)    Comentario estilístico

La suspensión de naturaleza trágica, casi intriga, sobre un futuro dramático, la alusión  repetida a la crucifixión y muerte de Jesús, pero a la vez su elusión, planean sobre el villancico y lo dotan de una rara atmósfera agridulce: alegría y pena, dicha y dolor se entrelazan en las “pajas del pesebre”. Se insinúa sin aclarar, se afirma sin explicar: es un modo de aumentar la tensión poética, que encuentra su solución en la mente del lector, no en el poema, cuando aquel reconstruye, en su lectura receptiva, todo el sentido, referido a la vida de Jesucristo y su crucifixión y muerte. El hecho de que el yo poético se dirija, en una interlocución sin respuesta, al Jesús niño (“Mas no quiero deciros, / aunque vos lo sabéis, / palabras de pesar / en días de placer”) sirve para incrementar la atmósfera de misterio y dolor no desvelado, pero intuido como cierto.

La penúltima estrofa es de hondo contenido y plantea un juego dialéctico sutil y hondo:No piense vuestra madre / que ya Jerusalén / previene sus dolores / y llore con José”. De algún modo, el poeta involucra al lector para que asuma el propio papel de la Virgen, nombrada a través de la perífrasis “vuestra madre”. Lo que ella realiza es pensar que la propia ciudad de Jerusalén anticipa el dolor futuro y llora por ello, ahora junto con su esposo, José, éste sí, citado expresamente. La sospecha materna se cierne, sombríamente, sobre todo el poema; el lector sabe que sus premoniciones tristes están más que justificadas.

Por dos veces el yo poético le pide al niño que no llore (estrofa tres: “no lloréis”; estrofa ocho: “dejad el triste llanto”) porque su mismo nacimiento es motivo de alegría, no de pena. Es como un autoconvencimiento para mostrarse contento en un día que, allá en el fondo, percibe agridulce. Los ecos populares del villancico se dejan notar en expresiones del tipo “que si os escucha el lobo, / vendrá por vos, mi bien” (vv. 11-12); la conjunción que con sentido causal y la amenaza del lobo que se lleva a los niños llorones le imprimen un neto sabor folclórico, casi campestre, de saberes compartidos por todos.

En seis estrofas (1, 4, 5, 7, 9 y 10) se establece una sutil tensión de significado que enriquece el sentido global del poema: se juega con el “hoy”, el presente, feliz y dichoso por el nacimiento del “divino Emanuel”, el enviado, sólo un bebé recién nacido, frente al “mañana”, el futuro, amargo y triste por la muerte dramática del “Cordero santo”, un hombre adulto.

4)    Valoración

Este villancico, un aparente simple cantar para acompañar la celebración de la Navidad, se torna en un delicado, sutil y complejo poema cargado de significaciones transcendentes y reflexiones religiosas profundas. Estamos ante un ejemplo extraordinario de arte popular elevado a pieza artística de categoría superior tras su reelaboración por uno de los mayores poetas en lengua española.

  1. PROPUESTA DIDÁCTICA

2.1.       Comprensión lectora y análisis textual

-       Leer en voz alta, con solista y coro, el villancico. Con ayuda del departamento de música, se le puede crear o adaptar una melodía adecuada.

-       Resumir el contenido, señalar el tema y los posibles apartados temáticos.

-       Precisar la rima y la estrofa utilizada. Señalar su raigambre popular y tradicional.

-       Señalar los recursos retóricos que nuclean la significación del poema.

2.2.       Actividades interpretativas y creativas, de realización individual o en grupo

-       Analizar la importancia de la tradición religiosa y cultural de España, especialmente en el Barroco, para comprender el nacimiento y desarrollo del villancico.

-       Ponderar la fusión de creencias, artes –literatura y música- y celebraciones festivas en el desarrollo histórico y cultural de España.

-       Componer un villancico de tono popular.

-       Alrededor de las conmemoraciones de Navidad, se puede dramatizar el villancico como una pequeña pieza teatral. Se puede alargar su extensión, incorporar personajes, variar el sentido, etc.

-       Realizar una infografía sobre el villancico de Lope de Vega.

-       Recoger los villancicos populares de la zona o comarca del centro escolar y editarlos para su difusión por el entorno.

-       Elaborar un breve proyecto de Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP) que incluya representación teatral y grabación de la misma para presentarla a la comunidad educativa en torno al villancico.

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