27/10/2020

Alonso de Ercilla: "La araucana" (ocho primeras estrofas); análisis y propuesta didáctica


Cudillero, Asturias (X-2020) © SVM


a) ANÁLISIS

1) Resumen

Nos disponemos a analizar las ocho primeras estrofas de la primera parte del poema épico La araucana (publicado en tres partes, en 1569, 1578 y 1589, respectivamente; cada parte se compone de alrededor de 45 cantos; cada uno de estos, está formado por alrededor de 80 décimas; nos podemos hacer una idea de su envergadura) compuesto por el magnífico poeta Alonso de Ercilla y Zúñiga (Madrid, 1533 - Ocaña, Toledo, 1594). Para un mejor entendimiento, presentamos el resumen por estrofas, ordenadas.

El poeta no hablará de asuntos amorosos o de usos sociales de galanteo, sino de cómo los españoles doblegaron a los araucanos.

-Relatará acciones valientes, admirables y raras de los araucanos que, en el fondo, engrandecen a los españoles vencedores.

-Ruega al rey Felipe II que proteja su obra, la cual se atiene a la verdad de los hechos, sin manipulación.

-Sostiene que a los malsines, críticos o escépticos los refrenará en sus críticas el hecho de que la obra esté protegida por el rey de España.

-Se dirige al rey recordándole que ha servido en la corte; su protección hará que la obra se perfeccione, señalando que la materia bélica será la principal, de la que él fue testigo de vista y protagonista.

-Chile es una nación rica y próspera, situada en el hemisferio sur; sus habitantes son orgullosos y valientes, como se aprecia en el hecho de que nadie ha podido someterla.

-Es un país alargado, de norte a sur; de este a oeste, en su parte más ancha ocupará cien millas; en su largura, va desde el Antártico, hasta el grado veintisiete, lo que es una gran distancia.

-Los dos mares, el Atlántico y el del sur se juntan en el estrecho de Magallanes; este nombre se debe a su descubridor.

2) Temas del poema

Los temas que plantea el texto poético, que son las primeras ocho estrofas de la primera parte del poema, son:

-Presentación de la obra y adelanto del tema que tratará: el sometimiento de los araucanos tras la rebelión ocurrida en Chile a mediados del siglo XVI.

-Ofrecimiento de la obra al rey Felipe II, para que la proteja de posibles contradictores.

-Descripción geográfica de Chile, bajo la perspectiva del siglo XVI.

3) Apartados temáticos

El texto poético, atendiendo a su contenido, se estructura en tres partes:

-Estrofas 1-2 (vv. 1-16): presentación del contenido de la obra y exposición general del tema y del hilo narrativo que se seguirá, así como de la perspectiva estilística e ideológica que adoptará.

-Estrofas 3-5 (vv. 17-40): dedicatoria u ofrecimiento de la obra al rey de España, Felipe II, para que la acepte como signo de agradecimiento y la resguarde de futuros ataques.

-Estrofas 6-8 (vv. 41-64): descripción geográfica de Chile, su ubicación y alusión al modo de navegación a través del Estrecho de Magallanes.

4) Rima, medida de los versos y estrofa empleada

El fragmento seleccionado consta de sesenta y cuatro versos agrupados en ocho estrofas. Cada estrofa está compuesta por ocho versos endecasílabos; el primero rima con el tercero y el quinto; el segundo, con el cuarto y el sexto; los dos finales riman entre sí, formando un pareado. Todos juntos forman la estructura 11A, 11B, 11A, 11B, 11A, 11B, 11C, 11C. Forman la estrofa denominada octava real; es de origen italiano; se introdujo en España en las primeras décadas del siglo XVI, en el Renacimiento, gracias al impulso del genial poeta Garcilaso de la Vega.

5) Comentario estilístico

El primer verbo del poema aparece en primera persona del singular: podemos deducir de aquí la importancia que tendrá el sujeto lírico. Luego veremos que afecta a su labor narratológico-poética y a un asunto vidrioso, cual es el grado de verosimilitud que se le concede a lo narrado. El sujeto lírico anuncia que abandona asuntos mundanos, sociales y sentimentales de tono ritual (“amorosos afectos y cuidados”, v. 4), para centrarse en los “hechos, las proezas” (v. 5) de los exploradores españoles para alcanzar el dominio de “Arauco”, identificable con una parte de Chile. Las enumeraciones iniciales de sustantivos que se refieren al mundo del galanteo insisten bien en la materia poética que abandona; crean un vivo contraste con los que luego se refieren al sometimiento de la tierra. Los adjetivos y metáforas también discurren en esa dirección. “Duro yugo” (v. 8) es la más importante porque concentra la esencia del asunto: el sometimiento de los araucanos al dominio de la Corona hispánica. La “espada” (v. 8) es una metonimia que expresa muy bien el procedimiento empleado: la fuerza de las armas. Los hipérbatos y encabalgamientos abruptos de la estrofa insisten en la originalidad y la fuerza de la materia tratada en el poema.

En la segunda estrofa continúan los mismos procedimientos expresivos: un verbo en primera persona y una serie de enumeraciones que ensalzan los protagonistas del relato: los araucanos, ahora aludidos por una perífrasis (“gente que a ningún rey obedecen”, v. 10) son valorados muy positivamente; y los españoles (al fin, su público lector), a los que también “engrandece” (v. 14) indirectamente por el valor de sus enemigos vencidos. La adjetivación es dramática: “temerarias” (v. 11), “memorables” (v. 11), “raras” (v. 13), y “loables” (v. 13) se refieren a las “cosas” (v. 9) protagonizadas por los araucanos. El sujeto lírico (o el narrador, pues está a mitad de camino) insiste en la gallardía de ese pueblo que plantó cara al “vencedor” (v. 15). La estrofa posee cierto tono discursivo o argumentativo (lo declara muy bien la conjunción “pues”, v. 15), ya que el poeta razona que el ganador se ve más glorificado si el perdedor posee virtudes guerreras; estas se transfieren a aquellos, aumentando su gloria.

La tercera estrofa también comienza con un tono subjetivo, pues la primera palabra es un verbo conjugado en primera persona, “Suplícoos” (v. 17), pero pronto cambia, pues este transmite una petición humilde, dirigida nada menos que al rey de España del momento, Felipe II. Le ofrece o dedica la obra, pues el sujeto lírico adivina que necesitará protección (“de todo favor necesitada”, v. 19). También es un modo de ganar prestigio (“para que autoridad mi verso cobre”, v. 24) en la sociedad. Se toca aquí un punto fundamental: la veracidad del asunto abordado. Se expresa a través de una repetición triple (la “relación” que se ofrece va “sin corromper, sacada de la verdad, cortada a su medida”, vv. 21-22). Ercilla protesta sobre la veracidad esencial de su relato: solo cuenta la verdad; este es un tópico muy repetido por los cronistas de Indias, pues es un procedimiento de ameritarse ante el público lector. La antítesis de “pobre” (v. 23) frente a “autoridad” (v. 24); destaca el poder real y disminuye su trabajo, lo que es un buen empleo de captatio benevolentiae. La personificación de la verdad “cortada a su medida” (v. 22) nos indica la importancia de este concepto en la composición del relato.

La cuarta estrofa es bastante redundante respecto de la anterior. Solo aporta la novedad de una perífrasis que sirve para crear intriga: la obra presentada al rey “debe de llevar algo escondido” (v. 32). Posee un carácter ilustrativo y discursivo, siempre manteniendo el tono elevado y solemne a través de la expresión “a señor tan elevado” (v. 25) y el pronombre “vos” (v. 31).

La quinta estrofa es bastante autobiográfica. Ercilla recuerda que se crio en la corte, lo que garantiza su “estilo delicado” (v. 35). En la segunda parte de la octava recuerda, a través de una alusión clásica, al dios de la guerra Marte, que la materia es bélica. Le ruega atención al rey a través de una expresión coloquial (“dad orejas”, 39); y finaliza reforzando la veracidad de su relato presentándose como “buen testigo” (v. 40) de una parte de los hechos narrados. La estrofa posee un carácter recopilativo, respecto de los argumentos expuestos para que la obra sea estimada por el público lector.

La sexta estrofa, ya dentro de la tercera parte, coloca a la “provincia” Chile en el hemisferio sur. La describe en términos positivos y elogiosos; es una región famosa, feraz y temida por sus vecinos. Presenta a continuación una etopeya generalista de sus habitantes, que es gente “granada”, metáfora de la gallardía e importancia. La enumeración a base de adjetivos sobre el carácter de los araucanos es muy expresiva: “soberbia, gallarda y belicosa” (v. 46). Completa con una hipérbole con base real: no les hace falta rey para regirse y nadie ha podido someterlos. En esta estrofa sobresalen los adjetivos, todos de naturaleza positiva, referidos a rasgos de carácter, asignados a los araucanos. Ercilla ensalza, de este modo, la importancia de Arauco, como él denomina a la región.

La séptima estrofa presenta una descripción geográfica de Chile muy exacta y precisa. Es un país alargado, bañado por el mar del Sur (más tarde, renombrado como Océano Pacífico), la anchura máxima es de cien millas y llega desde los veintisiete grados hasta el Polo Sur, donde se juntan el Atlántico y el Pacífico (nombrados como Océano y Chileno, respectivamente). Aquí los procedimientos estilísticos escasean, dada la materia tratada.

La octava y última estrofa aquí analizada describe el Estrecho de Magallanes. La personificación de los dos mares, que “pretenden” juntarse ahí aporta intensidad descriptiva. Anota la bravura del mar en ese punto; el quiasmo “baten las rocas y sus olas tiende” (v. 59) es hermoso y expresivo. Insiste en las dificultades orográficas del lugar, severas y continuas. Se dirige de nuevo al rey para recordar que fue Magallanes quien descubrió el paso y, en su honor, lleva su nombre. Ercilla no olvida consignar una nota histórica porque favorece la gloria de su patria española.

Hemos podido apreciar, a lo largo de este fragmento, un estilo contenido, didáctico y explicativo. Ercilla maneja un tono descriptivo y aclaratorio, intentando captar la atención del lector y dedicando su texto a la más alta autoridad hispánica de ese momento. La descripción de Chile es elogiosa y positiva en todo momento. El léxico es llano, preciso y tremendamente apropiado.

6) Contextualización

Alonso de Ercilla y Zúñiga (Madrid, 1533 - Ocaña, Toledo, 1594) es el poeta épico más importante de la literatura española de todos los tiempos. Vivió en Chile entre 1557 y 1559, a donde había ido como hombre de armas acompañando al nuevo gobernador, García Hurtado de Mendoza. Participó en batallas importantes entre los araucanos, comandados por Caupolicán, y los españoles, tratando de pacificar la tierra. Para componer su obra, fue tomando notas sobre el terreno, escribiendo en penosas circunstancias (falta de papel y aparejo adecuado, etc.). Tomando como modelo la épica medieval antigua, las crónicas de Indias españolas de su momento y las obras italianas de ese tipo que triunfaban en Europa (Orlando innamorato y Orlando furioso), Ercilla compuso una magnífica obra, de gran aliento; es equilibrada, narrativa y, por momentos, descriptiva. Ordena su materia con orden y tino; su lectura es amena e instructiva, pues garantiza un continuo aprendizaje sobre la conquista de Chile.

El léxico es muy clásico, apropiado y de mucha eficacia significativa. Su variedad y amenidad es continua, lo que avala la calidad de un poema épico hermoso y sólido.

7) Interpretación y valoración

Este fragmento que hemos analizado de La araucana, que coincide con el comienzo de la obra, es un buen ejemplo de los tesoros que alberga en su interior. Ercilla transmite con conocimiento, emoción y equilibrio un proceso bélico sangriento y, a su modo, heroico. Los araucanos se rebelan contra el dominio español y, por momentos, logran casi destruirlo. Los colonizadores se aprestan a aniquilar a los rebeldes, no sin gran sufrimiento y derrotas.

Ercilla narra con intensidad y viveza ese proceso. El realismo de los paisajes y la veracidad, llena de expresividad descriptiva, de los acontecimientos bélicos es una nota positiva; a veces se alarga demasiado, y algunas décimas son simple repetición de lo ya contado; es casi lo menos que podemos esperar en una obra de tan largo aliento.


b) PROPUESTA DIDÁCTICA

(Las actividades que se presentan a continuación pueden ser de realización individual o en grupos, en clase o en casa, de forma oral o escritas, según la dinámica y conveniencia de la clase; el empleo de medios TIC es conveniente para alcanzar mejores resultados

2.1. Comprensión lectora

1) Resume el contenido del fragmento.

2) Señala sus apartados temáticos y su tema.

3) Analiza la rima y la medida de los versos y establece el tipo de estrofa y de composición

4) Localiza y analiza algunos recursos estilísticos y explica sus efectos estéticos sobre el

poema.

5) Indica cómo apreciamos el tono explicativo y descriptivo de este poema.

2.2. Interpretación y pensamiento analítico

1) ¿Qué sentimientos y valoraciones expresa Ercilla sobre Chile y sus aborígenes?

2) ¿Por qué Ercilla encomienda su obra al rey de España, Felipe II

3) ¿Hablará de asuntos mundanos, sociales y sentimentales? ¿De qué versará?

4) ¿Cómo apreciamos el sentido épico (hazañas, guerras, caracteres guerreros, etc.) del poema.

2.3. Fomento de la creatividad

1) Elabora un texto respetando el contenido de Ercilla en el que aprecie la grandeza de la tierra chilena, aclimatado a nuestros días.

2) Realiza un póster o presentación TIC con la vida y la obra literaria de Alonso de Ercilla en el que se aprecie su potente originalidad y capacidad intelectual y artística.

3) Imagina una entrevista de la clase con Alonso de Ercilla. ¿Qué preguntas le dirigirías? ¿Por qué?

4) Organiza un recitado de este fragmento, o de otros del mismo autor, con imágenes o con música, ante la clase o la comunidad educativa, en la que se aprecie su belleza.

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