León (XI-2020) © SVM |
LOPE DE VEGA - “LAS PAJAS
DEL PESEBRE” (VILLANCICO)
Las
pajas del pesebre, 1
niño
de Belén,
hoy
son flores y rosas,
mañana
serán hiel.
Lloráis
entre las pajas 5
de
frío que tenéis,
hermoso
Niño mío,
y
de calor también.
Dormid,
Cordero santo,
mi
vida, no lloréis, 10
que
si os escucha el lobo,
vendrá
por vos, mi bien.
Dormid
entre las pajas,
que
aunque frías las veis,
hoy
son flores y rosas, 15
mañana
serán hiel.
Las
que para abrigaros
tan
blandas hoy se ven
serán
mañana espinas
en
corona cruel. 20
Mas
no quiero deciros,
aunque
vos lo sabéis,
palabras
de pesar
en
días de placer.
Que
aunque tan grandes deudas 25
en
paja cobréis,
hoy
son flores y rosas,
mañana
serán hiel.
Dejad
el tierno llanto,
divino
Emanuel, 30
que
perlas entre pajas
se
pierden sin por qué.
No
piense vuestra madre
que
ya Jerusalén
previene
sus dolores 35
y
llore con José.
Que
aunque pajas no sean
corona
para Rey,
hoy
son flores y rosas,
mañana
serán hiel. 40
- ANÁLISIS
1) Introducción
Nuestro
prolífico y siempre genial escritor barroco Lope de Vega (Madrid, 1562 – 1635)
nos dejó obras de singular belleza y extremada perfección. Supo utilizar
moldes propios de la poesía
italianizante (soneto y otras muchas estrofas) y otros genuinamente españoles,
heredados de la poesía popular, tradicional, oral y, en ocasiones, asociados al
canto.
El
villancico es una composición creada para ser cantada, con la concurrencia de
un solista y un coro. El estribillo correspondería a este último. Otra característica
importante es el arte menor, preferentemente el verso hexasílabo y la rima
asonantada. Lope, tradicionalmente innovador, podríamos decir, ha utilizado
versos heptasílabos en los impares y hexasílabos los pares. La rima en e en los pares nos recuerda el
romancillo y otras formas populares, con las que también comparte el tema
emocional y el tono lírico, sentido e intimista. Las estrofas, de cuatro versos
de arte menor, recuerdan las cuartetas. El estribillo, que se presenta en los
dos últimos versos de la primera estrofa (“hoy son flores y rosas, / mañana
serán hiel”) se repite cada tres estrofas, de modo que aparece en la primera,
cuarta, séptima y décima. La simetría y paralelismo imprime una musicalidad
cadenciosa y suave muy agradable al recitado y al canto.
2) Resumen
El
contenido es netamente religioso, centrado en el nacimiento de Jesús en Belén,
aunque no se citan ni el uno ni el otro, en un sutil juego de elusiones que
obligan al lector a reconstruir en su mente el suceso recreado en el poema. El
niño llora por el frío, pero el yo poético lo consuela, casi como si fuera una
nana, para calmarlo. Sin embargo, el razonamiento de ese yo poético es bastante
trágico y casi siniestro (serán mañana espinas, / en corona cruel”). Los días
felices del bebé se convertirán en amargos cuando llegue, de adulto, el fin de
sus días. De este modo, la composición se balancea entre una felicidad
presente, la del nacimiento, y un dolor futuro que el yo poético le recuerda y
nos recuerda a nosotros, lectores. Por eso la antítesis es la figura central
del poema, visible doblemente, por ejemplo, en la metáfora “flores y rosas” de
“hoy” frente a la “hiel” de “mañana”, imagen central del estribillo.
3) Comentario
estilístico
La
suspensión de naturaleza trágica, casi intriga, sobre un futuro dramático, la
alusión repetida a la crucifixión y
muerte de Jesús, pero a la vez su elusión, planean sobre el villancico y lo
dotan de una rara atmósfera agridulce: alegría y pena, dicha y dolor se entrelazan
en las “pajas del pesebre”. Se insinúa sin aclarar, se afirma sin explicar: es
un modo de aumentar la tensión poética, que encuentra su solución en la mente
del lector, no en el poema, cuando aquel reconstruye, en su lectura receptiva,
todo el sentido, referido a la vida de Jesucristo y su crucifixión y muerte. El
hecho de que el yo poético se dirija, en una interlocución sin respuesta, al
Jesús niño (“Mas no quiero deciros, / aunque vos lo sabéis, / palabras de pesar
/ en días de placer”) sirve para incrementar la atmósfera de misterio y dolor
no desvelado, pero intuido como cierto.
La
penúltima estrofa es de hondo contenido y plantea un juego dialéctico sutil y
hondo: “No piense vuestra madre /
que ya Jerusalén / previene sus dolores / y llore con José”. De algún modo, el
poeta involucra al lector para que asuma el propio papel de la Virgen, nombrada
a través de la perífrasis “vuestra madre”. Lo que ella realiza es pensar que la
propia ciudad de Jerusalén anticipa el dolor futuro y llora por ello, ahora
junto con su esposo, José, éste sí, citado expresamente. La sospecha materna se
cierne, sombríamente, sobre todo el poema; el lector sabe que sus premoniciones
tristes están más que justificadas.
Por
dos veces el yo poético le pide al niño que no llore (estrofa tres: “no
lloréis”; estrofa ocho: “dejad el triste llanto”) porque su mismo nacimiento es
motivo de alegría, no de pena. Es como un autoconvencimiento para mostrarse
contento en un día que, allá en el fondo, percibe agridulce. Los ecos populares
del villancico se dejan notar en expresiones del tipo “que si os escucha el
lobo, / vendrá por vos, mi bien” (vv. 11-12); la conjunción que con sentido causal y la amenaza del
lobo que se lleva a los niños llorones le imprimen un neto sabor folclórico,
casi campestre, de saberes compartidos por todos.
En
seis estrofas (1, 4, 5, 7, 9 y 10) se establece una sutil tensión de
significado que enriquece el sentido global del poema: se juega con el “hoy”,
el presente, feliz y dichoso por el nacimiento del “divino Emanuel”, el
enviado, sólo un bebé recién nacido, frente al “mañana”, el futuro, amargo y
triste por la muerte dramática del “Cordero santo”, un hombre adulto.
4) Valoración
Este villancico, un aparente simple cantar para acompañar la celebración de la Navidad, se torna en un delicado, sutil y complejo poema cargado de significaciones transcendentes y reflexiones religiosas profundas. Estamos ante un ejemplo extraordinario de arte popular elevado a pieza artística de categoría superior tras su reelaboración por uno de los mayores poetas en lengua española.
- PROPUESTA DIDÁCTICA
2.1. Comprensión lectora y análisis textual
- Leer en voz alta, con solista
y coro, el villancico. Con ayuda del departamento de música, se le puede crear
o adaptar una melodía adecuada.
- Resumir el contenido, señalar
el tema y los posibles apartados temáticos.
- Precisar la rima y la estrofa
utilizada. Señalar su raigambre popular y tradicional.
- Señalar los recursos retóricos que nuclean la significación del poema.
2.2. Actividades interpretativas y creativas, de realización individual o en grupo
- Analizar la importancia de la
tradición religiosa y cultural de España, especialmente en el Barroco, para
comprender el nacimiento y desarrollo del villancico.
- Ponderar la fusión de
creencias, artes –literatura y música- y celebraciones festivas en el
desarrollo histórico y cultural de España.
- Componer un villancico de tono
popular.
- Alrededor de las
conmemoraciones de Navidad, se puede dramatizar el villancico como una pequeña
pieza teatral. Se puede alargar su extensión, incorporar personajes, variar el
sentido, etc.
- Realizar una infografía sobre
el villancico de Lope de Vega.
- Recoger los villancicos
populares de la zona o comarca del centro escolar y editarlos para su difusión
por el entorno.
- Elaborar un breve proyecto de Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP) que incluya representación teatral y grabación de la misma para presentarla a la comunidad educativa en torno al villancico.
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