02/11/2020

Benito Pérez Galdós: "Doña Perfecta"; análisis y propuesta didáctica

 

Ribera del Bernesga, León (XI-2020) © SVM


B. PÉREZ GALDÓS: DOÑA PERFECTA

  1. ANÁLISIS    

Doña Perfecta (1876) es una densa y hermosa novela de Benito Pérez Galdós (Las Palmas de Gran Canaria, 1843 – Madrid, 1920), eximio escritor del realismo español. Galdós es un escritor muy comprometido con la literatura, con el destino de su país y con la mejora de una sociedad –la española de la segunda mitad del siglo XIX y primeras décadas del XX—con bastantes defectos. Él pensaba que una actitud de apertura mental e ideológica, favorecedora del progreso social y económica era la mejor receta para avanzar hacia una nación más próspera y feliz. Esto explica que fuera elegido como diputado a cortes en partidos de ideología liberal-progresista. También criticó ásperamente la enorme influencia de la Iglesia, inmovilista y retrógrada en sus posiciones sociales. La concordia social y nacional habría de venir por una educación tolerante, atención económica a los pobres y una huida de los fanatismos de cualquier tipo; es decir, una posición liberal.

Estas ideas las desarrolló ampliamente en los textos de su primera etapa como escritor (1870-1878), en la que escribió varias "novelas de tesis". Además de la lógica ambición literaria, Galdós --joven novelista de 33 años-- defiende una ideología progresista y liberal, abierta a las nuevas ideas y al avance de las ciencias y la técnica para lograr una democratización del bienestar y una modernización efectiva de la sociedad española. Al mismo tiempo, censura acerbamente las posiciones ultraconservadoras, inmovilistas y bastante fanatizadas en usos y costumbres sociales, religiosos y políticos. Doña Perfecta pasa por ser, con razón, la mejor novela de este período por su calidad narrativa y su perfección formal.

En un marco urbano ruralizado, bajo el nombre de Orbajosa, nos presenta una ciudad de interior, amodorrada, pobreta y tremendamente inmovilista. Pepe Rey llega en tren a la ciudad para conocer y luego casarse con su prima Rosario, pues la madre de ella, viuda, doña Perfecta, y el padre de él, Juan, eran hermanos, y así lo habían convenido por el bien de todos. Don Inocencio, clérigo y consejero espiritual de doña Perfecta pronto percibe los aires liberales de José Rey; artero como es, lo provoca en conversaciones para que desvele su pensamiento avanzado y cientifista, lo que escandaliza a su tía y futura suegra y a todos los timoratos de Orbajosa.

Sin embargo, los dos primos se enamoran de veras y están dispuestos a casarse cuanto antes para acabar con las tensiones crecientes en el ámbito familiar, pues doña Perfecta cree y sigue los consejos del clérigo Inocencio, que de inocente tiene poco; la ironía de su nombre es evidente, casi hasta la irritación. Remedios, sobrina del cura, tiene un hijo, Jacinto, recién licenciado en derecho, que desea casar son Rosario, para lo que maniobra y convence a su tío que obstaculice el matrimonio de Pepe y su prima.

Caballuco representa a la facción conservadora y levantisca, que se rebela por las armas contra el gobierno constitucional "de Madrid"; viene a ser el tonto útil, con algo de soldado fanfarrón, de los conservadores. Defiende posiciones ideológicas y religiosas, claro está, pero también económicas, pues busca su lucro so color de los ideales tradicionalistas --para lo que no duda en traicionar al gobernador de la provincia, a quien había prometido lealtad a cambio de un cargo--. El narrador recoge titulares de los periódicos de Madrid sobre el levantamiento en Orbajosa y los contrasta con su recepción escéptica entre los habitantes de la ciudad. En el casino Pepe también se ve sometido a la presión de los conservadores. Sólo encuentra apoyo en don Cayetano, un bibliófilo e historiador local que, en cierto modo, le sirve de confidente. Visita la catedral y lo critican por apreciarla sólo por su arte, no por su contenido religioso; visita a las tres hermanas de Troya, pobres, pero joviales y también le parece mal a doña Perfecta, pues además les había dejado unas monedas por caridad.

El ejército llega a Orbajosa para reprimir las revueltas conservadoras. Por casualidad, el coronel Pinzón, amigo antiguo de Pepe Rey, se aloja en casa de doña Perfecta. Inmediatamente le brinda protección física a su amigo, por lo que los enemigos han de reprimir su envalentonamiento bravucón. Sin embargo, a Pepe le comunican que ha perdido su trabajo en Madrid; no tarda en enterarse que han sido sus enemigos de Orbajosa los que han movido sus hilos. Pepe abandona la casa de su tía y se va a un hostal de la ciudad.

En este estado de cosas, entre fuertes tensiones internas de orden emocional y existencial, Pepe y Rosario se declaran su amor y deciden huir de noche de Orbajosa para casarse inmediatamente. Remedios se entera del plan y convence a Caballuco, armado con trabuco, de seguir a Pepe. Este accede al huerto de la casa de doña Perfecta, donde había quedado con Rosario. Pero los otros lo siguen arteramente. Remedios avisa a doña Perfecta, quien acaba de escuchar de boca de su hija que ama a Pepe y su determinación de casarse con él. Doña Perfecta le ordena a Caballuco que dispare a la sombra furtiva de Pepe, que muere.

El desenlace lo cuenta don Cayetano Polentinos en cinco cartas que de abril a diciembre envía a un su amigo editor y librero, para quien prepara su Linajes de Orbajosa: primero se dijo que Pepe se había suicidado, pero luego se extendió la creencia que había sido asesinado por Caballuco. La joven Rosario cayó en la locura y acabó ingresada en un lejano manicomio cercano a Barcelona; doña Perfecta sigue y se entregó a la religión y obras pías; don Inocencio fue víctima de una depresión aguda de la que no pudo recuperarse y optó por irse a Roma; Caballuco se impuso al ejército constitucional y ostenta el poder en Orbajosa; Jacinto planea casarse con doña Perfecta aunque le lleve veinte años de diferencia, pero en los preparativos de la matanza, el chico resbala y muere atravesado por un cuchillo que su madre tenía en la mano.

La venganza del destino es cruel y todo termina de la peor manera posible. Vencen los inmovilistas, pero el precio es muy alto: frustración, dolor y amargura para el resto de sus días. La muerte física de Pepe Rey y la psicológica de Rosario muestra que la autenticidad, la visión aperturista hacia la vida y el futuro tiene pocas posibilidades de crecer en esa sociedad de Orbajosa, atada a un pasado paralizante. En conjunto, la novela es una reflexión pesimista y un tanto amarga sobre el panorama social español del último cuarto del siglo XIX.

Los personajes están trazados con un acierto y verosimilitud notables. Acaso resulten un poco esquemáticos, sobre todo los que encarnan un modo de vida (Pepe y doña Perfecta, junto con su cohorte formada por don Inocencio, Caballuco y Remedios), pero Rosario y Cayetano son tipos muy bien trazados, y ajenos a un esquematismo ideológico. Que los personajes que encarnan una ideología o un modo de vivir sean algo planos no les resta profundidad ni afecta a la tensión narrativa porque la intriga novelesca, por un lado, y la incertidumbre de si podrán mantener su modo de vivir y pensar en sus circunstancias aportan la suspensión suficiente. Por otro lado, hay que tener en cuenta que estos personajes más estereotipados están vivamente dibujados, son verosímiles y creíbles para el lector. Poseen una encarnadura propia que los aleja del estereotipo. Por ejemplo, Pepe Rey es el joven ilustrado y progresista, pero en la novela es un individuo con sustancia propia que nos lo hace cercano y consistente. Y lo mismo podríamos decir de los demás.

La significatividad de los topónimos y antropónimos de los personajes y lugares de las novelas de Galdós se ha señalado muchas veces, y es del todo cierto. Galdós reserva para los personajes más íntegros y de ideología progresista nombres de connotaciones positivas; Pepe Rey es el caso más llamativo. Los inmovilistas tienen nombres que, por vía irónica y sarcástica, revelan sus defectos morales: doña Perfecta, don Inocencio, Remedios, Licurgo, etc.). Otras veces, parece que los animaliza, para resaltar su brutalidad estupidizada: Caballuco Centauro, Vejarruco, etc.

El narrador, como muchas veces repetirá Galdós, interviene en primera persona del plural, nombrando en esos casos su "historia", es decir, la propia novela. En estas ocasiones, la influencia cervantina es bien visible. El narrador adopta un foco variable y un distanciamiento cambiante: a veces objetiva más y adopta una posición omnisciente más distante. Otras, se acerca, selecciona la materia narrativa ante los ojos del lector y presenta con humor, con ironía, con respeto, etc. la materia narrativa. Se diría que, a medida que avanzan los capítulos, el narrador se introduce más y más en la historia, posicionándose a favor de Pepe Rey y Rosario y criticando la brutalidad e inmovilismo de doña Perfecta y sus secuaces.

La invención de Orbajosa no es un hallazgo menor en la novela. Galdós recrea la vida de la ciudad provinciana con mucho acierto y verosimilitud: calles, plazas y edificios se "ven" en la lectura. Buen conocedor de la geografía española, no tiene dificultades para crear una toponimia irónica, muchas veces risible, pero bien reconocible por el lector. El casino, la catedral, las casas solariegas con huerto, los barrios apartados más humildes, las alquerías de los alrededores... Todo resulta familiar para el lector, de ayer y de hoy. La novela se desarrolla en un tiempo muy comprimido: sólo son unas semanas, desde la llegada de Pepe Rey a casa de su tía hasta su muerte violenta. Lo que ocurre después, hasta finales de ese año, lo relata Cayetano en varias cartas finales. Muchas cosas ocurridas antes nos las cuenta el narrador en analepsis no demasiado largas y al principio de la novela.

El tiempo de la escritura y de la acción narrada coinciden: estamos hacia 1875, es decir, el inicio del último cuarto del siglo XIX. La agitación social y política era muy grande (recordemos la revolución de 1868). Precisamente en 1875 comienza el reinado de Alfonso XII y los gobiernos de Cánovas del Castillo. Galdós nos deja un hermoso testimonio artístico de las agitaciones socio-políticas vistas desde una perspectiva literaria.

El estilo de Galdós es muy expresivo y vivo: describe con detalle y minuciosidad, narra con ligereza y utiliza los diálogos para que los personajes se expresen con largueza y nos dejen un retrato de su interior (este es un gran acierto artístico de Galdós). La variedad de registros, desde el coloquial hasta el culto del historiador local, pasando por el periodístico, el epistolar, etc. es otra nota distintiva. En general, en los diálogos Galdós reproduce el nivel coloquial de la lengua, lleno de frases hechas, locuciones de sabor popular, etc. Un ejemplo de todo lo dicho lo encontramos en el capítulo XI:

-¡Válgame Dios!, si me lo llega a decir a mí, hay un escándalo en el Casino -exclamó el recaudador de contribuciones-. ¿Por qué no le dijeron la cantidad de arrobas de aceite que produjo Orbajosa el año pasado? ¿No sabe ese estúpido que en años buenos Orbajosa da pan para toda España y aun para toda Europa? Verdad es que ya llevamos no sé cuántos años de mala cosecha; pero eso no es ley. ¿Pues y la cosecha del ajo? ¿A que no sabe ese señor que los ajos de Orbajosa dejaron bizcos a los señores del jurado en la exposición de Londres?

Estos y otros diálogos se oían en las salas del Casino por aquellos días. A pesar de estas hablillas tan comunes en los pueblos pequeños, que por lo mismo que son enanos suelen ser soberbios, Rey no dejó de encontrar amigos sinceros en la docta corporación, pues ni todos eran maldicientes ni faltaban allí personas de buen sentido. Pero tenía nuestro joven la desgracia, si desgracia puede llamarse, de manifestar sus impresiones con inusitada franqueza, y esto le atrajo algunas antipatías.

  

  1. PROPUESTA DIDÁCTICA

2.1. Comprensión lectora

1) ¿Cómo llega Pepe Rey a Orbajosa? ¿Cómo son los paisajes que observa?

2) Explica cómo es Caballuco y los sentimientos que Licurgo manifiesta por él.

3) ¿A quién se refiere la siguiente descripción del capítulo III? Explica cómo la veremos en práctica en los acontecimientos de la novela:

Frisaba la edad de este excelente joven en los treinta y cuatro años. Era de complexión fuerte y un tanto hercúlea, con rara perfección formado, y tan arrogante, que si llevara uniforme militar ofrecería el más guerrero aspecto y talle que puede imaginarse. Rubios el cabello y la barba, no tenía en su rostro la flemática imperturbabilidad de los sajones, sino por el contrario, una viveza tal que sus ojos parecían negros sin serlo. Su persona bien podía pasar por un hermoso y acabado símbolo, y si fuera estatua, el escultor habría grabado en el pedestal estas palabras: inteligencia, fuerza. Si no en caracteres visibles, llevábalas él expresadas vagamente en la luz de su mirar, en el poderoso atractivo que era don propio de su persona, y en las simpatías a que su trato cariñosamente convidaba.

4) ¿Por qué la visita a la catedral es motivo de fricción entre Pepe y su tía y el clérigo penitenciario don Inocencio?

5) ¿Qué piensan de Pepe en el casino? ¿Por qué?

6) ¿Qué notificación recibe Pepe Rey del ministerio? ¿Cómo afecta a su estancia en Orbajosa?

7) ¿Por qué el ejército ha de acudir a Orbajosa?

8) ¿A quién socorre con una limosna Pepe Rey? ¿Por qué?

9) ¿De quién se enamora hondamente Pepe Ray? ¿Es correspondido? ¿Tendrá consecuencias en el argumento?

10) ¿Cómo acaba la pareja enamorada? ¿Quién lo cuenta?

2.2. Interpretación y pensamiento analítico

1) Explica los motivos iniciales y los finales de la visita de Pepe Rey a Orbajosa.

2) ¿Podemos deducir la ideología política de Galdós en esta novela? ¿Cómo? Precisa sus rasgos.

3) Un personaje afirma que doña Perfecta es la única persona sin mote o apodo en Orbajosa, ¿qué significa eso respecto de la gente del pueblo y de la mujer viuda?

4) Analiza el papel de Rosario en la novela. Determina su final respecto de la educación que recibió.

5) Explica las características materiales e ideológicas de la vida en Orbajosa para la mayoría de sus habitantes.

6) El final de la novela, ¿nos permiten deducir que Galdós tenía una visión optimista o pesimista respecto del futuro de España?

7) Explica la figura del narrador en esta novela. Determina si representa al novelista, Galdós, en todo momento.

2.3. Comentario de texto específico

Capítulo XXII. Misterio

Después de lo que hemos referido, duró mucho la conferencia; pero omitimos lo restante por no ser indispensable para la buena inteligencia de esta relación. Retiráronse al fin, quedando para lo último, como de costumbre, el Sr. D. Inocencio. No habían tenido tiempo aún la señora y el canónigo de cambiar dos palabras, cuando entró en el comedor una criada de edad y mucha confianza que era el brazo derecho de doña Perfecta, y como esta la viera inquieta y turbada, llenóse también de turbación, sospechando que algo malo en la casa ocurría.

-No encuentro a la señorita por ninguna parte -dijo la criada respondiendo a las preguntas de la señora.

-¡Jesús!... ¡Rosario!... ¿dónde está mi hija?

-¡Válgame la Virgen del Socorro! -gritó el Penitenciario, tomando el sombrero y disponiéndose a correr tras la señora.

-Buscadla bien... Librada... Librada... Pero ¿no estaba contigo en su cuarto?

-Sí, señora -repuso temblando la criada vieja-, pero el demonio me tentó y me quedé dormida.

-Maldito sea tu sueño... Jesús mío... ¿qué es esto? Rosario, Rosario... Librada.

Subieron, bajaron, tornaron a bajar y a subir, llevando luz y registrando todas las piezas. Por último, oyóse la voz del Penitenciario en la escalera:

-Aquí está, aquí está -decía con júbilo-. Ya pareció.

Un instante después la madre y la hija

-¿Qué es esto? ¿Dónde estabas? -preguntó con terrible enojo la dama.

-Pues señora... bajé a buscar la ropa que está en el cuarto de la calle... y me quedé dormida.

-Todas duermen aquí esta noche. Me parece que alguno no dormirá en mi casa mañana. Rosario, puedes retirarte.

Comprendiendo que era indispensable proceder con prontitud y energía, la señora y el canónigo emprendieron sin tardanza sus investigaciones. Preguntas, amenazas, ruegos, promesas fueron empleadas con habilidad suma para inquirir la verdad de lo acontecido. No resultó ni sombra de culpabilidad en la criada anciana; pero Librada confesó de plano entre lloros y suspiros todas sus bellaquerías que sintetizamos del modo siguiente: Poco después de alojarse en la casa, el Sr. Pinzón empezó a hacer cocos a la señorita Rosario. Dio dinero a Librada, según ésta dice, para tenerla por mensajera de recados y amorosas esquelas.

La señorita no se mostró enojada sino antes bien gozosa, y pasaron algunos días de esta manera. Por último, la sirvienta declara que aquella noche Rosario y el Sr. Pinzón habían concertado verse y hablarse en la ventana de la habitación de este último, que da a la huerta. Confiaron su pensamiento a la Librada, quien ofreció protegerlo mediante una cantidad que se le entregara en el acto. Según lo convenido, el Pinzón debía salir de la casa a la hora de costumbre y volver ocultamente a las nueve, y entrar en su cuarto, del cual y de la casa saldría también clandestinamente más tarde, para volver sin tapujos a la hora avanzada de costumbre. De este modo no podría sospecharse de él.

La Librada aguardó al Pinzón, el cual entró muy envuelto en su capote sin hablar palabra. Metióse en su cuarto a punto que la señorita bajaba a la huerta. La Librada, mientras duró la entrevista, que no presenció, estuvo apostada en la galería, para avisar a Pinzón cualquier peligro que ocurriese; y al cabo de una hora salió como antes, muy bien cubierto con su capote y sin hablar una palabra.

a) Comprensión lectora

1) Resume el contenido del texto, señala su tema y los apartados temáticos --o secciones de contenido-- que se pueden observar.

2) Analiza los personajes que intervienen.

3) ¿En qué lugar ocurren los hechos narrados? ¿En qué momento del día?

4) Localiza un ejemplo de descripción, otro de narración y otro de diálogo.

5) Localiza y explica el uso de recursos estilísticos en este fragmento.

b) Interpretación

1) Analiza la figura del narrador en este fragmento. Razona si narra con ironía y burla o con distancia objetiva.

2) ¿Cómo apreciamos las clases sociales y su vida en este texto?

3) Rosario, ¿es un personaje determinante en el fragmento y la novela? Aporta razones.

4) Explica la principal preocupación de doña Perfecta respecto de su hija a la luz de este fragmento.

2.4. Fomento de la creatividad

1) Realiza una exposición, creando un cartel o una presentación con medios TIC, sobre la vida y la obra de Pérez Galdós.

2) Compara Orbajosa con tu localidad. Indica semejanzas y diferencias y valora dónde es la vida más agradable.

3) Pasa a un soporte plástico --dibujo, pintura, viñeta, etc.-- la ciudad y los personajes principales de esta obra.

4) ¿Qué harías tú en la posición de Pepe Rey, o de Rosario? Escribe un relato según tus propios criterios.

5) Realiza un trabajo de investigación histórica sobre la vida en España en la década de 1870, momento en el que se desarrolla Doña Perfecta.

 

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