Ourense (II-2021) © SVM |
- ANÁLISIS
1)
Resumen
Acto primero. Cuadro I
Escena 1
La acción se desenvuelve en el siglo XVIII, en una ciudad
innominada. Leandro y Crispín llegan a ella por primera vez y lo ignoran todo.
Son muy pobres, lo que es un grave inconveniente; no saben cómo encarar su
futuro con cierta solvencia. Crispín, criado, le propone a Leandro, su señor,
pasar por ricos y poderosos. Le recomienda que crea en su papel, pues es la
única manera de prosperar. Llaman impetuosamente a la puerta de una hostería u
hospedería (de más categoría que una posada) con apremio y aires de grandeza.
Escena 2
Leandro hace de gran señor, en misión secreta. Crispín, de
criado. Leandro lo golpea con la espada por hablar de más, desvelando sus
planes secretos de gran importancia. Al hostelero también le caen cuatro
espadazos. El hostelero pregunta quién es y a dónde va, siguiendo las
ordenanzas, pero Leandro y Crispín dan largas.
Escena 3
Un Capitán que viene derrotado de la guerra, dirigida por gente
corrupta y venal, y un Arlequín que se las da de poeta llegan a la posada. Son
pobres y aceptan resignadamente su destino.
Escena 4
Les preparan un buen banquete, con vino de calidad. Arlequín
pasa a ser el mejor poeta del mundo. El Capitán el arduo y valiente soldado con
que tomaron Peñas Rojas, en los Campos Negros. Tono de zumba de Crispín relatando
la batalla. Le exige al hostelero entregarle sesenta escudos a Arlequín y el
Capitán, que reconocen que están sin blanca. Leandro contrata a todo con tono
grave “Cierto”.
Cuadro II
Escena 1
Sirena, ya mayor, vive con Colombina, que no llega a los veinte;
está enamorada de Arlequín; viven en pobreza; el sastre y los demás oficios ya
no le fía. Esta noche organiza una fiesta en su casa. Acude Polichinela y su
mujer, junto con su hija, ya casadera. Sirena trata de mediar en el matrimonio
de la joven con cualquier rico, para obtener beneficio. Van a organizar una
farsa de fiesta con la ayuda de Arlequín.
Escena 2
Crispín aparece ante Colombina, cuando esta pensaba que era
Arlequín. Crispín ya conoce la situación de la fiesta-farsa. Le pide que le
ayude a que su señor, soberbio, rico, noble y poderoso, se enamore de Silvia,
la hija de Polichinela. Crispín hace una comparación contrastiva entre la honra
y lealtad de su señor, del que no da el nombre, y él mismo, que es bajo ruin.
Escena 3
Crispín le entrega un papel a Sirena, donde Leandro, el “gran
señor”, le entrega 100.000 escudos ahora y otros tantos la muerte de
Polichinela, si logra que su hija Silvia se case con él. Sirena se hace la
enojada y ofendida, pero ya suena la música. Le pide que se mantenga la farsa:
CRISPÍN.-Doña Sirena, ¡excusad la indignación! No hay nadie
presente que pueda importaros. Guardad ese papel junto con otros, y no se hable
más del asunto. Mi señor no os propone nada indecoroso, ni vos consentiríais en
ello. . . Cuanto aquí sucede será obra de la casualidad y del amor. Fui yo, el
criado, el único que tramó estas cosas indignas. Vos sois siempre la noble
dama, mi amo el noble señor, que al encontraros esta noche en la fiesta,
hablaréis de mil cosas galantes y delicadas, mientras vuestros convidados
pasean y conversan a vuestro alrededor, con admiraciones a la hermosura de las
damas, al arte de sus galas, a la
esplendidez del agasajo, a la dulzura de la música y a la gracia de los
bailarines… ¿Y quién se atreverá a decir que no es esto todo? ¿No es así la
vida, una fiesta en que la música sirve para disimular palabras y las palabras
para disimular pensamientos? Que la música suene incesante, que la conversación
se anime con alegres risas, que la cena esté bien servida, es todo lo que importa
a los convidados. Y ved aquí a mi señor, que llega a saludaros con toda
gentileza.
Escena 4
Se conciertan los seis: Leandro, Crispín; Capitán y Arlequín;
Sirena y Colombina. Con reticencias de esta última, piensan seguir con la
farsa, a ver qué pasa. Les interesa porque están arruinados.
Escena 5
Laura y Risela, dos damas de la ciudad, acuden a la fiesta. Se
intercambian saludos hipócritas. Hablan del noble caballero que acudirá a la
fiesta. Se dice por la ciudad que es embajador de Venecia, o Francia, o que
busca esposa para el Gran Turco. Que es guapo...
Escena 6
Polichinela, su mujer y Silvia entran en la fiesta. Él es avaro
y materialista; la mujer, ostentosa; Silvia, chica normal, según el padre muy
dada a novelera. Sirena le anuncia que le presentará a un noble de grandes
cualidades.
Escena 7
Crispín se hace el encontradizo con Polichinela. Se presenta
como antiguo compañero conmilitón de la guerra y de servicio a amos. Le insinúa
que sabe que mató a su primer señor en Nápoles, primera mujer en Bolonia y
primer mercader judío en Venecia. Conoce su pasado criminal. Polichinela cede y
dice que le ayudará. Crispín le pide que su hija no escuche a su señor, que es
muy apuesto y palabrero.
Escena 8
Polichinela separa a su hija del noble caballero, Leandro, y la
reprende. La mujer del rico confiesa a las otras que, a veces, le ha pegado y
luego lo arregla con un regalo.
Escena 9
Crispín le confiesa a Leandro que conoce a Polichinela de atrás
y lo engaña con la lealtad, pues con trampas no puede. Leandro se ha enamorado
de verdad de Silvia.
Escena 10
Leandro y Silvia se declaran su amor. Él tiene reparos por la
farsa que representa. Ella canta una canción.
Acto segundo. Cuadro III
Escena 1
Crispín cuenta al Capitán y a Arlequín que unos hombres armados
atacaron a su señor, Leandro, cuando platicaba con Silvia por el muro del
jardín. Uno de los atacantes confesó que fue obra de Polichinela. Crispín hace
saber su turbio pasado, para que se propague por la ciudad. El Capitán jura
matarlo, pero el criado lo calma.
Escena 2
Silvia está escondida en casa de Sirena y no piensa salir de
allí hasta que su padre le conceda el matrimonio con Leandro. Crispín hace
correr la fama de la nobleza de su señor, de su coraje con las armas y de su
enamoramiento tremendo con Silvia.
Escena 3
Los “amigos” se disponen a encender los ánimos en la ciudad
contra Polichinela, que quiso asesinar a un caballero para que no saliera con
su hija. Crispín los dirige a todos con astucia. Colombina también colabora.
Escena 4
Crispín reconoce que los matones los contrató él para fingir el
asalto; le dice a Leandro que ame de verdad y ya está. Leandro quiere huir,
pues le parece indigno engañar a Silvia con su pasado. Aquel le recuerda que es
tarde, que deben actuar con astucia. Deben mucho dinero a todos los que los han
acogido a crédito. Vienen huyendo de Bolonia y otras ciudades italianas por los
pufos cometidos.
Escena 5
Sirena conoce la verdad y se la dice a Leandro y a Crispín.
Exige su trato porque está necesitada. Ha traído a Silvia con ella. Polichinela
descubrió la ciudad y han llegado de Bolonia unos alguaciles y un juez para
prenderlo. Leandro se hace el herido porque lo visitará Silvia. No quiere pero
los otros le obligan.
Escena 6
Leandro le confiesa a Silvia la verdad, pero ella no lo cree.
Odia a su padre.
Escena 7
Llega la justicia a casa de Leandro. Esconden a Silvia en un
camerín. Leandro huye por la ventana. Crispín los espera a todos, con aire
grave.
Escena 8
Esta escena es larga. Pantalón, prestamista de Leandro, exige
su dinero; y el hostelero; el capitán, reparar su honra; Arlequín, su prestigio
de poeta. El doctor en leyes, que es el juez, exige cobrar sus estipendios.
Pero Polichinela se opone al matrimonio ferozmente. Crispín los convence a
todos: nada cobrarán, pues son pícaros y pobres, si los condenan. Es mejor el
matrimonio. Dice que ya está consumado. Descorre un telón y aparecen Leandro,
Silvia, Sirena, Colombina y la señora de Polichinela.
Escena 9
El secretario recibe una cadena de oro. Todos presionan
exclamando al unísono que se caen Leandro y Silvia. El padre, Polichinela, al
fin, cede, pero piensa desheredarla. Interviene su mujer y le obliga a
rectificar. Crispín deja de servir a Leandro, amistosamente. Los intereses atan
a las personas, advierte Crispín. Silvia, en una intervención final, lo admite.
El mundo es como un teatro, los títeres se mueven por su egoísmo, pero hay algo
sutil y hermoso que también es parte del hombre: el amor; lo contrario de los
intereses.
2)
Temas de la comedia
Los temas que plantea esta comedia son:
- El beneficio económico
mueve a las personas a actuar inmoral y cínicamente.
- La hipocresía abunda en las
relaciones humanas. Muchos disimulan lo que son y esconden sus verdaderas
intenciones por provecho personal.
- El egoísmo es muy
abundante; muchas personas, independientemente de su clase social, actúan
movidos por el afán de lucro y la avaricia.
- Solo el amor verdadero
salva a las personas de caer en vicios horrendos y en traiciones con severas
consecuencias.
3)
Apartados temáticos
Esta comedia presenta una estructura muy clásica:
-Una introducción donde se presentan los personajes y el
conflicto. Es breve; ocupa el primer cuadro, con sus cuatro escenas. Ahí
conocemos a Crispín, Leandro, el Capitán y Arlequín, con sus penosas
circunstancias económicas y sus dificultades para sobrevivir.
-Un nudo o desarrollo que ocupa el resto del acto II, hasta la
escena octava, incluida, del segundo acto. El enredo se complica, el embrollo
se adensa y más personas se ven atrapadas en la dinámica de mentiras de
Crispín.
-Un desenlace condensado en la novena y última escena del acto
III, que es el final. La tensión dramática alcanza una solución razonable,
bondadosa y feliz para todos.
4)
Personajes
Los personajes corresponden a la “comedia del Arte” italiana.
Son tipos fijos con un papel previsible (casi como los de la comedia nacional
española fundada por Lope de Vega).
Crispín es el personaje principal, casi protagonista. Posee
todas las características del pícaro; atrevido, astuto y buen conocedor de la
naturaleza humana. Manipula a todos para poder alcanzar su éxito. En su
intervención final observamos más nobleza en su fondo de la que cabía suponer.
Busca la satisfacción de las necesidades materiales de Leandro, su amigo y
señor, jugando con las circunstancias y forzando la situación al límite.
Incluso cambia la opinión pública de la ciudad, volviéndola en contra de
Polichinela, para favorecer sus intereses. Gran manipulador, no duda en
extorsionar a Polichinela para obligarle a aceptar sus condiciones.
Leandro, supuesto señor de Crispín, es el segundo personaje en
importancia. Muestra una nobleza de fondo, despertada por el amor verdadero que
siente por Silvia. Habla poco, porque lo exige su papel de hombre noble y
grave, poco propenso a intervenir si no es por necesidad. Al final, al
descubrirle su farsa a Silvia, muestra nobleza de corazón, que se ve recompensado
por el amor de ella.
Silvia, la joven dama guapa y rica, cumple su papel esperable.
Sin embargo, perdona el engaño de Leandro y está dispuesta a apechugar con las
consecuencias de sus actos amorosos.
Polichinela, el viejo padre, avaro, tramposo, y con un pasado
muy turbio, con asesinatos incluidos, es astuto y firme en sus planes. No cede
así por las buenas y, de hecho, hasta el último momento no cede. Egoísta y
mandón, ejerce su autoridad sin miramientos y con abusos.
El abogado, o juez, es tan venal como cabía esperar. Los enreda
a todos con sus silogismos y sus tecnicismos. Ante la perspectiva de perder sus
abundantes honorarios, cede en todo su galimatías mental y se apunta al carro
de los practicistas. Su opinión es determinante para que Polichinela ceda.
Sirena y Colombina son dos mujeres solteras que mantienen una
farsa social a duras penas. Quieren pasar por ricas y de amplia vida social,
pero están atenazadas por la pobreza. Pronto comprenden que lo mejor es aliarse
con Crispín, para asegurar la ganancia.
El Capitán y Arlequín son más nobles que la media. Caen en el
engaño porque los manipulan; quieren salir en un primer momento, y aún después.
Se muestran más firmes y honrados que la media. Al fin, se ven recompensados,
como todos los demás.
5)
Lugar y tiempo de la acción
dramática
La acción se desarrolla en una ciudad innominada. Podemos
deducir, por el contexto, que es italiana; se cita Bolonia, Venecia, Nápoles,
etc. Apenas se dan unos apuntes. Los espacios escénicos son tres: la hospedería,
la casa de Colombina y Sirena y la casa alquilada por Leandro y Crispín, por
este orden.
El tiempo de la escritura y del estreno corresponde a 1907. La
acción dramática, como se apunta al principio, es el siglo XVIII, sin mayores
precisiones. La duración no está determinada, pero se puede deducir por el
desarrollo que apenas son unas semanas; menos de un mes, seguramente, pues todo
pasa rápido.
6)
Comentario estilístico
Los personajes hablan con naturalidad y cierta sencillez
expresiva. Rehúyen, por tanto, del lenguaje barroco o retoricista. Lógicamente,
aparecen algunos arcaísmos y el empleo de los tiempos verbales como se supone
que se hablaba en español clásico (por ejemplo, el empleo de “vos” por “tú”).
Benavente aplica a rajatabla el principio de llaneza expresiva.
Las intervenciones no son muy largas, ni los circunloquios abundan. Todos se expresan
directa y claramente, con más o menos énfasis, conforme a la situación
escénica. Transcribimos un ejemplo de la escena 8.ª del segundo acto:
CRISPÍN.-Ya
escribiréis cuando sea preciso. Dejadme ahora hablar aparte con estos honrados
señores.
DOCTOR.-Si
os conviene sacar testimonio de cuanto aquí les digáis…
CRISPÍN.-Por
ningún modo. No se escriba una letra, o no hablaré palabra.
CAPITÁN.-Deje
hablar al mozo.
CRISPÍN.-
¿Y qué he de deciros? ¿De qué os quejáis? ¿De haber perdido vuestro dinero? ¿Qué
pretendéis? ¿Recobrarlo?
PANTALÓN.-
¡Eso, eso! ¡Mi dinero!
HOSTELEROS…-¡Nuestro
dinero!
CRISPÍN.-Pues
escuchadme… ¿De dónde habéis de cobrarlo si así quitáis crédito a mi señor y
así hacéis imposible su boda con la hija del señor Polichinela? ¡Voto a. . .,
que siempre pedí tratar con pícaros mejor que con necios! Ved lo que hicisteis
y cómo se compondrá ahora con la Justicia de por medio. ¿Qué lograréis ahora si
dan con nosotros en galeras o en sitio peor? ¿Será buena moneda para cobraros
las túrdigas de nuestro pellejo? ¿Seréis más ricos, más nobles o más grandes
cuando nosotros estemos perdidos? En cambio, si no nos hubierais estorbado a
tan mal tiempo, hoy, hoy mismo tendríais vuestro dinero, con todos sus
intereses…, que ellos solos bastarían a llevaros a la horca, si la Justicia no
estuviera en esas manos y en esas plumas. . . Ahora haced lo que os plazca, que
ya os dije lo que os convenía…
DOCTOR.-Quedaron
suspensos…
CAPITÁN.-Yo
aún no puedo creer que ellos sean tales bellacos.
POLICHINELA.-Este
Crispín… capaz será de convencerlos.
PANTALÓN.-(Al
Hostelero.) ¿Qué decís a esto? Bien mirado. . .
HOSTELERO.-
¿Qué decís vos?
PANTALÓN.-Dices
que hoy mismo se hubiera casado tu amo con la hija del señor Polichinela. ¿Y si
él no da su consentimiento?. . .
7)
Contextualización
Jacinto Benavente (Madrid, 1866 - 1954) es uno de los más
importantes dramaturgos modernos del teatro español. Dominó las tablas en el
primer tercio del siglo XX con su teatro naturalista y convencional, dirigido a
un público burgués. Sus obras iniciales eran más críticas, pero a medida que
pasan los años, se hace más convencional; trata de satisfacer el gusto del
espectador burgués, que llena los teatros y de quien él vive.
Se ha reconocido un alto dominio de la “carpintería teatral” y
de la lengua castellana, lo que es indudable. Se le ha criticado su escamoteo
de los momentos fuertes, su tendencia a la narración de las acciones decisivas
(en vez de representarlas) y en quedarse en un planteamiento ramplón de
infidelidades de marido burgués, finalmente perdonado.
Sus dos mejores obras son Los
intereses creados, que ahora analizamos, y La malquerida (1913); La
noche del sábado (1903) es otra original y sorprendente obra. Durante la
guerra civil española, Benavente estuvo (acaso involuntariamente) del lado
republicano. Su fuerte adhesión al franquismo, tras la guerra civil, le ha
costado severas críticas y cierto menosprecio de la crítica, acaso no del todo
merecido. Recibió el Premio Nobel de Literatura en 1922, signo de la aceptación
y repercusión de su teatro en ese momento.
8)
Interpretación y valoración
Los
intereses creados es
una pieza dramática que aborda un asunto universal y de permanente vigencia:
por nuestros intereses, principalmente económicos, dejamos a un lado los
principios morales. Ello supone una renuncia a nuestros valores éticos y a una
pauta de conducta ajustada a la decencia personal. Benavente sitúa esta acción
en un ambiente italiano, en el siglo XVIII.
El desarrollo argumental es muy sólido y
está muy bien apuntalado: detalles, personajes y acciones resultan verosímiles
y familiares para el lector/espectador. Todo es como bien conocido, es decir,
la vigencia del asunto y el modo de acercarlo a nosotros es verosímil y
consistente.
Los personajes benaventianos resultan
verosímiles y consistentes. Los “vemos” moviéndose en la vida cotidiana, con
sus preocupaciones e ilusiones. Una de las reflexiones que se desprenden de la
pieza es que la perseverancia y la fe en los proyectos u objetivos vitales es
una pieza clave para alcanzar el éxito. Benavente tiende a los finales
satisfactorios en los que los conflictos se resuelven amablemente.
Los diálogos son frescos y relevantes para
conocer la personalidad de los personajes. Es uno de los aspectos más
interesantes de esta pieza. Los diálogos son naturales y verosímiles, lo que
aumenta el interés y la consistencia significativa.
- PROPUESTA DIDÁCTICA
(Estas actividades se pueden desarrollar y
realizar de modo oral o escrito, en el aula o en casa, de modo individual o en
grupo. Algunas de ellas, sobre todo las creativas, requieren material o
herramientas complementarias, como las TIC).
2.1. Comprensión lectora
1) Resume el contenido de la
pieza dramática (aproximadamente, 150 palabras).
2) Señala su tema y sus
apartados temáticos. Para ello, contesta a la cuestión ¿cómo se expresa el tema
principal?
3) Caracteriza a los
personajes, física y psicológicamente. Forma un retrato de cada.
4) Indica el lugar y el
tiempo en que se desarrolla la acción dramática. Explícalos y establece su
relevancia para el sentido de la obra.
5) Localiza una docena de recursos estilísticos y explica su eficacia significativa y estética.
2.2. Interpretación y pensamiento analítico
1) Explica el título de la
obra. ¿Qué son los “intereses” y a qué se refiere con “creados”?
2) ¿Quién es el personaje
que lleva el peso de la acción? ¿Qué interés tiene en que se llegue a un final
satisfactorio?
3) ¿Qué papel desempeñan las
mujeres en el drama? ¿Se mueven en el mismo plano social, económico y cultural
que los hombres? Razona tu respuesta.
4) El deseo de acumular riqueza, ¿es algo humano e inevitable,o solo aparece en algunas personas?
2.3. Fomento de la creatividad
1) Documéntate sobre el
dramaturgo Jacinto Benavente realiza una exposición en la clase con ayuda de
medios TIC, creando un póster, etc.
2) Muchas personas desean
acumular riqueza para llevar una vida mejor, como vemos en esta pieza.
Reflexiona sobre esta cuestión y expón tus ideas al respecto. Puedes hacerlo en
papel, por imagen –-dibujo, fotografía--, con música, o todos los medios
combinados a la vez.
3) Escribe un relato de
ficción o una pieza dramática basado en la reflexión sobre la importancia de
los intereses individuales (acumulación de riqueza, o de poder, o de
influencia…) en nuestra vida.
4) Se puede realizar una
pequeña dramatización, o lectura dramatizada (con el apoyo del texto) de parte
o de toda la obra. Se puede acompañar de imágenes alusivas y música, ante la
clase o la comunidad educativa. Ahí se pondrá de manifiesto la gracia y
significación de la obra de nuestro dramaturgo.
2.4. Comentario de texto específico
Se ofrece el final de la
comedia, para realizar una exégesis textual. Se acompaña una plantilla de
cuestiones para conducir su realización.
CRISPÍN.-Y
ahora, Doctor, ese proceso, ¿habrá tierra bastante en la tierra para echarle
encima?
DOCTOR.-Mi
previsión se anticipa a todo. Bastará con puntuar debidamente algún concepto. .
. Ved aquí: donde dice. . . “Y resultando que si no declaró. . . “, basta una
coma, y dice: “Y resultando que si, no declaró. . . ” Y aquí: “Y resultando que
no debe condenársele”, fuera la coma, y dice: ‘“Y resultando que no debe
condenársele…”
CRISPÍN.-
¡Oh, admirable coma! ¡Maravillosa coma! ¡Genio de la Justicia! ¡Oráculo de la
Ley! ¡Monstruo de la Jurisprudencia!
DOCTOR.-Ahora
confío en la grandeza de tu señor.
CRISPÍN.-Descuidad.
Nadie mejor que vos sabe cómo el dinero puede cambiar a un hombre.
SECRETARIO
-YO fui el que puso y quitó esas comas. . .
CRISPÍN.-En
espera de algo mejor... Tomad esta cadena. Es de oro.
SECRETARIO.-
¿De ley?
CRISPÍN.-Vos
lo sabréis, que entendéis de leyes.
POLICHINELA.-Sólo
impondré una condición: que este pícaro deje para siempre de estar a tu
servicio.
CRISPÍN.-
No necesitáis pedirlo, señor Polichinela. ¿Pensáis que soy tan pobre de
ambiciones como mi señor?
LEANDRO.-
¿Quieres dejarme Crispín? No será sin tristeza de mi parte.
CRISPÍN.-No
la tengáis, que ya de nada puedo serviros y conmigo dejáis la piel del hombre
viejo. . . ¿Qué os dije, señor? Que entre todos habían de salvarnos. . .
Creedlo. Para salir adelante con todo, mejor que crear afectos es crear
intereses…
LEANDRO.-Te
engañas, que sin el amor de Sihia nunca me hubiera salvado.
CRISPÍN.-
¿Y es poco interés ese amor? Yo di siempre su parte al ideal y conté con él
siempre. Y ahora acabó la farsa.
SILVIA.-(Al
público.)Y en ella visteis, como en las farsas de la vida, que a estos muñecos,
como a los humanos, muévenlos cordelillos groseros, que son los intereses, las
pasioncillas, los engaños y todas las miserias de su condición: tiran unos de
sus pies y los llevan a tristes andanzas; tiran otros de sus manos, que
trabajan con pena, luchan con rabia, hurtan con astucia,
matan con violencia. Pero entre todos ellos, desciende a veces del cielo al corazón un hilo sutil, como tejido con luz del sol y con luz de luna: el hilo del amor, que a los humanos, como a esos muñecos que semejan humanos, les hace parecer divinos, y trae a nuestra frente resplandores de aurora, y pone alas en nuestro corazón y nos dice que no todo es farsa en la farsa, que hay algo divino en nuestra vida que es verdad y es eterno, y no puede acabar cuando la farsa acaba. (Telón)
FIN DE LA COMEDIA
SUGERENCIAS PARA COMENTARIO DE TEXTO O EXÉGESIS TEXTUAL
A continuación se propone una plantilla de trabajo para cada uno de los poemas. El docente puede ampliarla, reducirla, conforme a sus circunstancias.
Comprensión lectora
1)
Resume el texto recogiendo su contenido esencial (120 palabras aprox.,
equivalentes a 10 líneas).
2)
Indica los temas tratados en breves enunciados sintéticos.
3)
Señala los apartados temáticos o secciones de contenido.
4) Analiza los personajes conforme a sus intervenciones.
Interpretación y pensamiento analítico
5)
Analiza cómo los recursos estilísticos crean significado (doce,
aproximadamente).
6)
Contextualiza al autor y su obra según su entorno social, histórico, cultural y
personal del autor.
7)
Interpreta y discierne la intención (¿para qué me quiere hablar de estos
asuntos) y el sentido (¿por qué y cómo
me desea transmitir este tema?) del poema.
8) Valora personalmente tu apreciación lectora: pondera la actualidad y el atractivo del tema, de la disposición formal, de la originalidad creativa, etc.
Fomento de la creatividad
9)
Transforma el diálogo imprimiendo un nuevo sentido al final de la obra.
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